Fuera del Tiempo

Autor: Er Gen

SkyNovels


oft-capitulo-1
OFT - Capítulo 1
37445
1
(function(w,q){w[q]=w[q]||[];w[q].push(["_mgc.load"])})(window,"_mgq");

Capítulo 1: Sobreviviendo (1)

Traductor: Crowli

Capítulo 1: Sobreviviendo (1)

Marzo, el comienzo de la primavera.

En un rincón de la parte oriental del Continente Fénix del Sur*.

El cielo brumoso era una extensión de gris y negro, que emitía una pesada sensación de opresión. Era como si alguien hubiera salpicado de tinta el papel de dibujo, dejando que la tinta empapara el cielo, emborronando las nubes.

Las nubes se superpusieron unas sobre otras, fusionándose. Después, se pudieron ver rayos de relámpagos rojos que salían disparadas, acompañadas de estruendosos sonidos.

Los sonidos eran similares a los rugidos graves de los dioses que reverberaban en el mundo de los mortales.

La lluvia del color de la sangre emanaba tristeza y caía sobre el suelo mortal.

En la vasta tierra, había una ciudad en ruinas. Parecía desprovista de vitalidad mientras permanecía en silencio bajo la brumosa lluvia de color sangre.

Dentro de las fragmentadas murallas de la ciudad, la desolación y la dilapidación pintaban la escena de forma sombría. Todo estaba marchito, y por todas partes se veían casas derruidas. También se podían encontrar numerosos cadáveres de color negro verdoso y carne desgarrada alrededor que parecían hojas otoñales desmoronadas mientras se marchitaban en silencio.

Las calles, antes bulliciosas, estaban ahora destrozadas.

Los caminos de arena que antes estaban abarrotados de gente ahora estaban en silencio.

Lo único que quedaba era carne destrozada, polvo y papel mezclado con barro empapado de sangre hasta el punto de que no se podía distinguir uno de otro. Era un espectáculo extremadamente impactante.

No muy lejos, se podía ver un carruaje roto en las profundidades del barro. En él se apreciaban claramente el deterioro en el lugar, y lo único que había era una marioneta de conejo abandonada que estaba atada al eje del carruaje, balanceándose suavemente con el viento.

Su pelaje blanco estaba teñido de rojo desde hacía tiempo, y desprendía un aura sombría e inquietante.

Sus ojos nublados parecían contener algo de resentimiento mientras miraba solitariamente las piedras moteadas que tenía delante.

Allí se veía una figura tumbada.

Se trataba de un joven que parecía tener entre 13 y 14 años. Sus ropas estaban hechas jirones y llenas de suciedad. Además, tenía una bolsa de cuero dañada atada a la cintura.

El joven entrecerró los ojos mientras permanecía inmóvil. El frío que penetrante y helado se filtraba por los agujeros de sus ropas desde todas las direcciones, envolviendo todo su cuerpo, haciendo que su temperatura corporal disminuyera gradualmente.

Pero incluso cuando la lluvia cayó sobre su cara, no parpadeó. Miraba fríamente a un lugar lejano como un águila.

Si uno seguía su mirada, en un lugar situado a unos 25 o 27 metros de distancia, había un buitre flaco el cual se encontraba masticando el cadáver putrefacto de un perro salvaje. De vez en cuando lanzaba una mirada vigilante a su alrededor.

Parecía que en esta ciudad en ruinas, donde abundaba el peligro, en el momento en que una ligera ráfaga de viento hacía oscilar la hierba, el buitre se elevaría al instante en el aire.

El joven era como un cazador, que esperaba pacientemente su oportunidad.

Mucho tiempo después, llegó la oportunidad. El codicioso buitre finalmente enterró completamente su cabeza en el estómago del perro salvaje para darse un festín.

Por lo tanto, el joven entrecerró los ojos al instante mientras una luz fría podía verse brillando en su interior.

Su cuerpo salió disparado como una flecha, corriendo rápidamente hacia el buitre. Su mano derecha se dirigió a la bolsa de cuero de su cintura y sacó un palo de hierro de color negro.

La punta del palo de hierro brillaba con un frío filo.

Tal vez fuera la percepción de la intención asesina del buitre, pero en el momento en que el joven salió corriendo, se dio cuenta inmediatamente. A causa del miedo, agitó sus alas y quiso despegar hacia la seguridad del aire.

Sin embargo, fue demasiado tarde.

El palio de hierro negro, que el joven de rostro desprovisto de emociones lanzó con ligereza, se transformó en una línea negra que salió dispara al frente.

(function(w,q){w[q]=w[q]||[];w[q].push(["_mgc.load"])})(window,"_mgq");

¡Pu!

El afilado palo de hierro se clavó instantáneamente en la cabeza del buitre, rompiéndole el cráneo y matándolo de un solo golpe.

El potente impacto hizo retroceder al buitre, clavándolo finalmente en el carruaje, no muy lejos.

Como resultado, la marioneta de conejo empapada de sangre también se movió debido al impacto de la colisión y comenzó a balancearse.

El joven mostró una mirada tranquila. Desde el principio hasta ahora, su velocidad no se redujo en absoluto. Se precipitó hacia el carruaje y agarró el cadáver del buitre y el palo de hierro.

Su fuerza era lo suficientemente grande como para romper un pequeño trozo del carruaje en el lugar donde el buitre estaba inmovilizado antes.

Después de hacer todo esto, ni siquiera giró la cabeza mientras se dirigía rápidamente hacia las calles.

En este momento, el viento parecía soplar aún más fuerte. La marioneta del color de la sangre en el carruaje parecía estar observando la espalda del joven que se alejaba mientras se balanceaba con el viento.

Se movía cada vez más y más lejos.

El viento era cada vez más fuerte. Traía consigo el frío de la lluvia y pasaba por encima de las finas ropas que llevaba el joven.

El joven se estremeció involuntariamente. Después de eso, frunció ligeramente las cejas y se envolvió en la ropa con más fuerza mientras se oía el sonido de la respiración.

Odiaba el frío.

Y la solución para resistir el frío era encontrar un lugar que pudiera bloquear el viento y la lluvia para descansar. Sin embargo, el joven que corría en ese momento no redujo su velocidad en absoluto al pasar por numerosas tiendas de aspecto andrajoso.

No le quedaba mucho tiempo porque la caza del buitre le había llevado demasiado tiempo. Todavía tenía un lugar al que tenía que ir hoy.

"Ya no debe estar lejos", murmuró el joven para sí mismo y continuó corriendo por las calles.

En su camino, se podían ver numerosos cadáveres de color negro verdoso por todas partes. Sus rostros desprovistos de esperanza estaban llenos de malicia, lo que les hacía emanar un aura de desesperación que amenazaba con empañar el espíritu del joven.

Sin embargo, el joven trató esto como algo normal y ni siquiera se molestó en echarles una mirada.

Pasó algún tiempo. El joven miraba de vez en cuando al cielo mientras la ansiedad aparecía en su rostro. Parecía que el cielo que se oscurecía le daba más miedo que los cadáveres.

Por suerte, no tardó en ver una tienda de productos médicos a lo lejos. El joven lanzó un suspiro de alivio y se apresuró a ir allí.

La tienda médica no era grande y muchos botiquines estaban tirados en el suelo, emitiendo el hedor del moho. Era como una tumba que hubiera sido saqueada, y todo lo que había allí era un desastre.

Además, en un rincón estaba el cadáver de un anciano. Era completamente negro verdoso y estaba sentado de espaldas a la pared. Los ojos del cadáver estaban muy abiertos, como si su dueño no hubiera muerto en paz. Miraba sin energía ni ganas al mundo exterior.

El joven le echó una mirada cuando entró, e inmediatamente comenzó a buscar.

La gran mayoría de las hierbas medicinales se habían vuelto negras y verdosas como los cadáveres. Sólo unas pocas seguían siendo normales.

Entre estas hierbas medicinales normales, el joven pasó mucho tiempo identificándolas.

Parecía estar recordando sus experiencias pasadas. Finalmente, recogió una hebra de hierba dorada y se quitó las finas ropas, mostrando una gran herida en el pecho.

La herida no se había recuperado del todo, y se podía ver que los lados de la herida ya empezaban a ponerse negros. Incluso había algo de sangre que salía de la herida.

El joven bajó la cabeza para mirar la herida. Tras aplastar la hierba, inhaló profundamente y apretó los dientes antes de levantar la mano para untar la pasta de hierba en la herida.

En un instante, de la herida brotó un intenso dolor similar al de una marea, que hizo que el joven se estremeciera involuntariamente. Sin embargo, lo soportó a la fuerza. Aun así, no pudo evitar que el sudor surgiera en su frente. Las gotas de sudor comenzaron entonces a fluir por su rostro, goteando sobre el oscuro suelo.


mode_commentComentario de Crowli

Bienvenidos a Fuera del Tiempo, novela escrita por Er Gen y traducida por Crowli del ingles al español.

Reacciones del Capítulo (8)


Comentarios del capítulo: (2)


gracias por el capítulo

0

Y así, un nuevo viaje de papi Er Gen inicia, veamos que tal está.

1