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TG - Capítulo 751
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Indistinguible.

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Capítulo 751: Indistinguible.

Andrés acompañado de Leslie caminó por el pasillo de la sede de la Empresa Cosmos en la Ciudad Atlántida.

Él y Leslie tenían acceso necesario para moverse entre los diferentes pisos usando los portales que la Empresa Cosmos utilizaba. Cada sección del primer piso tenia portales que conectaban no solo a los pisos de este edificio, sino que a otros edificios, departamentos y centros de investigación.

Era increíble que la Empresa Cosmos tuviera esta clase de portales, no por la tecnología, sino que por la seguridad y confianza que ellos tenían en sí mismo. Cada portal conectaba a sitios donde se guardaba tecnología avanzada o investigaciones clasificadas y cualquiera con acceso suficiente podría moverse.

“¿Nervioso?” Leslie que estaba a su lado caminando le preguntó mirándolo con cierto nerviosismo.

“Un poco.” Respondió Andrés.

Que su mente divagara en los portales revelaba que estaba nervioso… ¿Y cómo no estarlo? Estaban en la Empresa Cosmos para visitar al Sabio Lucius y comunicarse con el ser que lo respaldaba o enviarle un mensaje.

“¿Crees que aceptara ayudarnos?” Preguntó Andrés tratando de dar conversación.

Si ella estaba nerviosa, él se ponía nervioso… En cierta forma los nervios era contagioso, pero también el miedo y era normal tenerle miedo a un Dios y más a uno, que según sabia era sumamente distante.

“Si. Creo que ayudara por la situación de Aurora.” Respondió Leslie asintiendo en calma y rascándose la mejilla, puso una sonrisa nerviosa. “Aunque no disminuye mis nervios saberlo.”

Aurora Campbell, la Primera Heroína, la Protectora de Zerzura y su amiga era una persona influyente en la Tierra. Su novio era dueño de la más grande empresa en la tierra y una de las ciudades más poderosas, ella misma lideraba una gigantesca ciudad y tenía influencia con dos grandes iglesias.

Tal persona era su amiga y durante mucho tiempo tales relaciones no impactaron en la amistad que tenían. La mayor razón era la actitud de Aurora que no alardeaba ni de su riqueza, autoridad, poder o conexiones.

Sin embargo, ahora era diferente.

“Nunca pensé que sería mensajero para un Dios.” Murmuró Andrés al llegar al final de un largo pasillo.

El pasillo era simple con puertas a diferentes secciones y ellos estaban al frente de una de las secciones más seguras y clasificadas, aunque no lo pareciera por la tranquilidad del pasillo, este lugar era más que seguro.

Después de todo, este portal dirigía al laboratorio principal de investigación dirigido por el mismísimo Sabio Lucius.

Y ahora él estaba yendo a conocer a ese hombre para entregar un mensaje… No, estaba yendo para pedir ayuda y consejos sobre cómo ellos podían ascender.

Aurora le dio una ‘tarea’ de pedir ayuda, pero el verdadero objetivo era darles la oportunidad a ellos para saber cómo podrían ascender.

“¿Quieres volver?” Preguntó Leslie mirándolo.

“¿No y tú?”

“No.” Respondió Leslie sonriendo por su respuesta tan rápida y mirando la puerta al laboratorio de Lucius, añadió. “No estoy tan desesperada por poder. No cuando Aurora está aquí… Sin embargo, no quiero quedarme estancada. Quiero avanzar. Quizás no sea de tanta ayuda esta vez, pero la próxima… Espero poder ayudar a mis amigas.”

Andrés la observó, la expresión solemne, su espalda recta y su mirada en la puerta. Su aspecto era estricto y solemne, pero era tal seriedad lo que hizo que él se quedara mirándola.

Es realmente guapa… Un pensamiento surgió entre todos los halagos que tenía y él tosió tratando de recuperar su calma.

“Vamos.” Instó Andrés.

Leslie estaba pensando en el futuro, más allá de vencer a Ojos Grandes y ayudar a Aurora en este momento, sino que en un futuro donde sus amigos requirieran ayuda.

Ante tal determinación… ¿Como él podía quedarse atrás? 

Reforzando su determinación, Andrés entró por la puerta y tras unos pasos, ambos se quedaron tiesos al escuchar el ruido y la multitud que se movía por el gigantesco almacén.

Él observó armaduras de poder moviendo enormes cajas a diferentes plataformas que al ser activadas desaparecían. Escuchó las ordenes de hombres y mujeres que organizaban todo tipo de recursos, material y personas que eran movilizadas y enviadas por los portales.

Este no era el laboratorio del Sabio Lucius, sino que se había convertido en un centro de transporte a lugares desconocidos… Múltiples lugares.

“Andrés Silva y Leslie Haillet?” Preguntó una mujer y cuando ellos asintieron, añadió. “El Sabio Lucius los espera para su reunión.”

¿Lucius movió su laboratorio? Andrés lo dudaba, pero asintió y siguió a la secretaria.

“Son para realizar construcciones satelitales.” Respondió la secretaria y chequeando su reloj holográfico, añadió. “Por favor, síganme.”

La mujer fue breve en su respuesta, no queriendo revelar demasiado. Lo cual era raro.

Tanto él como Leslie tenían uno de los accesos más elevados en la Empresa Cosmos, nada raro cuando tenían contacto continuo con el Sabio Lucius y escuchaban todas sus historias.

Ellos están enviando material para construir satélites, pero eso no es todo… Pensó Andrés siguiendo a la mujer que para su sorpresa subió a una plataforma.

La Empresa Cosmos construía satélites directamente en el espacio enviando los materiales necesarios para ensamblarlos con drones y Andrés sabia de primera mano que no todos los satélites eran ‘civiles’.

“Ellos…” Antes de que Andrés preguntara lo que estaba en su mente la plataforma inició el movimiento espacial.

Fue menos de un segundo, antes de que su alrededor cambiara y lo que entró en su visión fue un planeta celeste y gigantesco.

Él había visto múltiples imágenes y videos en vivo del Planeta Tierra, pero verlo directamente era no solamente magnifico, sino que impresionante.

La plataforma en donde se encontraba el portal tenia ventanales gigantes que permitían ver la Tierra en todo su esplendor.

“Es… Hermoso.” Murmuró Leslie con sus ojos bien abiertos.

“Lo es…” Respondió Andrés y al instante su mente empezó a trabajar. “¿Desde cuándo tienen construido una estación espacial? ¿Las demás naciones saben sobre ello?”

La Empresa Cosmos era conocida por tener tecnología oculta y no solamente era tecnología civil, sino que militar. Sus armaduras de poder eran las más conocidas, pero las grandes naciones sabían sobre la nave Argos que usaron hace tiempo o la nave espacial que ellos usaron para moverse por el espacio para viajar al planeta de uno de los Portales Abismales hace tiempo.

Esto último hizo que Andrés se diera cuenta…

“Esto no es una estación espacial, ¿cierto?” Preguntó a la secretaria, pero escuchó una risa a su espalda.

“Me conoces muy bien, Andrés.” El Sabio Lucius apareció por una de las grandes entradas y con una sonrisa, preguntó. “¿Les gusta la vista? Prepare esta plataforma para los visitantes.”

Una nave espacial… El Sabio Lucius había construido una nave espacial. Andrés sabia la idea del hombre de que el espacio era el futuro de la humanidad, ya que pregonaba su ideal abiertamente.

También conocía lo capaz que era y lo que podía hacer con los recursos que la Empresa Cosmos le ofrecía, pero esto...

“¿Como? ¿Cómo pudieron construir algo así? Incluso si tu jefe te lo permite, esto demoraría mucho tiempo. Incluso para ti.” Andrés no se contuvo en sus dudas y mirando al hombre que sonreía aún más, añadió. “Es increíble y todo, pero… Es tan increíble que es poco creíble.”

¡Estaban en una nave espacial! A Andrés le gustaba la tecnología y no iba a negar que estar en una nave espacial era maravilloso.

Antes había jugado al juego de realidad virtual que Lucius había diseñado, pero esto… Esto era real.

“He…” Leslie se rio al verlo y él se puso ligeramente rojo, pero ella le dio palmadas en el hombro.

El Sabio Lucius simplemente hizo una señal para que lo siguieran.

“Podría haber hecho esto y más hace años. Simplemente no tenía permisos para lograrlo. Comparto la idea de que liberar esta clase de tecnología causaría problemas para los humanos, pero ni siquiera me dejaban tenerla para mí.” Dijo el Sabio Lucius agitando la cabeza y con una sonrisa, declaró. “Hasta que la Gran Jefa pidió ayuda y al instante todos los limites desaparecieron.”

La Gran Jefa seria…

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“¿La Emperatriz del Infierno?” Preguntó Leslie con curiosidad, timidez y respeto.

Andrés pensaba lo mismo. Aurora le había contado historias de como Jezabel estuvo presente en este mundo y…

“No, Aurora Campbell. La novia de mi Jefe.” Respondió Lucius como si fuera obvio y mientras seguía caminando por el pasillo, agregó. “Con un solo pedido toda la Empresa Cosmos y la Ciudad Atlántida se movilizó. En la superficie estamos ofreciendo tecnología que puede proteger a las naciones y armando a las personas de confianza para enfrentar cualquier situación peligrosa en el futuro cercano.”

Leslie y Andrés asintieron. Ambos estaban al tanto de lo que la Empresa Cosmos estaba dando tecnología para permitir que las naciones se protegieran en caso de que la situación se volviera más compleja de lo esperado.

Por supuesto, todo estaba limitado y las dos iglesias actuaban como medio para asegurarse de que la tecnología se usara para el bien de la humanidad y no para el conflicto o beneficios personales.

Algo simple de hacer cuando se reveló públicamente que existía una poderosa entidad que se infiltro en una iglesia y si bien algunos dudaban de la Iglesia del Orden, nadie podía negarse a obtener equipo militar avanzado incluso al costo de tener que firmar pacto en nombre de Dioses.

Incluso el Gigante del Norte que estaba bajo la influencia de sus enemigos no pudo rechazarlo completamente cuando la oposición se encargaba de limitar al Presidente Batista.

“Mientras otros realizan trabajo en la superficie, nosotros nos encargamos de construir las herramientas para proteger a la Tierra.” Dijo Lucius entrando a la sala de control y yendo a la sección de mando, se dio vuelta para mirarlo. “¿Preguntaste como pudimos hacer esto? Tiempo. Suficiente tiempo para construir suficientes defensas.”

Esta nave espacial no era la única… ¿Cuantas habían construido? Andrés no pudo ocultarse la duda, pero algo más le llamo la atención.

La sala de control se dividía entre el centro de mando donde estaban ellos que era una plataforma elevada y toda la demás área. Se encontraban múltiples pantallas proyectando todo tipo de informes, pero las personas que trabajaban no estaba trabajando sobre esas pantallas.

Algunos de ellos escribían en el aire mientras que otros movían sus manos como si estuvieran pasando por diferentes pantallas e incluso algunos se quedaban en sus asientos con los ojos cerrados.

Andrés inconscientemente movió su mente como si quisiera controlar un dron y sintió como la información se movía de un lado por otro y también percibió como cada una de esas personas trabajaban con la eficacia de una máquina.

“¿Esos son robots?” Preguntó Andrés de repente mirando a una mujer que estaba sentada cerca de la sala de mando.

“¿Mm?” La mujer frunció el ceño y lo miró, para solo volver al trabajo.

A pesar de que se contuvo, se notaba cierta diversión en su rostro, pero fue lo suficiente profesional como para continuar con su trabajo.

La facilidad con la que ella mostró sus emociones y las controló no fue suficiente para que Andrés rechazara la idea de que toda el área estaba controlada por robots. Él sabía lo capaz que era el Sabio Lucius y su capacidad para construir robots.

“Ja, tienes que abrir bien los ojos, Andrés.” Dijo el Sabio Lucius y al mirarlo a ellos, señaló. “Yo sé porque vinieron. No por la búsqueda de ayuda, ustedes vinieron para saber cuál es el siguiente paso de progreso para personas como ustedes.”

El hombre conocido por su excentricidad se subió a la plataforma de la sala control permitiendo que todos los vieran y abrió sus brazos.

“Se los dije hace mucho tiempo, pero hay una única forma de avanzar.” Dijo el hombre y luego sonrió.

Un pequeño pulso que únicamente Andrés percibió se extendió y el con sus habilidades se conectó como si estuviera conectándose a la señal de un dron y…

“Ugh…” Y la información lo abrumo, mayor a lo que cualquier cosa había percibido antes.

No era caótico, todo era información ordenada, pero incluso cuando sacó sus drones para aprovechar la capacidad de procesamiento no pudo seguir el ritmo a las órdenes que Lucius estaba dando.

Sin embargo, todos los miembros de la nave reaccionaron dando órdenes e iniciando el sistema de la nave.

“No era solo una nave…” 

Él escuchó el murmullo de Leslie y mirando por la ventana que daba vista al espacio observó como el escudo que rodeaba la nave se fortalecía y liberaba un pulso sutil que permitió observar otras enormes naves flotando en el espacio.

Ocultas a la vista de cualquier persona de la tierra, protegidas con la mayor seguridad posible ante la magia o lo psionico y con la mejor tecnología. La magia tenía sus límites al menos para magos más tradicionales, lo que significaba que el espacio estaba fuera de su dominio.

La energía psionica y cómo funcionaba el Plano Astral donde todas las personas estaban conectadas era lo único que podrían detectar lo que estaba sucediendo aquí mismo. Por supuesto, si no fuera por las densas barreras protectoras que cubrían la nave espacial y que impedían ser detectados de cualquier modo.

Andrés cambió su mirada al mapa que mostraba la tierra y el espacio circunstante y notó cientos de puntos verdes apareciendo el mismo tiempo y todo tuvo sentido.

Ellos construyeron cientos de naves espaciales, la Empresa Cosmos tenia los recursos y la tecnología para lograrlo, pero estaba limitados en cuanto a tiempo y personal… Al menos si actuaran por medios normales.

Aión apoyaba a Aurora y era fácil saber de donde encontraron el ‘tiempo’ para construir estas naves tan rápido y sigilosamente, pero el personal no fue educado con tiempo.

“Mejoras e implantes cibernéticas…” Murmuró Andrés cortando la conexión con la nave espacial.

El personal de esta y de otras naves eran personas normales e incluso se considera la elite por sus avanzados estudios, pero incluso ellos no podrían manejar esta nave espacial, no con la masiva cantidad de órdenes y movimientos que se debía tener en cuenta.

Así que solamente existía una posibilidad.

“Luna me comentó hace mucho tiempo lo que ella creía que se necesitaba para que un mecánico avanzara al rango SS.” Dijo Andrés mirando a Leslie que no entendía.

Sus palabras hicieron que ella exclamara ligeramente.

“Necesitamos medios externos.” Murmuró Leslie al asentir en comprensión.

Leslie podía ejercer la fuerza de un rango SS si usaba su armadura de poder, pero incluso así no era un rango SS, por el simple hecho de que su cuerpo llegado un punto no podría controlar la capacidad de su armadura.

Un espadachín de rango SSS era extremadamente rápido, un luchador del mismo rango no solamente era rápido, sino que sumamente resistente y poderoso. Incluso si alguien como Leslie se ponía una armadura capaz de causar gran destrucción no podría seguir el ritmo de un verdadero rango SS o SSS.

Para él era similar, si bien no estaba enfocado en el combate, si comparaba su capacidad de pensamiento con un mago, sin elementos externos como sus drones, los magos lo superaban. Después de todo, incluso un mango de rango SS era más fuerte, rápido y mejor que un rango S como él.

“Llamarlos medios externos es rebajar lo que es. Es mejorar nuestro cuerpo hasta el punto de que no tengamos que depender de la magia o la energía psionica. Este es el verdadero camino que debería seguir la humanidad.” Declaró Lucius y mirándolos a ellos dos, sonrió. “Mira lo que personas comunes lograron con tales avances y ahora piensen lo que personas como ustedes lograrían.”

Andrés miró a los hombres y mujeres de la sala de control. Ellos probablemente tenían algún implante cibernético que les ayudaba procesar información más rápido y en mayor cantidad, lo que le permitía controlar esta nave espacial.

Si él tuviera ese implante con su rango y su capacidad… Podría lograr lo que podría hacer Luna y aún más.

Con drones que captan todo a alta velocidad podría combatir con espadachines que se movían a alta velocidad y poder reaccionar a esos combates. Podría controlar una innumerable cantidad de drones, conformar planes y reaccionar en segundos.

Y solo con un implante cibernético que mejorara su capacidad de procesamiento, ya si decidiera usar otros implantes que mejoraran su físico podría incluso combatir directamente.

Ante tal idea, él se giró y miró a Leslie cuya mirada estaba en Lucius.

“¿Este es el único camino para nosotros? ¿Es el único camino que conoce el Dios de la Tecnología?” Preguntó Leslie con emociones complejas en su voz.

Estaba dudando, pero lentamente se estaba afianzando su decisión.

“Es seguro no sea el único camino, pero es el camino que he elegido.” Respondió y con una sonrisa arrogante, declaró. “Dicen que ‘cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible a la magia’… Y en ese mismo sentido cualquier tecnología lo suficientemente poderosa es comparable a los Dioses.”

Andrés frunció el ceño ligeramente por la forma que respondió, pero el Sabio Lucius no le dio tiempo y bajo al suelo, acercándose a ellos.

“Siempre hay rechazo. No necesitan pensarlo tan profundamente no es que cambien su cuerpo a robots. Tampoco necesitan perder lo que los vuelve humanos.” Lucius se acercó y los miró a ambos y se encogió de hombros. “Podrán seguir teniendo hijos y seguir siendo humanos. Por supuesto, si desean un mayor poder deben estar dispuesto a cambiar más. Es una regla general incluso para los seres mágicos o psionicos. ¿O crees que los rangos SSS se pueden seguir considerando humanos?”

Un mago de rango SSS podría destruir ciudades, Malik lo había demostrado hace ya tantos años, pero en menor medida, un rango SSS podría vivir por más años que un humano normal, su cuerpo era más resistente y extremadamente superior a un humano normal.

En cierta forma, llegado a un punto ellos estaban lejos de ser un ‘humano normal’, al menos en el sentido físico... Se podría debatir y filosofar sobre lo que era considerado ‘humano’ y ‘no humano’, pero realmente no importaba.

“Me gustaría saber más.” Respondió Leslie con calma.

Andrés la miró por un segundo y luego observó a Lucius. Algunas veces para proteger a las personas que uno amaba, uno debía estar dispuesto a todo y él no era diferente.


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