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TG - Capítulo 734
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Capítulo 734: Dos días.

Capítulo 734: Dos días.

La primera vez que Clémentine abrió los ojos se encontró en la habitación del edificio de Aurora y Alice en África. 

En ese edificio se encontraban pequeños departamentos con varias habitaciones y a Clémentine siempre le gusto descansar en ese lugar. En cierta forma, le recordaba a cuando era una estudiante sin muchas preocupaciones en la vida y que lentamente descubría su camino.

Esos recuerdos llegaron a su mente debido a lo realista que era el lugar. El olor de la habitación, los drones de Liam que flotaban por las esquinas de la habitación limpiando, la textura de las sabanas y de los muebles.

Todo era real y tal realidad le hizo traer recuerdos, pero de inmediato la hizo tener pánico.

Ella recordó la voz que la llamó ‘niña’ y ella de inmediato extendió sus sentidos por toda la habitación y más allá de las paredes tan solo para darse cuenta de que más allá solamente se encontraba una densidad psionica tan intensa que le hizo imposible detectar donde estaba.

Era extraño que en el interior de esta habitación todo fuera real e incluso el aire lo era llevando a que ella respirara.

Clémentine primero pensó en Aurora que ella vio que seguía viva y lo primero que quiso hacer fue ir a ese mundo.

Ella quería saber porque Aurora estaba en ese mundo. Era fácil de darse cuenta de que su amiga no rencarnó, sino que ella nunca murió y la extrañeza de que estuviera en otro mundo, era lo que hizo tener dudas.

Lamentablemente no era tiempo de tener esas preguntas, no cuando tenía que hablar con el dueño de este lugar.

Clémentine se levantó y lavándose la cara, se arregló lo suficiente como para verse presentable y luego se dirigió a la entrada, abriendo la puerta.

Ella esperaba que la energía psionica entrara a la habitación de forma desmedida, pero lo que se encontró al otro lado la sorprendió.

“Un bosque…” Murmuró Clémentine apenas fue sorprendida por sus sentidos.

El aroma de los árboles y las plantas, mezclado con el roció de la lluvia la desorientó, pero ella continúo caminando.

Tocó las plantas y con su mente trató de analizarlos, pero no importa cuánto tratara de analizar, el resultado era que todo era real y estaba vivo.

Ella observó los árboles y encontró casas de madera recordándole en parte al Bosque Mágico de la Tierra, pero mezclado con toques de otra civilización, que ella no pudo identificar.

“Mm, le falta más luz.”

Sin saber ella siguió caminando hasta que se encontró una figura blanca que estaba observando el bosque.

La figura era de color blanco puro y ligeramente transparente, pero la forma era humanoide. En el rostro se podían ver dos esferas de color purpura tan puras que parecían resplandecer y a la vez que liberaban una intensa fuerza mental.

Esa misma fuerza mental torció los alrededores, en lo alto donde antes venia una luz, se fue alejando hasta que se convirtió en un sol gigantesco.

La figura movió su mano, cambiando de posición el sol como si lo estuviera arrastrando en el espacio y Clémentine que había extendido sus sentidos, se quedó sin palabras.

Ella al principio no pudo detectar el sol porque estaba a miles de kilómetros a la distancia, pero cuando ella misma torció la distancia, el calor abrumador del sol quemó sus sentidos.

¿El sol era real? Tal pregunta, llevó a que ella se congelara no sabiendo cómo reaccionar.

¿Debía arrodillarse ante el ser que estaba delante de ella? ¿Debía saludarlo como en la Tierra o debía tratar de inclinarse en señal de respeto?

“No me molestaría que te arrodillaras, pero realmente no me interesa ver como una niña trata de presentarse.” Dijo la figura y se giró para mirarla, llevando que la sonrisa en su rostro apareciera. “Soy el Transcendental Más Fuerte de Todos.”

¿Ese era su nombre? Clémentine controló sus emociones con rapidez.

“Soy Clémentine Delacroix y le agradezco por salvarme.” Dijo Clémentine de inmediato.

No era mentira que fue salvada. Luego del contragolpe de la Barrera Dimensional del mundo donde estaba Aurora, ella estuvo lo suficiente herida y si se descuidaba podría haberse perdido en el Reino Astral.

Ya los rastros de Fenghuang no estaban en ella como tal podría haberse vuelto difícil protegerse si estaba por su cuenta y más importante, podría haberse alejado de la zona en donde estaba. El área que controlaba la existencia que estaba frente a ella.

El dueño del Pilar Blanco estaba al frente de ella y ese ser mantenía estable los alrededores llevando a que no encontrara pesadillas o seres psionicos peligrosos. Así que ella estaba agradecida de ser salvada.

“Si, esa es la actitud que me gusta de una niña. No tiene sentido el respeto o un saludo, si no sabes ser agradecida, Clementina de la Cruz.” Dijo la figura flotando a su alrededor.

“Es Clémentine Delacroix.” Murmuró Clémentine inconscientemente cuando escuchó que su nombre fue mal pronunciado.

Quizás no estaba equivocado ya que una traducción literal en otro país sería diferente… Sus pensamientos fueron cortados por la figura que se movió a su alrededor.

“Es raro que una niña sobreviva por su cuenta al Reino Astral incluso con la protección de una adolescente.” Dijo la figura y al ponerse al frente de ella, estiró su mano hacia su cabeza. “Normalmente lo hubiera intervenido. No cuando estabas sobreviviendo tan bien por tu cuenta.”

Se estaba refiriendo a ella como ‘niña’ y probablemente a Fenghuang como adolescente, pero fue lo último lo que trajo la atención.

Clémentine sabía que Fenghuang la protegió y también al lanzarla lo hizo con cierta dirección llevando a que ella estuviera cerca del Pilar Blanco donde este ser gobernaba. No obstante, ella supuso que no era suficiente para su intervención.

El Trascendental acercó la mano a su cabeza y tomó algo, que apenas sacó se revelo como una esfera.

Los alrededores al instante se volvieron caóticos cuando múltiples energías empezaron a emitirse y Clémentine al intentar mirar la esfera, sintió una sensación de peligro y una punzada en su mente.

“Oh, la mirada de múltiples Seres Divinos y… Primordiales.” Dijo la figura al forzar que las energías no se esparcieran y sonriendo, añadió. “Debes ser una niña muy querida en tu mundo.”

“No, no lo soy.” Respondió Clémentine y delante de la mirada de ese ser, continuo. “No creo que sea por mí.”

¿Seres Divinos y Primordiales? Clémentine no tenía ni idea porque las miradas de esos seres estarían en ella. Quizás la Diosa del Orden sería lo más cercano, pero lo demás… Ella jamás tuvo alguna relación con esos seres y ni siquiera creía en la mayoría de ellos.

“Bueno, entonces eres importante para alguien más. Alguien que tiene la atención de Primordiales.” Respondió el Trascendental rompiendo la esfera.

Primero el espacio se distorsionó alrededor de la mano de ese ser y luego el fuego surgió, siendo este último sin control llevando a que la energía psionica que componía este mundo empezara a desintegrarse.

“Enviare a la niña a casa no necesitan aparecer. Si, por supuesto que me deben una. La niña lo estaba haciendo bien por su cuenta. Claro, enviarla es mejor que ustedes aparezcan.” 

El ser empezó a hablar delante de ella como si se estuviera comunicando con el otro lado y Clémentine tragó con dificultad.

Ella había visto como la divinidad del Dios del Espacio y el Tiempo trabajaba y si bien no podía reconocer la divinidad del fuego, la sola idea de que ese ser estaba hablando cómodamente con el Primordial del Espacio y el Tiempo revelaba el estatus de ese ser.

Quizás el Trascendental Más Fuerte de Todos merecía su nombre.

La llamada terminó y ese ser, no pudo contener la sonrisa al mirarla. Su cabeza estaba en lo alto y su pecho afuera, fue claro que estaba leyendo sus pensamientos y estaba orgulloso.

“Ya le avisé que estas bien. Si ellos aparecen el Reino Astral… Bueno, no quiero mi casa desordenada por culpa de esos seres.” Dijo el Trascendental con un tono aburrido y mirándola a los ojos, preguntó. “Entonces niña, que quieres hacer?”

Clémentine no respondió de inmediato a la pregunta, no cuando en su mente tenia múltiples dudas.

Le preocupaba Fenghuang y la emboscada. El Fénix la protegió en ese momento y en cierta forma ella era lo más cercano que tenia de una maestra.

También le preocupaba Aurora y si bien ahora sabía que estaba viva, ella seguía teniendo dudas y quería saber porque estaba en otro mundo.

Luego estaban los Primordiales. Clémentine sabía que ella no era tan importante como para que la mirada de Primordiales se fijara en ella, pero había otra persona que lo era.

La hija de Antón y Agatha Campbell, la Primera Heroína y la Protectora de Zerzura cuya relación con la Iglesia del Tiempo y el Espacio era incuestionable.

Quizás la razón de que ella tenía la atención de esos seres era por Aurora.

Demasiadas dudas y preguntas, pero al mirar a ese ser, que le preguntaba que quería hacer, Clémentine supo que quería hacer.

“Me gustaría aprender de usted, Señor.” Dijo Clémentine inclinándose ligeramente.

Actuó como una niña en busca de aprendizaje y aprender del ser que hablaba en calma con los Primordiales, le podía ser de ayuda.

También podría descubrir el estado de Fenghuang lo cual era bueno ya que cuando volviera a la tierra tenía muchos enemigos. Incluso si Aurora estaba viva, ella recordó la emboscada de Fenghuang y no iba a dejarlo pasar.

“Siempre bueno es educar a los niños, Clementina de la Cruz.” Respondió el Trascendental Más Fuerte de Todos, con una sonrisa orgullosa.

Esta vez Clémentine dejo que pronunciara mal su nombre.

******

Andrés se quedó en silencio mirando las montañas en donde antiguamente se encontraba la Academia Cernunnos. La Academia era bien conocida por estar en la cima de la montaña de la Cordillera de Suiza, pero ahora ni la academia o la montaña podía ser vista.

Más de diez kilómetros fueron tragados y en donde antiguamente estaba la montaña se encontraba un desgarro gigantesco contenido por la Iglesia del Orden y del Tiempo y el Espacio.

Él se quedó mirando. Estaba preocupado, no podía negarlo. Como alguien que estuvo conectado a la Academia por medio de Rupert, su domador el Anciano Kernen y Cesar, era normal que estuviera preocupado.

“Ya se están movilizando.”

Una voz lo distrajo y ella miró a Leslie, que estaba tensa al verlo. Él al ver la barrera que contenía el desgarro, movió su mano lentamente hacia el hombro de su amiga.

“Ellos estarán bien y la ayuda está siendo enviada.” Dijo Andrés a pesar de que él también estaba preocupado.

Leslie bajo la cabeza y le dio una mirada a él, suspirando lentamente.

“Todo está avanzando demasiado rápido.” Murmuró Leslie y mirando el campamento que los rodeaba, añadió. “Y siento que me estoy quedando atrás.”

Andrés la observó no sabiendo que decir, ya que él también sentía algo similar.

No hace mucho Leslie se enfrentó a un rango SSS cuando Edward fue liberado y él no pudo hacer nada para ayudarla. Más atrás de eso, Aurora fue asesinada y lo único que él pudo hacer fue ponerse a trabajar, sin poder hacer mucho.

Él aceptó que la fuerza no era lo suyo y tampoco la pelea directa, por tal razón se centró en el trabajo, pero Leslie era diferente. Ella no se quería quedar detrás de un escritorio y al margen de la batalla.

“¿Qué tal si vamos a hablar con Lucius?” Preguntó Andrés y mirándola, le sonrió. “Puede que él de algunas ideas de cómo fortalecernos.” 

Andrés se guardó la idea de que Lucius probablemente le daría recomendaciones extrañas como convertirlos en robots.

Sus palabras hicieron que Leslie se relajara y ella le dio una pequeña sonrisa.

“Vamos.” Instó Leslie y lo tomó de la mano mientras que él se dejaba llevar.

Sintió la fuerza de la mano de Leslie, su tensión y preocupación y a la vez percibió como ella lentamente se relajaba mientras caminaban por el campamento que se formó para este portal.

Aunque llamarlo Portal Abismal era extraño debido a que en ninguna parte existía un portal, las autoridades actuaron con rapidez y muchas personas se movilizaron.

A dos días del accidente, una fuerza de apoyo fue preparada y ahora estaba siendo enviada.

Entre ellos se encontraba Amnestria, la Reina del Bosque como rango SSS liderando la expedición, Lapis conocida como Luna Desolada de rango SS junto a la Cardenal Najjar de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.

Del Imperio de Sur América, el Gigante del Sur fue enviado Alfredo Rivas el mago de agua de rango SS y de parte del Rey de Arabia se envió a Gustav Strittmatter como rango SS.

Ya esos cinco individuos tan conocidos como aterradores era suficiente para muchas de las situaciones que ha enfrentado la Tierra, pero no termino en ese punto.

Mercurio, líder del Gremio Los Caídos de Turquía también era parte del grupo junto a Yukimura Kageyasu de Japón, Cécile Leorux de Inglaterra y Vladislav Vasíliev.

Todos ellos grandes nombres y de respaldo se esperaba que el Imperio de Sur América enviara otro rango SS y se rumoreaba que, de la India, el mismo Nandi que no era de salir de su territorio quería salir.

Todos esos grandes nombres mostraban un solo hecho: La Academia Cernunnos tenía apoyo de muchas organizaciones y si bien algunos de ellos eran enviados por gobiernos, la mayoría de ellos intervinieron por pura voluntad o por asociación.

Zerzura y el Bosque Mágico era el claro ejemplo, siendo la Reina del Bosque, quien salió de inmediato y ahora estaban entrando a dos días del portal.

Dos días fue el tiempo que se preparó el equipo y antes de que se hiciera los análisis requeridos a la grieta, el grupo estaba entrando tratando de cruzar sin saber si el portal era estable o existía algún otro peligro.

La razón fue Amnestria, quien estaba dirigiendo en este momento el grupo caminando adelante junto a Lapis y la Cardenal Najjar.

Era difícil de detener a una de las Bestias más poderosas de la tierra cuyo reino incluía varios rangos SS.

“La ayuda va en camino.” Murmuró Andrés mirando como la barrera era abierta por Amnestria y los individuos se lanzaban directamente a la grieta sin saber el camino.

Algunos llevaban expresiones serias como Cecile y otros… Bueno, ver al líder del Gremio de los Caídos saludar antes de saltar ciertamente calmaba un poco.

Del otro lado el Barbegazi y el Director de la Academia de Cernunnos, Finn Ackermann se encontraban junto a cientos de estudiantes y bestias mágicas enfrentando lo que sea que estuviera del otro lado.

Lo que significaba que ahora habría dos rangos SSS y, aun así, Andrés se sintió tenso.

La forma que apareció este portal de la nada, diferente a cualquier otro, dio la sensación de que no era normal y que la expedición partiera a dos días, revelaba que esos individuos también lo sentían.

“Volvamos al trabajo.” Instó Leslie y respirando hondo, añadió. “Tenemos que hacer lo que podamos.”

Andrés sonrió suavemente al verla y cuando ella soltó su mano, él la siguió.

Él hace tiempo había aceptado que no era uno de esos grandes individuos que lucharían de frente, pero que no estuviera allí, no significaba que su trabajo era menor.


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