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TG - Capítulo 745
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Capítulo 745: Recuperar energía.

Capítulo 745: Recuperar energía.

Un silencio ocupó la sala de reunión de altos mandos de Zerzura.

El Ministro Turay que dirigía el gobierno, el General McLean que estaba a cargo del ejército, Fiona Brousseau parte de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, Zhan Tian que representaba los aventureros de Zerzura, Abdellah El Ouazzani que lideraba el Gremio de Mercenarios y James que representaba la Empresa Apicius.

Cada uno de ellos eran pesos pesados en sus diferentes campos y Aurora le pareció normal que estuvieran en silencio.

Después de todo…

“Unir el continente es una locura.” El Ministro Turay fue el primero en hablar, pero su expresión no mostraba sorpresa, sino que fue cambiando de seriedad a una sonrisa. “Si cualquier otra persona me dijera lo mismo creería que esta demente.”

El General McLean que estaba sentado revelando seriedad asintió con calma estando de acuerdo con el ministro. Este último como un antiguo Gran Señor de la Guerra conocía muy bien lo difícil que iba a ser unificar el continente y esa era la tarea que tenía entre manos.

Las unificaciones venían desde hace muchos años y ocurrieron en diferentes partes del mundo y ahora ella buscaba extender esa unificación… Unificar todo el continente africano, tal era el objetivo que ella tenía en mente para estas tierras.

Ella ya había empezado desde antes. En la lista de criminales que ella reveló se encontraban nombres de individuos peligrosos que podrían convertirse en un obstáculo y ahora ella tenía un pase libre para deshacerse de ellos.

Sin embargo, la unificación continental no solamente se podría lograr deshaciéndose de los ‘malos’, sino que habría que encargarse de los buenos y si bien Aurora no quería lastimar a inocentes, en un conflicto de intereses ella impondría sus valores.

“Supongo que nos reuniste aquí para avisarnos.” Dijo el General McLean y asintiendo en calma, añadió en broma. “El Coronel Makeba y muchos soldados estarán contento de oír que empieza tu reinado.”

A pesar de que era una broma, Aurora pudo darse cuenta de que lo estaba apoyando directamente y ella sonrió.

“Ya he tenido el título de Reina y no es de mi agrado. Ya me conocen como soy, prefiero un rol más secundario y menos difícil que ese.” Comentó Aurora sacando una sonrisa de Turay y Fiona, pero viendo a los demás, declaró. “La unificación sucederá. Es algo inevitable. No obstante, con su ayuda y la de Zerzura todo sería más rápido que hacerlo por mi cuenta.”

Su voz fue solmene. Ella quería su ayuda ya que entendía la complejidad a la hora de realizar esta tarea.

Zerzura y su gente era la base si ella buscaba unificar este continente debido a que esta ciudad tenía una influencia inigualable y su gente aún más.

Aun así, era algo que ella iba a lograr. Víctor en América del Sur mostró que no era fácil detener a un rango SSS si se ponía un objetivo y ella era más que un rango SSS.

“Me pondré en contactos con varios aventureros que dirigen ciudades.” Dijo Zhan Tian y al levantarse, añadió. “¿Supongo que el plan ya se envió por escrito? Excelente, empezare a trabajar.”

Ese hombre luego de saludar se despidió en calma como si la decisión de lo demás fuera obvio y viendo las sonrisas lo era.

“Es hora de poner a prueba la influencia que ha conseguido la Empresa Apicius.” Dijo James y mirando a Abdellah, comentó. “Y nuestros fondos.”

“Por supuesto. Nosotros los mercenarios trabajamos por dinero y muchos estarían dispuestos a aligerar los bancos de la Empresa Apicius.” Abdellah dio su comentario breve y se retiró juntos a James, ambos charlando en voz baja.

Aurora le asintió al General McLean quien la saludo y ella se levantó esperando al Ministro Turay que se acercó a ella.

“Cada día me impresionas más cuando te pones objetivos.” Dijo el Ministro Turay, su sonrisa leve entre sus arrugas que se hicieron evidentes cuando su sonrisa creció. “Me alegro que estés de vuelta. Se te extraño.”

“Yo lo siento.” Respondió Aurora de inmediato, pero el Ministro Turay agitó la cabeza.

“Fiona me ha contado algunos detalles, pero en realidad no importan demasiado. Estas de vuelta y mas fuerte que nunca. Eso es suficiente para mí.” Dijo Turay y dándole unas palmadas en el hombro, añadió. “Y también para todos los que creen en ti. Debes salir más, Aurora. Los ciudadanos de Zerzura también se alegran de tu vuelta.”

Aurora se quedó en silencio y el hombre se retiró mencionando que debía empezar a trabajar.

Desde que ella había vuelto, no había vuelto a caminar por las calles de Zerzura. La primera razón era que tenía demasiado trabajo y de paso su hermano con su magia espacial le facilitaba moverse y en el mismo sentido, ella cada vez aprendía mas la capacidad de sus auras y su nueva capacidad para moverse cortando el espacio.

Aun así, el hecho prevalecía… Ella no caminaba por las calles de la ciudad como antes y si bien podía usar razones válidas como excusas, volver a salir significaba enfrentarse a personas que probablemente sufrieron por su muerte.

Personas que podrían no perdonarla por ‘engañarlos’.

“Estoy demasiada ocupada para esas cosas…” Murmuró en voz baja y movió su mano, solidificando velozmente su espada que cortó el espacio conectando esta sala con su oficina en su edificio.

Ella estaba ocupada y preocuparse porque la gente diría de ella era lo último que estaba pensando, por tal razón se alejó de redes sociales y de noticieros… Esa razón y que durante años en Beldaría, volver a acostumbrarse a las redes sociales fue un complicado.

Así que prefería optar por cosas que podía hacer.

Cuando ella cruzó el espacio llegando a su oficina ella pudo percibir el espacio al otro lado de la grieta que su propia aura formaba y cuando finalmente la cerró, sus sentidos permanecieron por varios segundos.

Aurora cerró sus ojos volviéndose a enfocar.

“¿Cuánto tiempo me queda?” Murmuró en voz baja sintiendo las emociones de los alrededores extendiéndose por los barrios de la ciudad y luego Zerzura y mas allá.

A diferencia de la primera vez esas emociones no causaban ninguna clase de presión ni en su cuerpo, alma o mente.

¿Cuánto tiempo le quedaba para tener que ascender? Aurora sabía que si esperaba sin ejercer su fuerza le quedaban meses, pero si empezaba a luchar, dependiendo de la presión y la fuerza que ejerciera empezaría a ascender.

No al rango SSS, ni incluso a Semidiosa. No, ella ascendería para convertirse en una Diosa, una que si usaba correctamente su aura de espada no dependería de la ‘fe’, pero que gracias a su concepto de luchadora podría fortalecerse aún más las emociones de manera similar a lo que probablemente los dioses usaban la ‘fe’.

Los Dioses ascendían en varias formas, la más conocida era usar la ‘fe’ y por tal se formaban religiones y otra era usar una fuerza que superara el limite humano y ella tenía ambas… Lo que significaba que no sería cualquier Diosa incluso si ascendiera.

“Debo ser paciente.” Murmuró para ella misma.

Si se forzaba a ascender ese ser que ella llamaba Ojos Grandes probablemente huiría o se escondería y no lucharía, llevando a que ella fuera cautelosa en los años venideros.

Otra razón que le preocupaba en menor medida era que ella no sabía que pasaba si un terrícola ascendía. ¿Podría caminar en la tierra cómodamente o estaría limitado de alguna manera? Ella había visto múltiples dioses caminando por la Tierra, pero cada uno de ellos limitados en fuerzas.

“¿Sabes que tu primera frase puede llevar a malentendidos?” 

Una voz suave y delicada sonó desde el suelo, llevando a que Aurora se agachara sin sorpresa para sostener a Amnestria en su forma de tigresa pequeña.

La pequeña tigresa se frotó con su mejilla y ella sonrió llevándola en su abrazo y sentándose en el sillón de su oficina.

“Bueno, eras la única en mi oficina y dudó que la Gran y Poderosa Reina del Bosque Mágico se deje llevar por un malentendido.” Dijo Aurora y viendo la tigresa, que la miraba con las orejas levantadas, le dio un abrazo sintiendo el suave pelaje.

En su forma pequeña, Amnestria era adorable y a Aurora no le importó los ojos de la tigresa que brillaba en purpura o que esa poderosa bestia podía darle una buena batalla, sino que la abrazo relajándose.

“¿Mucho trabajo?” Preguntó Amnestria en calma.

No solamente era adorable, sino que una excelente oyente y Aurora sonrió.

“Bueno, si todavía queda mucho por hacer…”

Ella empezó a contar su plan de unificación y las personas que debía hablar. Unificar el continente conllevaba lidiar con todos los poderosos que podían detenerla, ya sea negociando o enfrentándolo para que cedieran frente a su voluntad.

El Rey de Madagascar en el este era uno de ellos, un individuo que extendía su influencia en las costas del Mar Rojo y que durante años trataba de estabilizar esa zona para evitar que los peligros alcanzaran sus tierras.

Ese hombre estaría contento que finalmente se trajera paz, pero al mismo tiempo alguien de su altura no cedería sin sacar beneficios y lamentablemente él no era el único.

Debía hablar con el Rey de Madagascar que gobernaba su nación independiente y con quien Aurora había cooperado otras veces y cuya influencia con el Rey de Mombasa era alta.

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En el norte del continente se encontraban ciudades y naciones con estabilidad como Marruecos y naciones que trataban de volver a ponerse en pie como Egipto y ambas debían ser partes de lo que ella buscaba formar.

En el oeste estaba resuelto, pero en el sur se encontraba Sudáfrica quienes se mantuvieron independiente durante años y que no cederían fácilmente su soberanía.

Luego se encontraban los pequeños aventureros, gobernadores o dictadores que gobernaban ciudades por todo el continente algunas veces con la aprobación tácita de Zerzura y otras veces de manera independiente.

Algunos de ellos no eran malos, pero recorrer esta clase de camino y llevar a cabo su voluntad significaba enfrentarse a ellos.

“Significaba imponer mi voluntad a no solamente mis enemigos, sino que también mis conocidos, aliados y mis amigos.” Aurora miró a la tigresa, la Reina del Bosque Mágico y el mayor obstáculo en caso de que la desafiaran.

No porque el Bosque Mágico cubría gran parte del continente o los rangos SS o rangos SSS como el Pilar Indestructible quien ascendió recientemente o la misma Reina del Bosque mágico. No se trataba de fuerza, sino que de relación.

“¿Es por eso que me estabas abrazando como cuando eras una niña?” Preguntó Amnestria y su tono fue ligeramente relajado y divertido, queriendo que ella se relajara.

“¿Creíste que te trataba así para obtener tu apoyo?” Dudó Aurora quitando su expresión seria y con una sonrisa malvada, observó a la tigresa y comentó. “Yo pensé que estabas tan sumisa debido a que te pusiste del lado de Alice.”

Su comentario causó que Amnestria se quedara tiesa. Su cola levantada erguida e inmóvil, sus orejas paradas y su pelaje negro se empezó a crispar y Aurora miró los ojos purpuras de la tigresa, que de repente empezó a ronronear como un verdadero gatito.

“¿Crees que me puedes calmar si te comportas de esa forma?” Cuestionó Aurora sacando pecho y tratando de sonar lo más orgullosa posible.

Por supuesto, sus manos se movieron de inmediato para acariciar las orejas de la pequeña tigresa.

¿No era que pudiera evitarlo o sí?

Ella es demasiado linda… Pensó para sí misma sin hacer evidente que a ella no le molestaba lo que sucedió lo que para ella fue hace años.

Muy pocas personas sabían de su estado y el plan, Amnestria era uno de ellos y era natural que lo fuera. A diferencia de lo que otros podían suponer de la relación de ambas, Aurora sabía a ciencia cierta que Amnestria realizaría una locura si ella no fuera avisada.

Y el problema no solamente era ese, sino que era conocido que el Bosque Mágico seguiría a su Reina incluso si los llevaba a su extinción… Tal era la locura y fanatismo de los seguidores más leales de la Reina del Bosque y esos individuos ocupaban altos cargos en ese reino.

“No, por supuesto que no. Aceptaría tu idea sin importar la situación.” Respondió Amnestria y mirándola desde su regazo, añadió. “Seria parte incluso si no buscara tu perdón.”

“¿Tan así? ¿No preguntarías a tus consejeros? ¿O una poderosa Reina como tu puede imponer su voluntad como desea incluso frente a otro rango SSS como el Pilar Indestructible?” Aurora dudó en broma, pero también para asegurarse y…

“¿Quieres que le pregunte a él? Probablemente pedirá algo tonto como ser el trono donde se sienten los gobernantes y cuando sepa que esta nueva forma de gobierno no tiene reyes, entonces pedirá ser la mesa donde nos reunamos.” Respondió Amnestria agitando su cabeza con un suspiro resignado y dándose la vuelta saltó al suelo creciendo a un metro y la volvió a mirar. “Tampoco tomó esta decisión para disculparme de ti. No, esta decisión es tomada porque ya somos aliados. Ustedes son uno de nosotros y nosotros hemos sido tratados como uno de ustedes.”

La Reina del Bosque Mágico, la Gobernante de las Bestias, la Protectora de la Naturaleza y el Escudo del Bosque la observaba directamente no ya como esa tigresa pequeña que mostraba todas sus emociones como un libro abierto.

No, la bestia que estaba frente era la Depredadora Definitiva y una de las más poderosas bestias del mundo y también una de las más poderosas gobernantes.

Aurora sonrió de manera natural. Era imposible no sonreír.

Zerzura desde que se fundó trató de mantener una excelente relación con las bestias mágicas y ahora se podía ver lo cercana que era la relación yendo a las áreas dedicadas para ellos.

La alianza quizás empezó por ellos, pero luego las fuerzas que lo respaldaban empezaron a relacionarse hasta el punto de que ambas naciones eran aliadas.

“Sin embargo, no te confundas. Esta es mi decisión. Como Reina debo guiar a mi pueblo a la prosperidad, no es causada por mi deseo de disculparme.” Al ver que ella sentía, Amnestria continuó. “Alice tenía razón.”

Aurora frunció el ceño tratando de descifrar porque Amnestria trajo el nombre de su hermana.

“Ellos eran peligrosos. En el momento en el que el Portal Abismal apareció y tragó la Academia de Cernunnos, el Adansonia fue atacado e incluso atacaron a Liam en tu casa.” 

Sus ojos empezaron a brillar en purpura y al final soltó un pequeño gruñido que mostró su enojo, entonces se fue calmando y la miró directamente.

“Antes de tu regreso no tenía miedo a que me regañaras. Lo que realmente temía era que no me dejaras ayudarte.” Amnestria la observó tratando de trasmitir su miedo, preocupación y también su cuidado.

Aurora únicamente pudo apartar la mirada con culpa.

Era algo que también sucedió con Cithrel y al igual que esta última, Amnestria era alguien que le podría ofrecer su ayuda sin reparos. Era más, ella y sus súbditos estaban dispuestas a ayudarla y no por obligación, sino que era tal como ella dijo, ella era uno de ellos.

Y la mentalidad del Bosque Mágico era cuidarse entre ellos.

Durante mucho tiempo no aprovechó la ayuda que le podría ofrecer Amnestria, una poderosa rango SSS.

Amnestria volvió a acercarse y volvió a frotarse con su rodilla causando que ella levantara la mirada y se cruzara con los ojos de su amiga.

“Ahora me siento más tranquila. No por tu fuerza, ni por tu voluntad que sigue inquebrantable como siempre, sino que aceptas ayuda.” Dijo Amnestria y bajando su cabeza sutilmente, pidió. “Ahora como disculpa déjame ayudarte.”

Aurora la miró durante un segundo y acariciando la cabeza de su amiga, sonrió.

“Por favor, ayúdame.” Pidió sabiendo que Amnestria le gustaría oír esa frase que no salía de su boca tan seguido.

Amnestria levantó la cabeza y su cola empezó a moverse por su cuenta mientras que sus orejas se levantaban.

“Me gustaría ayudarte con tu plan más grande.” Dijo Amnestria y viendo que ella la miraba con curiosidad, añadió. “Por ejemplo, puedo ayudar a que el Barbegazi sea tu aliado. Aun mas, te ayudare a obtener a Nandi como tu aliado.”

Las dos bestias Santas de la Tierra y dos individuos sumamente importantes. Aurora podía ponerse en contacto con el Barbegazi, pero Nandi era otro asunto.

Muchos habían tratado de contactar con Nandi, incluyendo la organización de Ojos Grandes, pero ninguno obtuvo respuesta… Y ella probablemente tampoco obtendría una.

Ese tipo de bestia era Nandi, uno que probablemente ignoraría a todos a su alrededor excepto que estuviera relacionado con su territorio y, aun así, esa bestia era tan poderosa e influyente que el gobierno de la India se guiaba por su voluntad.

“Eso sería de mucha ayuda.” Murmuró Aurora honestamente.

Con una única palabra de Nandi, ella podría tener influencia en la India permitiéndole enviar gente si lo necesitaba o cooperar si lo requería. Para la batalla final le permitiría tener otro aliado y más allá de esa batalla, ella tendría un pilar que le podría ayudar a su plan de unificación mundial.

Unificar el continente era un plan realizable a corto plazo, pero en mayor escala de ambición se encontraba el plan de unificar todo el planeta tierra en un solo gobierno.

No necesitaba que sea su gobierno o algo por el estilo, pero la unificación planetaria le permitiría a este mundo enfrentarse a desafíos de toda clase e incluso enemigos poderosos sin su intervención.

Permitiéndole a ella poner su mirada en las estrellas y todo lo que albergaba este universo…

“Definitivamente necesitare tu ayuda.” Reafirmó Aurora y sonriendo, añadió. “Por supuesto, también te perdono, así que de verdad ayúdame a organizar la reunión con Nandi.”

Jezabel estaba vigilando todos los individuos poderosos en este momento y Nandi era uno de ellos y Aurora quería evitar que Ojos Grandes se acercara e interviniera.

Era poco probable que sucediera, lo que fuera que estuviera planeando Ojos Grandes no estaba centrado en el mundo terrenal ya que incluso en el Gigante del Norte, el Presidente Batista tuvo que calmarse al darse cuenta de que toda la oposición estaba cautelosa sobre su persona.

Ella no podía negar un aliado extra.

“Bien, suficiente descanso. Es hora de seguir trabajando.” Dijo Aurora al levantarse y viendo a Amnestria en su forma de tigresa mayor, murmuró. “Un abrazo rápido para recuperar energía.”

Ella abrazó a la tigresa y sintió como Amnestria se apoyaba en ella suavemente dejando que la abrazara, pero también escuchó la suave risa de su vieja amiga.

Aurora ni siquiera se avergonzó de sus acciones, no cuando el abrazo le dio la energía para continuar por un par de días más sin descansos.


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