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TG - Capítulo 730
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Capítulo 730: Reino Astral

Capítulo 730: Reino Astral

Un espacio ilimitado de color purpura era lo único que Clémentine podía ver cada vez que habría los ojos.

De vez en cuando ella podía ver enormes pilares a la distancia de distintos colores, pero más allá de los pilares todo era purpura muy diferente al Plano Astral de la tierra.

En el Plano Astral de la Tierra era purpura, pero tenía tintes de otros colores y ella podía ‘ver’ en ese mundo al igual que entender lo que la rodeaba. Captaba los torbellinos de emociones, los rastros antiguos, las pesadillas e incluso las memorias y era más cierto en las ciudades o áreas pobladas donde las emociones masivas se mostraban.

Sin embargo, aquí el color predominante era purpura, el color que representaba la energía psionica tan alta y pura de este plano… De este Reino.

Y más allá de la energía, ella apenas podía percibir sus alrededores, no solamente se debía al color que cubría gran parte de su visión, sino que su propia concentración.

Si ella tuviera tiempo para adaptarse a este Reino podría observar, pero tiempo era lo último que tenía disponible.

“Ugg… Concéntrate…”

Ella murmuró mientras se mordía los labios, sus ojos estaban cerrados mientras trataba de adaptar su mente al flujo de información que estaba recibiendo.

En el Plano Astral de la tierra, Clémentine podía concentrarse y entender los vestigios del pasado que se encontraban por todas partes, leer los recuerdos de personas que aparecían en ese plano e incluso podía tratar de buscar información específica como hizo en África cuando trato de encontrar rastros de Aurora y descubrió su pasado como la Primera Heroína.

Se trataba de millones de recuerdos y si bien lo hizo con la ayuda de Fenghuang, fue ella quien proceso todo para darle forma y de esa manera entender la información que obtenía.

El Plano Astral de la tierra guardaba vestigios de las mentes más poderosas, de los individuos más influyentes, de hechos históricos, tragedias como momentos felices y en cierta forma era el espacio donde cada ser humano y ser vivo dejaba su marca en menor o mayor medida.

En cuanto al Reino Astral…

“…” Clémentine abrió los ojos y en su visión ella vio varias escenas.

Una criatura antropomorfa con facciones de pez y de mono gritando mientras un rayo creaba fuego en un viejo árbol, luego la escena cambio al instante mostrando la misma criatura con un traje espacial viajando en una aeronave por el espacio y al instante siguiente una imagen de una ciudad flotando en medio del espacio.

“HAAAA!”

Ella pudo darle forma a un evento importante de una civilización antes de que el dolor desgarrador de millones eventos de la misma civilización entraran en su mente y al instante siguiente aparecieron miles de millones más.

Clémentine perdió la consciencia debido a la cantidad abrumadora de información que el Reino Astral tenia. Este mundo no conectaba una civilización o un planeta, conectaba millones de universos, con sus galaxias y sus incontables civilizaciones e innumerables seres vivos y todos ellos dejaban una marca en este Reino.

“Concéntrate… Necesitas cerrar tu mente.” 

La siguiente vez que Clémentine despertó ella se habló a si misma tratando de imitar la voz de Fenghuang para guiarla, pero a diferencia de cuando estaba inconsciente que su mente no procesaba la información, cuando despertaba ella sentía un flujo enorme de información y le resultaba difícil concentrarse.

“HA…” El ciclo se repitió.

“Conce…” Una.

“Hggg…” Y otra vez.

Despertar y concentrarse para no ser abrumada por toda la información. 

Incontables de ciclos donde despertar, tratar de procesar la información y perder la conciencia se repitieron de manera interminable.

Cada vez que ella despertaba resistía un par de segundo y mientras más aumentaba el numero de los ciclos el tiempo se incrementaba segundo por segundo eventualmente convirtiéndose en minutos y esos minutos fueron extendiéndose hasta que finalmente ella pudo abrir los ojos y lo que vio no fue un mundo purpura.

A sus ojos estaba un mundo ilimitado de un ligero color purpura, pero a su alrededor se encontraban motas blancas flotando en el espacio vacío como granos de arena traslucidos y cuando cada grano la atravesaba ella sentía la abrumadora cantidad de información fluyendo en su mente.

Le tomo cerca de cincuenta y cinco ciclos hasta que ella se dio cuenta de que cada mota representaba información a veces de miles de civilizaciones o universos enteros y otras veces de una o dos civilizaciones.

El tamaño del grano no representaba la cantidad, sino que fue la forma que su mente dio entendimiento y representó toda la información que en cierta forma ella misma ordenó de tal manera que no fuera abrumada al instante.

Clémentine giró su cabeza a donde ella sentía que estos granos blancos se movían y vio el enorme pilar blanco a lo lejos. Como siempre fue imposible discernir la distancia en este mundo donde el concepto de ‘espacio’ no tenía sentido y, aun así, ella sintió que estaba dentro de los límites del área de influencia de ese pilar.

“Es… Increíble.”

A pesar del dolor de cabeza causado por tratar de procesar tanta información Clémentine se sintió deslumbrada no solamente por el conocimiento que fluía a su mente, sino que cada mota representaba rastro de miles de mundos, universos e incontables civilizaciones.

Era tan abrumador que ella apenas podía visualizar una escena de millones e incluso billones de años de una civilización y, aun así, ella se sentía impresionada.

Lamentablemente, su asombro duro poco y ella tuvo que volver a concentrarse.

Esta vez, Clémentine respiró hondo o al menos ella sintió que respiro hondo e ignorando el hecho de que en este mundo no existía ‘aire’, se concentró en la información.

Lo primero que hizo fue filtrar toda la información y su manera de hacerlo fue pensar en la Tierra y si bien la cantidad de información disminuyó, no fue lo suficiente.

Después de todo, era probable que entre los incontables universos existiera civilizaciones que llamaran a algún planeta como ‘Tierra’.

Así que ella lo restringió más pensando en donde ella nació y donde vivió con su familia, pensando en Francia y…

“¡¿Que demonio?!” Clémentine abrió sus ojos cuando al frente de ella una escena de una batalla donde una bandera similar a la bandera de Francia Monárquica del siglo 16 era ondeada en un campo de batalla en donde humanos se lanzaban hechizos mágicos.

Tal escena se multiplicó mientras ella empezaba a atraer los granos de arena y las escenas mostraban un rastro distintivo de Francia, pero a la vez totalmente diferente. Una bandera francesa en una nave espacial, en un submarino que luchaba contra monstruos en lo profundo del mar, en una civilización medieval e incontables escenarios en donde ni siquiera en la mayoría la raza era humana.

Ver a un cangrejo ondeando la bandera francesa era simplemente una locura.

¿Cuantos universos paralelos a la tierra existen? Ella tragó su curiosidad y se volvió a concentrar.

A su alrededor la energía de Fenghuang mermaba mientras más ella buscaba atraer los granos de arena y ella supo que quedaba poco tiempo para que la protección de Fenghuang se agotara y Clémentine no quería saber qué ocurriría sin esa protección.

Como tal se concentró y mejoró su filtro esta vez apuntando no a la tierra, sino que, a una persona, la misma que ella trató de buscar en la Tierra.

Entre todos sus conocidos Aurora tenía la suficiente influencia y si alguien alcanzó dejar un rastro en el Reino Astral seria ella, como tal Clémentine se concentró y al instante, la información disminuyó totalmente.

“Ahora necesito atraer todo lo que pueda.” Murmuró Clémentine con una pequeña sonrisa en su rostro.

Ella recordó hace tiempo cuando pudo mover con su telequinesis objetos a pesar de que estaba en otra parte del mundo. Mover objetos por medio del Plano Astral de la tierra era algo que antes ella había hecho y ahora lo replico.

La escala era diferente y el Reino Astral también lo era, pero en este mundo donde no existía el concepto de ‘espacio’ significaba que todo estaba al alcance de la mano… O de su mente.

“Este es mi camino a casa.” Murmuró Clémentine levantando su mano y pensando en Aurora, su mente se concentró pensando en su amiga, queriendo que los recuerdos de ella, la guiaran a la Tierra.

La imagen clara de Aurora, con su sonrisa que siempre buscaba calmar vino a su mente y ella al abrir los ojos, sintió como atrapaba ‘algo’ en su mano, lo suficiente liviano como para tirar y así lo hizo.

Clémentine cerró su puño y lo trajo a si misma, la sensación de tirar una cuerda fue tan extraña como misteriosa, pero lo más extraño fue la ligereza de la acción. Lo que en la tierra le hubiera costado realizar, en este mundo fue un movimiento insignificante.

¿Fue gracias a que su mente mejoró luego de tantos ciclos de constante presión? ¿O fue este mundo lleno de energía psionica en donde la mente prevalecía por sobre conceptos como el ‘espacio’? Quizás fueron ambas e independientemente de ello, Clémentine sonrió al ver que un pequeño grano blanco se acercaba hacia ella.

Si ese grano contenía recuerdos de Aurora, ella podría utilizarlo como un fino hilo para guiarse a la Tierra y eventualmente entrar de vuelta al Plano Astral de la Tierra y su universo.

Tal fue su intención, pero cuando el grano la atravesó, su sonrisa se congelo.

“…”

Delante de sus ojos, ella vio a una joven de cabello negro llevando una armadura de aventurera y una espada en su cintura mientras caminaba por una calle de un pueblo.

La joven mujer se sentía incomoda al mirar a esas personas, pero saludaba y sonreía cuando le hablaba, sin darse cuenta de que la mayoría de ellos eran individuos cuyas mentes parecían dejar marcas en el mismo Reino Astral.

Lo suficiente poderosos como para dejar pequeñas marcas, pero juntos y en el mismo pueblo la marca fue tal que protegió los vestigios de esa joven mujer… De Aurora Campbell.

“¿Como?” 

¿Cómo era que Aurora estaba ahí? 

¿Reencarnación? No, la joven era similar a Aurora sin ninguna diferencia e incluso la apariencia era similar a la última vez que ella lo vio y luego de concentrarse en la joven notó el reloj holográfico que todos en la tierra llevaban.

¿Durante la batalla ella pudo escapar?

“No importa…” Murmuró Clémentine levantándose y volvió a levantar su mano.

Llevando a cabo su plan solo que, a diferencia de dirigirse a la tierra, esta vez se dirigió a donde Aurora se encontraba.

Su mano se extendió y su mente se concentró, su objetivo era torcer la realidad para lograr por medio de su telequinesis atrapar los rastros de dónde provenía esa mota de polvo, pero ella fue más lejos.

“Ugh…” Ella no quiso encontrar la ubicación de su amiga, sino que opto por torcer este mundo a su favor y traer la ubicación de su amiga a su posición.

La presión fue instantánea hasta el punto de que ella se arrodillo. A pesar de que en este mundo el espacio no tenía sentido, era un asunto diferente encontrar un mundo y más tratar de conectar su posición con ese mundo, prácticamente creando una grieta para moverse.

Una presión mayor que levantar un edificio, el dolor apareció cuando ella sintió miles de punzadas en su cabeza revelando que lo que fuera que estaba tratando de traer estaba más allá de su límite.

Se trataba de un mundo alejado del Reino Astral y quizás del dominio del Pilar Blanco donde todo estaba en orden… Tal realización no disminuyó su deseo y continúo forzándose.

“Ug…” Su nariz empezó a sangrar y luego lo siguió cierto liquido de sus oídos tan solo para que su visión se volviera roja cuando sus ojos sangraron.

El dolor de su mente se intensificó dando la impresión de que se partía para extenderse más y más lejos y a pesar del dolor de sentir su mente partiéndose ella continuo hasta que en momento todo cambio.

“Haaaa…”

Clémentine suspiró cuando el dolor desapareció al momento en que su mente se extendió tanto que cruzó una barrera más allá de lo que humanamente era posible.

La sangre desapareció cuando ella con solo pensarlo lo quiso, revelando al frente de ella una grieta donde los vestigios de la civilización que habitaba el otro lado llegaban.

Una civilización esclava bajo el yugo de seres del abismo… Clémentine entendió los vestigios de los recuerdos, los ordenó y los leyó en un instante.

El límite que había cruzado antes le permitió entender este nuevo mundo y ella profundizo manteniendo el filtro por Aurora y…

“Está viva…” Clémentine sonrió al ver a su amiga dando un discurso en algún momento en ese mundo y ella continuo, buscándola esta vez conectándose con ese planeta y al encontrar una pista, ella gritó. “¡AURORA!”

Su grito se extendió por este espacio y también se introdujo por la grieta mientras ella forzaba la barrera de ese mundo para adentrarse una escena apareció.

Una joven mujer con una espada en la cadera se encontraba caminando por medio de un castillo rodeado de cadáveres de criaturas que Clémentine apenas podía percibir.

“¡AURORA!”

Clémentine volvió a gritar, pero esta vez movió sus dos manos queriendo abrir la grieta para entrar a ese mundo y ella vio que su amiga se giraba mientras la grieta a la realidad de ese mundo se revelaba y…

“¡!”

Clémentine abrió sus ojos cuando sintió el peligro y al instante siguiente una onda expansiva surgió de la grieta golpeándola de lleno. Ella estaba totalmente desprotegida y sintió como su cuerpo chocaba a altas velocidades con una pared inamovible.

Todo su cuerpo dolió de inmediato y su consciencia instantáneamente pareció perderse.

Si fuera antes de ascender el contragolpe la hubiera dejado en coma o hubiera destruido su mente en el acto, pero como alguien que alcanzó el rango SS, su mente fue más fuerte, lo suficiente como para mantenerse consciente.

Ella se concentró, estabilizando su mente, cerrando las heridas de su cuerpo y deteniendo el sangrado de su cuerpo con su mente.

“Supongo que eso es la barrea dimensional.” Murmuró Clémentine con una media sonrisa complicada.

Fenghuang y prácticamente en la tierra siempre se habló de la Barrera Dimensional y del Velo del Plano Astral, pero ella estúpidamente trato de adentrarse a un mundo rompiendo esa misma barrera.

El contragolpe que evitaba que seres externos entraran a los mundos le sucedió a ella.

“La Barrera de la Tierra debe tener un contragolpe mortal.” Murmuró Clémentine sabiendo que el mundo donde se encontraba Aurora la Barrera Dimensional era débil.

Pensando en que su amiga estaba viva, ella sonrió y su sonrisa permaneció hasta que sintió una presencia a su espalda.

“Una niña causando desastre en mi patio trasero. Que mala educación.”

Una voz surgió en todas partes a sus alrededores y ella al girarse, vio dos ojos purpuras que se fijaban en ella.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Buenas, espero que estén bien. Este mes está siendo bastante complicado y con demasiadas responsabilidades, así que he tenido muy poco tiempo para escribir y cuando tengo tiempo libre la paso leyendo jajaja. Espero que disfruten el capitulo!

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