Capítulo 741: Algunas sorpresas.
Capítulo 741: Algunas sorpresas.
Aurora caminó por el pasillo a su espalda en silencio la seguía su grupo. Primero estaba Nicole, al lado de Clémentine, detrás de ellas se encontraba Leslie y Andrés, seguido a su vez de Akira y Liam.
Al final venían Alice y Érica, siendo la primera que parecía darse cuenta de que ella al pesar de que no estaba mirando para atrás, podía verla completamente.
Sus sentidos reflejaban todo a su alrededor y desde que llegó a la Tierra, ella sintió una conexión incomprensible con este mundo.
Sin embargo, la ignoró y aplacó queriendo centrarse en su estado después de resolver todas las cuestiones que tenía en mano.
Ella lo guio a la biblioteca de su hogar y sintiendo el aroma los libros, ella respiró hondo.
“Ha pasado tiempo.” Murmuró en voz baja.
Para sus amigos probablemente paso meses, pero para ella, años. Tal era el tiempo que duró desde que decidió entrenar constantemente usando los poderes de Aión para detener el tiempo en todo un mundo.
Ella había probado que ese poder rindió su fruto al llegar a este mundo y vencer dos rangos SSS del portal como si no fuera un desafío, pero… Aurora se giró, mirando su grupo que se sentaba en diferentes asientos mientras que otros quedaban parados.
Shao Ya no las acompañó, pero su grupo más cercano seguía siendo numeroso.
Por supuesto, aquí faltaban personas como Amber, que a ella le hubiera gustado que escuchara parte de lo que tenía que decir, pero ambas tuvieron una llamada y se quedó para hablar en otro día.
En cierta forma Amber entendía, al igual que ella en este momento, que su grupo, especialmente aquellos de la academia, necesitaban hablar más que nadie.
Y ahora Aurora, pudo no solamente ver el estado de sus amigos, sino que sentir sus emociones.
Nicole llevaba una expresión seria y si bien en el fondo no ocultaba su alegría al verla viva, parecía estar notando algo en el ambiente al mirar de reojo a Érica y Alice.
Andrés y Liam estaban más tranquilos, ambos contentos siendo el primero que estaba aliviado de verla viva y el segundo, sentía sienta emoción quizás por entender lo que ella buscaba y alivio de que ella tuviera objetivo, conociendo bien qué clase de persona era ella cuando tenía objetivos.
Leslie era la que más aliviada se sentía, como si su presencia le quitara un peso de encima mostrando lo difícil que había sido estos meses para ella.
Clémentine tranquila, revelaba alivio de que ella estuviera viva, pero fue obvio que tuvo tiempo para procesarlo, probablemente enterándose antes. ¿Alguna fuerza psionica? Aurora había oído de su cuñada lo que sucedió con su amiga y Fenghuang, pero no pudo profundizar en lo que le había pasado a Clémentine.
Ella ya había hablado con Akira y si bien no contó todo, su amiga estaba más relajada actuando como la adulta y la mayor del grupo o al menos eso quería aparentar, ya que la esquina de sus labios no dejaba de temblar queriendo contener la sonrisa al verla viva.
Muy diferente a ella fue Érica, quien mostraba seriedad y frialdad, en el fondo estaba dispuesto a lidiar con sus acciones y lo que ella creía como su traición, sin querer dar excusas.
Y entonces, estaba su hermana, a diferencia de los demás, Aurora no pudo leer las emociones de su hermana que parecía no sentir nada.
Intocable ante la Divinidad de su concepto como luchadora que le permitía leer las emociones y, aun así, la más fácil de leer. La incomodidad, la forma que evita su mirada daba ser la impresión de ser una niña que sabía que cometió algo malo, pero no se arrepentía.
Me dio segundo le tomó leer a todos en la sala y otro segundo en poner sus pensamientos en orden.
Ella tenía claro sus planes y sus objetivos, pero necesitaba ordenarlo la forma que los iba a presentar.
“Supongo que se deben haber dado cuenta de que mi muerte fue una farsa.” De su boca salió lo obvio, y mirando a Érica y Alice, le devolvió la mirada a lo demás. “No sé lo que esperaba. Ciertamente tenía miedo. Miedo de no ser tan fuerte, miedo de no poder proteger a aquellos que quiero y por tal me fui, porque me prometieron que en la Tierra no me iba a fortalecer como debería.”
Miedo. Esa fue la razón por la que se fue a Terra nova en busca de poder. Miedo a no poder ser tan fuerte para proteger a aquellos que le importaban.
A sus amigos, conocidos, compañeros y a la gente de la ciudad que ella ayudó a fundar. Miedo a que aquellos individuos que se ocultaban en las sombras pudieran lastimar a sus conocidos y amigos sin que los dioses que la vigilaban únicamente a ella pudieran hacer algo para detenerlos.
“Lo lograste.” Dijo Nicole, su mirada se fijó en ella y esa luchadora pudo sentirlo.
Aurora pudo percibir las emociones de Nicole, sorpresa al sentir su aura y la presencia que ella ocultaba, la misma que sus conceptos podían liberar a voluntad… Y esa sorpresa se convirtió en fascinación con cierta expectativa por un combate que hizo que Aurora sonriera a medias.
“Cierto. Soy más fuerte de lo que imaginan.” Dijo Aurora y respiró hondo, entonces exhaló.
En ese intervalo sintió millones de emociones de todo el territorio de Zerzura en un instante, conectada profundamente a ella hasta tal punto de que ella supo que a su voluntad se movilizarían.
Tal era su divinidad al mínimo, más allá sentía las emociones de incontables millones que estaban a la espera de su llamado y Aurora no se atrevió a tratar de sentir las emociones de todos los seres de la Tierra pese a que supo que podía hacerlo.
Y su grupo, percibió una minúscula parte de lo que ella era capaz y no tuvieron miedo, sino que sorpresa y luego alegría al ver que ella consiguió lo que buscaba.
“Sin embargo, fue el camino difícil. Si hubiera hablado abiertamente y pedido ayuda, no estaría en esta situación. No debería haberle mentido y engañado.” Aurora habló honestamente.
Si ella hubiera pedido ayuda podría haber logrado lo mismo sin la dificultad y el costo que le causo su testarudez. Ni siquiera debería haberle pedido ayuda a Jezabel o Aión, ya que Cithrel y todo el poder detrás de ella, que siempre le ofreció podría haberle hecho la vida más fácil.
Su testarudez, su rechazo a la ayuda y su deseo de ignorar lo que la rodeaba era lo que hizo que cada paso fuera difícil y con ello, causó daño a las personas que le importaba.
Las heridas físicas se curaban, pero las heridas emocionales dejaban rastro y Aurora podía ver en el fondo, que la confianza estaba dañada. Algunos más que otros, pero ahí estaba.
“No es algo que debas culparte.” Érica interrumpió, su máscara de hielo que ocultaba sus emociones más fuertes que nunca. “Es algo que nosotras hicimos. Nosotras tomamos las decisiones por ti. Nosotras no revelamos la verdad.”
Érica miró a Alice que reveló determinación al mirarla y luego miró al grupo que empezaron a darse cuenta de la situación.
Aurora dejó de leer las emociones, no queriendo violar la privacidad y las emociones que su grupo sentía.
El plan era simple: Ella fingiría su muerte siendo asesinada por Érica, quien lo haría para ganarse la confianza del grupo que Isabel la puso en contacto. Infiltrarse y conocer sus secretos para de esa manera no enfrentar enemigos que se ocultaban en la sombra. Entonces ella trataría de volver lo suficiente fuerte para apoyarlas al enfrentar lo que fuera que descubrieran.
Por supuesto, se descarrilló rápido y desde el inicio… No, ella tenía un plan, pero tanto su hermana como Érica tenían otro.
“La mejor forma de engañarlos era que todos lo fueran.” Dijo Alice por primera vez.
Engaña a tus aliados para engañar a tus enemigos… Tal era lo que ellas se enfocaron y Aurora lo supo, al ver la mirada de Érica.
“Necesitábamos descubrir a quienes nos enfrentábamos… A cualquier costo.” Declaró Érica, sus últimas palabras resonaron con Aurora.
Si, era imposible que no resonaran con ella cuando durante una parte de su vida ella vivió con la idea de venganza a cualquier costo y fue uno de los peores momentos de su vida.
La frase resonó con alguien más, primero fue Nicole, quien frunció el ceño de inmediato.
“Cada uno de nuestros planes era visto con anterioridad por nuestros enemigos.” Clémentine dejó salir la idea que revoleteaba en su mente.
Aurora se informó de las acciones de sus amigos por querer vengarla, pero también de su fracaso. Un fracaso inevitable cuando la misma Érica buscaba infiltrarse en ese grupo y usaba cualquier miedo a su disposición. Ese medio incluía revelar los secretos de sus amigos para ganarse la confianza del grupo.
Las reacciones cambiaron y los fruncir de ceño se elevaron, pero el aura de Nicole se elevó sutilmente por sobre los demás, antes de ser suprimida.
“Supongo que la emboscada que tuve hace unos días y tus mensajes por saber mi estado no eran tan amigables como parecían…” Murmuró Nicole y a pesar de sus palabras, una sonrisa llena de confianza apareció en su rostro. “Espero que haya valido la pena.”
Nicole no tomó que se revelara sus planes como una traición, sino que como un acto de confianza y quizás lo era. Si Aurora tuviera que elegir a alguien que sobreviviera frente a los más salvajes enemigos seria esa luchadora.
Esa mujer ya no era la adolescente que se ponía nerviosa al luchar, era la mujer que ponía nerviosos a otros.
“Lo hizo.” Respondió Érica le devolvió la mirada con seriedad. Sabía que incluso si Nicole rebajaba lo que hizo, la traición permanecía y no dio excusas. “Lamentablemente, no pudimos ir hasta el final.”
En esa última palabra ella miró a Alice y Aurora recibió la mirada de esta última y le dio una pequeña sonrisa que llevaba una pregunta.
¿Conociste a tu hermano mayor? Por supuesto, Alice lo comprendió y su fruncir de ceño mostró que no le gusto.
Aurora volvió a enfocarse y miró a Érica, cuya expresión no cambiaba, esa mujer no se iba a arrepentir.
A cualquier costo, tenía un significado que Aurora podía comprender el peso. Ella que durante su peor momento asesinó a padres delante de sus hijos sin dudar conocía el precio de esa frase y no podía juzgarla.
Aun así, ahora que se miraba en retrospectiva podía asegurar algo.
“Voy a aplastar a esos bastardos. A cada uno de ellos hasta que aquel ser que siguen aparezca para protegerlo y también lo asesinare. Ya sea un Dios o un Transcendental.” Anunció Aurora, pero su voz no llevaba ni la presencia de su ser ni la grandeza o el deseo de violencia, fue plano. “Esto se los prometo.”
A pesar de lo plano y sin emoción de su declaración, su grupo sintió el peso y la especificidad.
Dios o Transcendental, el primero era una entidad extremadamente poderosa relacionada a divinidad y en cierta forma a la energía mágica y el segundo a lo psionico. Ambos seres extremadamente poderosos.
Y, sin embargo…
“Son secundarios. Una piedra en el camino o una barrera que hay que pasar para lograr algo más grande que ellos.”
Aurora empezó a reordenar sus emociones y los planes, pero fue honesta con sus palabras.
El grupo que tanto le había causado problemas en realidad eran secundarios. ¿Por qué debería molestarse con ellos? Por supuesto, los erradicaría a todos, pero sería como limpiar un obstáculo para algo más grande.
Si fueran verdaderamente poderosos serian como a los seres que enfrentó en Beldaría que invadieron abiertamente y controlaron el planeta manteniendo a los humanos como animales de granja.
Esos seres eran peligrosos al usar sus poderes sin restricciones. Estos necesitaban deshacerse de sus enemigos en silencio y jugaban bajo las mismas reglas que los mortales más poderosos de la Tierra, ocultándose y manteniendo un perfil bajo.
Y la razón por la cual esos seres jugaban bajo las mismas reglas que los mortales era simple, al menos para ella. Por supuesto, sus amigos no lo sabían así que ella decidió que era hora de mostrarles para que entiendan.
Abrió su reloj holográfico y envió un mensaje, entonces el espacio a su lado se desestabilizó y Aurora miró de reojo a su hermano que aparecía de repente.
Karl Campbell levantó la ceja al ser mirado por tantas personas y Érica obviamente lo reconoció.
“Le presentó a mi hermano mayor. Karzhal Campbell.” Dijo Aurora y mirando a su grupo, añadió. “También es conocido por su nombre de jugador y su título de Terra nova. Karzhal, el Enemigo de la Humanidad.”
Sorpresa fue la primera emoción de todos los presentes excepto Alice y lo siguió la incredulidad y entonces se elevó el miedo. Un sentimiento natural para ellos que se criaron escuchando sobre el Enemigo de la Humanidad.
Aurora continuó de inmediato.
“Él tiene una esposa.” Aurora se detuvo, sintiendo el calor que revelaba felicidad ante el título que ella acababa de dar a la mujer que estaba por nombrar. “El nombre de su esposa es Jezabel. Ella tiene muchos títulos, pero la conocen como la Diosa Primordial de la Destrucción, el Fuego y el Caos… Y mi cuñada favorita.”
La única cuñada posible que su hermano tendría si ella recordaba los libros sobre la posesividad de esa diosa con su hermano. Esos libros venían de la Diosa del Conocimiento así que algo de veracidad tenían.
“Verán mi familia está muy relacionado a los primordiales y a Dioses. Yo incluida.” Aurora pensó en Aión, últimamente ese ser no le hablaba y se mantuvo lejos, pero ella sabía la razón y continuo con una sonrisa. “Cuando era niña me perdí y Aión me hablo. Se llamó así mismo como ‘sistema’, algo no extraño para un Dios que parece que no tiene habilidades sociales.”
Ella se rio para sí misma y continuo, ignorando completamente a su grupo.
“Mi maestro y mi maestra también son Dioses. Estoy segura de ello y aunque todavía tengo que ir a hablarles.” Aurora sonrió ante la idea y la sorpresa de sus oyentes. Entre ellos sintió una persona que estaba tensa, congelada e inmóvil, que ella ignoró para no dejarla en evidencia. “Estoy rodeada de Dioses desde que era niña.”
Su familia estaba relacionada a Dioses Primordiales, pero ella era parte de esa misma familia y su conexión era indudable.
Aurora volvió a mirar a su grupo, la sorpresa, incredulidad todavía continuaba y la facilidad con la cual ella hablaba y su seriedad fue lo que hizo que ellos no se rieran.
Estaban total y completamente anonadados hasta el punto de que sus mentes no lograban asimilar lo que escuchaban.
“Ahora le estoy pidiendo ayuda a ellos para cumplir mis objetivos. Tengo planes para Zerzura… No.” Ella se detuvo, su mente enfocándose correctamente. “Tengo planes para este continente y este mundo.”
Para este universo… Ella se tragó esas últimas palabras. Las ideas demasiado descabelladas necesitaban mayor tiempo para pensarse.
Sin embargo, su objetivo era claro. Ella iba a cambiar este continente y este mundo y a diferencia de todos aquellos poderosos que jugaban con las reglas actuales, ella iba a imponer su voluntad, aunque tuviera que torcer las reglas.
Si ya torcía la realidad con su voluntad y sus auras, torcer un par de reglas mundanas no era demasiado complicado y más con los seres que ella tenía como ayudantes.
Su punto con sus palabras era simple, en el gran esquema de las cosas y entre los verdaderamente poderosos, el grupo que tanto le causo problemas y dolor, era insignificante.
Debían pagar por sus acciones y por el daño que causaron, cumplir la venganza de aquellos que querían vengarse, pero el objetivo debería ser otro, uno más alto que incluso esos individuos.
¿Si no apuntaba tan alto, entonces para que hizo todo lo que hizo hasta ahora?
“Sin embargo, esos planes son para después. Ahora, ¿les gustaría escuchar cómo me convertí en la Primera Heroína?” Preguntó Aurora cambiando de tema y la reacción…
“¡¿QUE?!” Gritó Nicole levantándose con la boca abierta y sus ojos completamente abiertos de sorpresa.
Todos los demás estaban sorprendidos en igual o mayor medida y Aurora al ver esa reacción que fue mayor a escuchar que ella estaba relacionada con Dioses, se rio a carcajadas.
Al parecer algunas sorpresas eran más grandes que otras.
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