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TG - Capítulo 727
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Capítulo 727: Todo cambiaría.

Capítulo 727: Todo cambiaría.

Una semana y media había pasado desde ese ‘día’ y Aurora como tantas veces en la mañana no quería salir de su habitación.

Estaba en el palacio que una vez el Guardián de Beldaría se había quedado, no en la habitación principal que le parecía demasiado grande, sino que una habitación más pequeña de invitados.

Por la ventana ella podía ver como el sol lentamente se estaba elevando por el horizonte bañando con su luz estas tierras.

“Su Majestad el consejo la espera.”

Aurora escuchó una voz desde el otro lado de la puerta. La voz era suave, agradable y angelical, pero el tono lleno de respeto y la forma que la trataba era lo que hizo que ella se sintiera incómoda.

Ella sabía que su plan iba a causar muchos cambios no solamente a este mundo si no que relacionado a ella.

Aurora se levantó y acomodó su ropa, que si bien era formal era simple para la etiqueta de este mundo. Una ventaja de obtener el más alto estatus del reino era que ella no necesitaba restringirse con la etiqueta.

“Si cambio el mundo puedo cambiar esto…” Murmuró Aurora y luego dirigiéndose a la puerta, la abrió.

Dos guardias estaban a cada lado de la puerta, mujeres altas con un par de alas blancas y armaduras blancas de cuerpo completo con lanzas.

Sin embargo, la persona que le llamó la atención fue su nueva secretaria y ella la miró.

Una mujer de un metro y medio, de ojos rojos y cabello rubio. Su piel era blanca mármol con tintes rosas lleno de vitalidad. En su cabeza se podía ver una aureola dorada que flotaba.

Ella estaba arrodillada mientras su par de alas rojas eran visibles a su espalda y si bien parecía pequeña y su presencia permanecía como una persona normal, Aurora sabia lo poderosa que era la mujer.

“Es una pérdida de tiempo que te arrodilles cada vez que me vienes a buscar Salysia.” Dijo Aurora dándole una señal para que se levantara. “No necesitas ajustarte a mis estándares ni a las de mi mundo.”

Salysia llevaba un traje femenino ajustado que la hizo ver como una secretaria moderna o más específico como la Diosa de las Secretarias… Si es que tal autoridad existiera.

“Aunque con un par de lentes quedarían bien en ti.” Dijo Aurora y viendo que la mujer anotaba, añadió. “Es una broma. No necesitas tomarlo tan en serio.”

“Si hago algo me gustaría hacerlo bien Su Majestad.” Respondió Salysia y viendo que ella sacudía la cabeza, preguntó. “¿Desea que le dé el informe matutino?”

Aurora asintió y empezó a escuchar el informe matutito.

Salysia era la mujer que lideraba la Centésima Primera Legión bajo el Dios de la Ira y la Locura, el Gobernante del Séptimo Infierno y tal legión no era simple.

Una legión de Celestiales que se encargaban de conquistar mundos para un Dios del Infierno, no por medio de la guerra, sino que la infiltración, adoración y pacificación… Ellos gobernaban mundos por medio de la ‘paz’ llevando a que los habitantes eventualmente se rindieran bajo el excelente gobierno de aquellos que adoraban.

Salysia era la persona que controlaba tal legión, también era una de las nietas más jóvenes de Salveroth y así como la Diosa de la Regencia Eterna, cuyos mundos nunca escapaban de sus manos.

Ahora esa misma persona le contaba cómo progresaba la toma de control de este reino que Aurora había empezado con su hermano.

Desde pueblo donde su hermano había llegado para controlar a los influyentes que cometían actos intolerables hasta nobles.

“Gracias a los juicios sobre aquellos que han cometido delitos o han abusado su poder las personas comunes empiezan a entender que clase de persona es usted, Su Majestad. También las noticias diarias que son proyectadas en cada pueblo ha sido excelente para extender las noticias de su benevolencia.”

Aurora en cierta forma estaba realizando una revolución como tal llevar juicios sobre la clase gobernante anterior era una excelente forma de dar a entender su posición y los cambios que ella deseaba traer. 

“Todavía existen algunos que no desean un cambio y otros que le temen, estos últimos lentamente están disminuyendo gracias a las obras que usted ha iniciado. Sus subordinados están ayudando en las plantaciones para evitar la hambruna mientras se abren comedores en todo el reino. Sus soldados arrestan a los malhechores y eliminan a las criaturas peligrosas mientras que empezamos la construcción de casas, orfanatos y…”

Salysia siguió con todo un plan de infraestructura. Desde carreteras que conectarían cada pueblo y ciudad, edificios administrativos, de salud como hospitales o clínicas, de educación o militares para protección.

La lista era interminable y ellos si bien se encargaban de los edificios más importantes, también contrataban y compraban recursos locales a su vez contratando a los habitantes de este reino para de ese modo mejorar la situación económica.

Por supuesto, los recursos necesarios eran tan altos que ellos lo traían de otro mundo junto a la mano de obra necesaria.

Se estaba hablando de miles de personas, administradores, profesores, médicos y toda clase de profesionales.

“Para la llegada de la mano de obra trata de priorizar a los humanos que desean cambiar este mundo y tener una vida en estas tierras. Ellos ayudaran a acelerar la integración en las ciudades y en los pueblos más alejados.” Dijo Aurora y Salysia la observó, sus ojos rojos brillando. “No podemos hacer nada con aquellos que no confían en el nuevo gobierno. Sin embargo, aquellos que buscan su caída o causar problemas de cualquier medio necesitan ser tratados.”

Desde que Salveroth le ofreció la Centésima Primera Legión miles de luces bajaron del cielo. La mayor parte Celestiales como Salysia y ellos tenían naturalmente una presencia sagrada que llevaba a que personas normales disminuyeran su animosidad naturalmente e incluso que los adoraran.

No era lavado de mente, al menos no extrema, simplemente una influencia que incrementaba las emociones positivas hacia ellos. Tal capacidad no servía con aquellos que tenían animosidad o dudas, por lo cual hizo que su trabajo con aquellos antagonistas fuera difícil.

Para Aurora las personas que debían venir a este mundo debían ser aquellos que desearan una vida en este mundo y crear un cambio, convirtiéndose en nativos.

“Aunque ya lo sabias.” Dijo Aurora al ver la sonrisa de Salysia.

“Aquellos que vienen son humanos de un mundo humanista que recientemente ha visto un cambio en su mundo y que están dispuestos a extender ese cambio aquí. He evitado religiosos y…”

“Tráelos.” Dijo Aurora y viendo que Salysia la miraba sorprendida, añadió. “Ofreceremos la fe de los habitantes de este mundo a aquellos que quieran ayudar y cuyos principios apoyen este mundo. Tu como la primera te daré una ventaja.”

Salysia abrió los ojos y luego se quiso arrodillar para agradecerle, pero vio su mirada y se levantó sonriendo suavemente.

Aurora podía leer las emociones que la mujer expresaba en su rostro, pero nada más. Incluso si intentaba sentir las emociones, ella no podía hacerlo. Así que no podía asegurar si lo que Salysia mostraba era real.

Sin embargo, no importaba.

“Una vez que vuelva a hablar con mi cuñada le hablaré bien de tu abuelo.”

“Gracias, ¡Su Majestad!”

Aurora escuchó la voz a su espalda y continuo. Ella no esperaba todo lo que había sucedido.

Que el Dios del Séptimo Infierno le regalara una Legión no era ninguna broma, ni tampoco algo ligero. Se hablaba de un ejército de ciento de miles liderado por una Diosa y que tenía numerosos Semidioses, rangos SSS e incluso Dioses con diferentes mundos.

Salveroth estaba regalando millones de vidas y seres poderosos como si fueran objetos. Como si fuera un pequeño regalo y todo para que ella hablara bien con la Emperatriz del Infierno.

Tal idea no tenía sentido y era una locura, digna del mismísimo Dios de la Locura.

Y Aurora tenía que lidiar con todo.

Ella siguió caminando, entendiendo que ya no era momento para arrepentirse, sino que para avanzar. Únicamente con la ayuda de una Dios del Infierno, ella podía cambiar este mundo o al menos asentar una base de cambio antes de que se fuera.

******

Luego de dejar la reunión del consejo, donde se encontraban algunos trabajadores más especializados de Salysia, Aurora entró a su propia oficina y…

“Debería descansar más, Su Majestad.”

Ella escuchó la voz llena de respeto de su hermano a su espalda. Él estuvo en el consejo, siempre ayudándola en todo lo que ella necesitaba y coordinaba múltiples temas desde la educación como las leyes al igual que la red de información que él había armado.

Entre las personas de ese consejo, él y Elderia eran los únicos que Aurora conocía. Elderia estaba allí presente como una de las primeras personas de este mundo como su consejo, pero no sería la última.

Lamentablemente para ella, Elderia todavía no se adaptaba al ritmo de lo que estaba sucediendo y su hermano…

“Te estas divirtiendo bastante.” Murmuró Aurora al ver la sonrisa de su hermano.

Ella ni siquiera tenía que intentar sentir las emociones de su hermano, él prácticamente estaba sonriendo al ver la situación que ella se había metido.

No se trataba de gobernar el reino, se trataba de que simplemente ahora era tomada como la gobernante de una legión y todo lo que significara obtener un regalo de ese tipo.

“Obviamente.” Respondió su hermano y tomando asiento luego de que ella se sentara, añadió. “Pero para ti lo ha valido la pena, ¿no? ¿Es increíble lo que unas buenas palabras pueden hacer?”

Lo único que ella tuvo que hacer era hablar bien de Salveroth y ella había obtenido todo lo que necesitaba para poner este mundo en marcha.

Se trataba de profesionales y expertos de toda clase que le brindarían todo lo necesario para que este mundo progresara.

Si ella estuviera sola con su hermano o incluso si pidiera ayuda a Cithrel, ella probablemente tendría que supervisar toda clase de asuntos.

Desde lo legal, económico, militar o a niveles menores. Llevaría años cambiar este mundo, crear la infraestructura y cambiar la sociedad.

Sin embargo, Salysia y su gente se encargaban de todo y tenían experiencia.

Por supuesto, Aurora todavía supervisaba ya que ella necesitaba saber que todo iba según su voluntad, pero no se veía involucrada en detalles y más importante, tenía tiempo para enfocarse en otros asuntos.

“Ayúdame a preparar una reunión con la Diosa del Conocimiento y Cithrel. También con otros dioses de los cuales tu creas que sean confiables.” Dijo Aurora y viendo que su hermano la miraba curioso, añadió. “Permitiré religiones y las construcciones de templos.”

“Vender la fe es un buen negocio.”

Si Aurora trataba de ser más general y no especifica, su hermano apunto al asunto real… Este mundo tenía una gran cantidad de habitantes y permitir que dioses extranjeros vinieran y extendieran la fe se podía llamar un negocio.

Aurora no podía saber cuántos mundos existían en este universo, no obstante, la realidad era que un planeta era valioso… Y uno que estuviera relacionada a ella aún más.

Ella ya no podía negar su influencia, incluso si provenía de su hermano y su cuñada.

“Necesito preparar un buen contrato. Uno que este enfocado en la protección de este mundo y que permita el surgir de un Dios local.”

Ella no iba a tomar este mundo, al menos no directamente. Decidida como estaba para cambiar la sociedad y crear algo nuevo, que siguiera sus propios valores, también significaba patrocinar a cualquiera que fuera decente y que pudiera convertirse en un dios… Uno en el que ella confiara.

Dios extranjeros vendrían y extenderían su fe y sus dominios hasta que eventualmente surgiera un nuevo Dios que gobernaría este mundo y que sería favorecido por aquellos que tuvieran influencia en este mundo.

Un Dios o varios Dioses era necesarios y más cuando este mundo fue invadido por Dioses y aquellos que lo seguían.

Al pensar sobre ello, Aurora miró a su hermano y…

“No he visto a los invasores desde que llegue. Me cuesta imaginar que ellos no se hayan infiltrado en este reino. Así que supongo que tú te encargaste o… El escenario está más arreglado de lo que parece.” Dijo Aurora y…

“He asesinado individuos de menor importancia. Sin embargo, estas tierras… Este reino es simplemente una parcela de tierra salvaje donde animales son dejados solos para que crezcan y se reproduzcan, tomando especímenes cuando son necesarios. Más allá de estas cordilleras es donde los humanos se encuentran bajo el yugo y la vigilancia de sus dueños.”

La expresión de su hermano era tranquila, él no estaba mintiendo. Aurora había visto imágenes de lo que sucedía más allá de estas tierras y ella no pudo alcanzar esos lugares, no en este momento.

Podría iniciar una guerra enviando la Legión a luchar y conquistarlo. Ellos ganarían, Aurora lo sabía. Aun así, la preparación era importante al igual que la información.

“Mis clones han estado enfocándose en el exterior y…”

“Yo me encargare.” Dijo Aurora, su voz seria y simple. La mirada de su hermano se fijó en ella entendiendo a lo que apuntaba. “A pesar de mi deseo de ayudar no puedo olvidar mis razones al venir aquí. Iré a esas tierras y me encargare de enfrentar a cualquiera que se oponga.”

Aurora no sabía qué tipo de enemigo la esperaba y tal dificultad era lo que ella necesitaba. De por si, en la tierra se enfrentaba a enemigos que ella desconocía y ella necesitaba estar preparada o al menos, tener la experiencia suficiente para lidiar con todo lo inesperado.

Aun así…

“Necesitamos rescatar a todos los humanos. No quiero distracciones mientras me enfrento a lo que sea que haya invadido a este mundo.”

Su voz fue casual. Hace años ella dudaría en pedir ayuda, ya fuera a Jezabel, Aión u a otros dioses, siempre dudando no queriendo relacionarse con ellos, incluso a costa de vidas inocentes.

Muchas vidas se habrían salvado si ella no fuera tan temerosa y no dudara tanto. Y ahora no iba a dudar.

Esta vez iba a pedir ayuda a un Dios… No, le iba a ordenar a uno.

“Dile Salysia que prepare un plan y si necesita más ayuda le pediré a Avaricia. Él me debe un favor o varios.” Aurora dio su orden y su hermano sonrió al verla llena de confianza.

Gruvreas también conocido como Avaricia fue quien le reveló lo de su hermana y fue obvio que la razón fue para que el clon de Jezabel la trajera a este mundo… Y tal ‘traición’ era lo que Aurora se aprovecharía obligando a ese Dios de la Avaricia a aceptar sus demandas.

Ya estaban atrás los días que ella resolvía los problemas a medias siempre dudando. Desde este punto, ella necesitaba aprovechar todo lo que tenía y necesitaba acostumbrarse a hacerlo.

Después de todo, Aurora necesitaba volver a la tierra y cuando lo hiciera… Todo cambiaría.


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TG - Capítulo 728
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Capítulo 728: Hacerlo bien.

Capítulo 728: Hacerlo bien.

Aurora mientras estaba en su oficina firmó los últimos documentos y luego lentamente levantó su cabeza observando a la persona que estaba sentada al otro lado del escritorio.

“Gracias por esperar, Gruvreas.” Dijo Aurora sin que su expresión cambiara.

Hace tiempo ella jamás hubiera hecho esperar a un Dios del Infierno, pero… Los tiempos cambiaban y si ella era sincera, no podía ocultar que estaba un poco molesta.

Gruvreas le dio la moneda por la cual ella descubrió los planes de Alice y todo fue ordenado por el clon de Jezabel.

Se podría decir que Gruvreas como un adorador y conocido súbdito de la Emperatriz del Infierno no podía negarse y era cierto, no obstante, no quitaba su molestia.

Después de todo, ellos habían creado una alianza.

“Por supuesto, es lo mínimo que puedo hacer.” Respondió el Dios, acariciando su larga barba blanca, suspiró. “Deseo disculparme por lo sucedido la última vez, pero como entiendo que en una relación de negocios una disculpa debe ser acompañada de cierto valor. Le ofrezco lo que usted desee.”

El Dios de la Avaricia le estaba ofreciendo lo que ‘deseara’. Aurora lo miró y…

“No. Es mejor que mantengamos nuestra relación de negocios sin tanta influencia externa.” Aurora se inclinó en su silla sin quitarle la mirada al Dios que estaba frente a ella. “Estoy entendiendo la influencia que mi hermano y su pareja me otorgan y si bien apreció la utilidad, me disgusta la falta de control que tengo sobre la ‘ayuda’ que me ofrecen.”

El Dios de la Ira le otorgó una legión con un Dios y si bien Salysia ha sido extremadamente útil junto a sus subordinados, era imposible negar la falta de control que ella tuvo. Ese dios literalmente hizo que un ejército compuesto de Ángeles descendiese a este mundo sin consultarle o preguntarle.

Ira probablemente estaba encantado de ayudarla, pero ese Dios no se fijaba en lo que ella deseaba o lo que ella esperaba, a diferencia del Dios que estaba al frente de ella.

“Entre los Dioses Infernales usted es el que ha mostrado más control. Por supuesto, si bien conozco a Orgullo y Lujuria. Digamos que mi interacción con ellos ha sido diferente.” Aurora pensó en los Dioses del Infierno restante y… “En cuanto a Pereza, Envidia y Gula no se han presentado directamente y si lo han hecho entonces no han revelado su verdadera identidad.”

Los ojos dorados del Dios de la Avaricia, también conocido como Dios del Comercio y la Usura permanecieron imperturbables. Ella no podía leer las emociones ni las expresiones.

“Agradezco su aprecio y sus buenas palabras sobre mi persona.” Agradeció Gruvreas y dando una media sonrisa, añadió. “Espero mantener nuestra relación comercial y espero recuperar la confianza con la cual ambos empezamos a trabajar.”

Aurora sonrió. Ella dejo en claro que lo que buscaba era una relación equilibrada de comercio donde la influencia de su hermano y de Jezabel fuera mínima o inexistente.

Esto último resultaba imposible debido al estatus de Gruvreas y la relación de subordinación con Jezabel, pero al menos ella esperaba que cualquier apoyo que él ofreciera siempre fuera por una ganancia… Básicamente que toda la relación fuera un trato y no él ayudándola por la influencia externa.

Si ella quería usar la influencia de estos seres tan poderoso necesitaba tener control en las consecuencias. Ira le mostró lo que la ayuda de un Dios podía causar.

“Eso espero.” Dijo Aurora dando la mano y al ver que Gruvreas la tomaba, agregó. “Ahora me gustaría pedirle un favor.”

“Por supuesto, he venido preparado para apoyar la causa de este planeta.” Respondió Gruvreas volviendo a su modo de negocio.

“No. Este mundo no necesita más ayuda. Ira y Salysia son suficiente y si bien podemos negociar sobre la influencia de más Dioses, mi favor es otro.” Dijo Aurora, esta vez sonriendo y disminuyendo la formalidad. “Necesito que encuentres a mi maestro y maestra, Gruvreas. ¿No debe ser difícil encontrar a dos Dioses, cierto?”

Sus dos maestros eran Dioses… Aurora que estuvo en la biblioteca de la Diosa del Conocimiento tenía una idea general, pero ella no solamente quería saber quiénes ellos eran, sino que también contactarlos.

“Es un deber filiar presentar mis respetos a mis maestros.” Dijo Aurora en calma.

Ella quería verlos y saludarlos. No ya ocultando identidades y jugando a ciegas, sino que de frente. Conversar con ellos, entrenar y más importante, preguntar si deseaban hacer turismo.

Si ella tenía que elegir un Dios en el cual confiaba, ella sin duda elegiría a su maestro. Su sistema, Aión, él ocultaba demasiado secretos y era algo más complejo, pero su maestro siempre le enseñó cuidadosamente y su maestra fue similar en apoyarla directamente.

“También necesitaré tu ayuda en la tierra. He tenido mucho tiempo para pensar luego de que… Bueno, me declarara la dueña de este mundo.” Dijo Aurora con cierto tono burlón a si misma y pensando en su situación y en la tierra, añadió “Y las únicas ideas que se me vienen a la mente enojaran a muchas personas.”

Aurora ya tenía pensado en volver a la tierra y si bien faltaba terminar su entrenamiento, ella ya tenía planes para enfrentarse a los invasores de este mundo.

No obstante, los planes de la tierra necesitaban hacerse con tiempo y más cuando la carrera sobre convertirse en el Dios de la tierra seguía en marcha.

Pensando en ello, ella continuo.

“Dicen que la tierra está en una carrera donde muchas personas buscan convertirse en Dioses. Algunos de ellos me han visto como su oponente y como tal me han querido eliminar, pero… Yo no quiero competir.” 

Aurora pensó en la carrera. En aquella organización secreta que trató de eliminarla y luego en la tierra. La tierra necesitaba un Dios, no había duda y el problema era que muchos probablemente pensaban que alcanzar ese estado era suficiente y no lo era.

“Muchos no entienden que convertirse en Dios no es el fin. Es simplemente el inicio.”

¿Que importaba si alguien se convertía en el Dios de la Tierra y obtenía la ‘llave’ para entrar a ese universo? No significaba nada, no cuando Primordiales vigilaban.

Muchos creían que Jezabel no estaba activa en la Tierra, la Diosa del Orden siempre ofreció apoyo mínimo y Aión, él se mostraba como un dios que no intervenía en la tierra y era más, hasta se podía decir que era un dios que ni siquiera controlaba su autoridad, ya que hasta había aparecido un Profeta, que daba profecías a medias.

Todas esas personas no sabían que al ascender serian juzgados ya fuera por Jezabel o Aión… Un nuevo dios no lograría demasiado frente a esos titanes y tal hecho no era conocido.

Uno necesitaba estar muy cerca de su hermano o su familia para conocer tales secretos y esas personas no eran tan estúpidas como para tratar de asesinarla.

No, aquellos que la asesinaban y querían eliminar la competencia eran individuos que no conocían tales verdades.

Ella no quería ser un Diosa y si bien tenía la capacidad de conseguirlo, Aurora en estos últimos días estaba considerando otro enfoque.

“La carrera necesita un juez.” Reveló Aurora.

“¿Y tú estás dispuesta a tomar esa posición?” Preguntó Gruvreas sin contener la sonrisa.

“Claro. ¿Quien más tiene el respaldo de varios dioses para imponer su autoridad como juez?” Replicó Aurora con una sonrisa y luego con una pequeña risa, añadió. “Es sumamente arrogante, pero no dejare mi mundo en manos de personas que no considero adecuadas.”

Aurora no pudo contener la risa. Tal idea era alocada y le parecía extrema a niveles que ella jamás hubiera pensado.

Antes de venir a este mundo ella pensó convertirse en la Diosa de la Tierra para proteger a la tierra y sus seres queridos, pero ahora… Ella pensaba encargarse de juzgar a los participantes, decidir quién participaba, eliminar a los inadecuados o elegir el ganador todo por su propia voluntad.

Para lograrlo iba a tener que imponer su voluntad sobre las personas más poderosas, influyentes y con mayor autoridad de la tierra. Imponer su voluntad frente a naciones y el mundo entero.

“Tampoco quiero que Jezabel se encargue de la Tierra, ella probablemente trate de controlar la mente de todos para crear una utopía y ni hablar de alguien como Ira. No quiero ser declarada emperatriz de la tierra por un demonio que aparece destruyendo el cielo.” Añadió Aurora logrando que Gruvreas se riera. “Así que debo tomar la tarea en mis manos y por supuesto, necesitaré un buen aliado que me ofrezca herramientas que por mi cuenta no podría conseguir.”

Su objetivo era una locura, no lo suficiente extrema como para pedirle al Dios de la Locura y la Ira que participara, pero si lo suficiente como para que alguien del mismo estatus estuviera presente.

Aurora mantuvo sus ojos en Gruvreas. Antes ella había aceptado cooperar con él, pero fue superficial y general, sin un objetivo claro.

“Era hora de alguien tomara las riendas de la Tierra. Su madre, Agatha nunca quiso tomar tal rol y me alegro saber que ahora existe alguien que tome tan importantes decisiones. Estoy dispuesto a ayudarla.” Dijo Gruvreas con una sonrisa.

Aurora también sonrió y ella empezó a hablar, que era lo que necesitaba y también lo que deseaba hacer mientras que su plan de regreso lentamente tomaba forma en su mente.

******

Aurora bebió una copa de té luego de la larga y fructifica conversación que ella tuvo con Gruvreas. Él era el primero con el cual compartió sus planes tan abiertamente relacionado a la tierra, pero era el principio.

“Mi hermano y mis maestros podrían ser de gran ayuda… Mis padres? Sacarlo de su retiro se siente mal…”

Su murmullo se extendió por la oficina mientras su mente desvariaba pensando en las personas que podía confiar. Su hermano, específicamente el clon que la estaba acompañando en este mundo estaba dentro de las personas que confiaba sin dudar y que podía ser de gran ayuda.

La idea de pedirle ayuda a sus padres para que salieran de su retiro y la ayudaran sonaba mal, pero…

“Creo que debería pensarlo. Mi madre suena como una muy mala idea.”

Todos aquellos que conocían a la Luz de Plata sabían que esa mujer le gustaba controlar todo… Al igual que ella y si bien Aurora de algún modo trabajo bajo la iglesia que su madre controlaba, nunca fue directamente debajo de ella. Y ahora, la idea de que ella fuera la superior de su madre sonaba un mayor desafío que tratar de controlar dioses.

“Suena problemático, pero… Si mi hermano se encarga de ella y le pido a mi padre que intervenga…”

Su mente volvió a trabajar y la idea le sonaba más descabellado y complicada que controlar este mundo y cualquier plan alocado que se le ocurriera relacionado a la tierra.

Incluso si ella estaba dispuesta a pedir ayuda a sus padres luego de tanto tiempo, la sola idea le parecía compleja.

Un golpe de puerta la volvió a traer a la realidad.

“Pasa Cithrel.” Aurora dio la orden y su amiga abrió la puerta.

Cabello azul y ojos azules, Cithrel llevaba un vestido blanco que daba un aura gentil y suave, disminuyendo la elegancia que ella siempre revelaba.

También se notaba ligeramente cansada, especialmente en sus ojos y Aurora cuando se concentró en su concepto de luchadora tratando de sentir las emociones, pudo captar la incomodidad y cierta pena dentro de ella.

“Lo sient…”

“Te ves linda con ese vestido. Hasta inocente diría.” Aurora interrumpió levantándose y mirando a su amiga de pie a cabeza, le sonrió malvadamente. “No ganaras mi disculpa actuando tan linda e inocente.”

Cithrel primero frunció el ceño sin comprender, sus ojos se abrieron lentamente en sorpresa y luego su expresión se volvió seria, tratando de controlar su expresión.

A pesar de ello, Aurora pudo captar cierta alegría y vergüenza mezclada con la pena que se elevó aún más al entender que ella trataba de aligerar el ambiente. Antes de seguir leyendo, Aurora detuvo su poder al no querer leer las emociones de su amiga de esta manera.

“Creo que es mejor disculparme. La pelea que tuvimos es algo que no me hubiera gustado que pasara. De verdad lo siento. Sin importar mis intenciones no debí ocultarte los planes con Alice.”

Aurora no tenía que activar su concepto para entender que las emociones de Cithrel eran sinceras.

Cithrel se alió con Alice para alejarla a ella de la tierra e ir en contra del plan inicial. Aurora al pensar en tal hecho, no se molestó o enojo.

¿Cómo podía? Dejando de lado que había pasado demasiado tiempo, ella también lo estuvo pensando y reflexionando sobre el tema.

Resultaba imposible no entender la razón por la cual su hermana hizo lo que hizo y porque Cithrel la apoyo. Ambas no se llevaban bien e igualmente creyeron que estaban haciendo lo correcto.

“Está bien.” Dijo Aurora en calma y con una sonrisa, se acercó a su amiga. “También me gustaría disculparme. Debe ser frustrante ser amiga de alguien que no se deja ayudar.”

Cithrel trató de hablar y Aurora la detuvo dándole un abrazo.

¿Cuán frustrada debía estar Cithrel quien le ofreció todo para ayudarla? Aurora se sentiría bastante frustrada si una de sus amigas no aceptaba ayuda.

Un asunto era lograr todo por cuenta propia y otro era ser tan testarudo que no aceptaba ayuda por alguna estúpida razón… Y ella era buena dándose razones estúpidas.

“Desde ahora trataré de no ser tan testaruda y no rechazar tu ayuda.” Dijo Aurora al separarse con una sonrisa. “Así que espero que la sigas ofreciendo.”

“Por supuesto. Sabes que puedes contar conmigo.” Respondió Cithrel de inmediato y con una pequeña sonrisa, añadió. “También evitare ocultarte los planes que tenga.”

“Oh, solamente revela los relacionados a mi persona. No quiero saber los planes del Caballero Galante sobre expandir su harem.” Bromeó Aurora y…

“Oh, creo que eso puede ser difícil.” Exclamó Cithrel cubriendo su boca con la mano y sin ocultar su mirada coqueta, reveló. “Después de todo, mis planes se mezclan.”

Ambas se miraron y… Se rieron a carcajadas.

Había pasado tiempo desde que ambas bromeaban sobre este tipo de cosas y Aurora sonrió exhalando el cansancio de estos últimos tiempos.

“Ah, tu coronación. Lo siento por no asistir.” Dijo Aurora al recordarlo.

¿Cuánto era la diferencia de tiempo de este mundo con la Terra nova? Aurora se sintió un poco culpable al darse cuenta de que recién se daba cuenta y Cithrel agitó la mano.

“No te preocupes, la retrase. No me sentía bien para tener mi coronación cuando mi mente estaba en otro asunto.” Reveló Cithrel y viendo su expresión preocupada, declaró. “Igualmente no es un problema. Lo que más lamento fueron mis planes de conflicto con nobles que tenía planeado resolver contigo a mi lado. Para curar mi corazón herido tuve que tener largas y curativas sesiones con Venali y Taqiyya.”

“Totalmente comprensible.” Aurora al responder volvió a reírse. “Avísame cuando será tu coronación. Esta vez estaré presente sí o sí.”

“Todavía sigo herida, así que me gustaría curarme durante unas semanas a tu lado.” Cithrel actuando débilmente, pero su mirada y la sonrisa no ocultaba que se estaba divirtiendo.

Aurora puso una expresión un poco complicada, no por el claro coqueteo tan casual de su amiga, sino que sus planes…

“Es broma. Entiendo que las responsabilidades de la Realeza, no te molestaré.” Señaló Cithrel rápidamente, con una sonrisa ligera.

¿Estaba pensando en las responsabilidades que ahora ella tenía? Aurora al ver su amiga, suspiró.

“No, no es por eso. El tema es que en una semana en entraré en un entrenamiento a puertas cerradas.” 

Aurora viendo que su amiga la miraba sin comprender, dudó unos segundos y al final decidió contarle la verdad.

“Voy a pedirle a Aión que desconecte este mundo y universo de los demás. De ese modo el tiempo pasara diferente comparado a la Tierra o Terra nova.” Reveló Aurora llevando a que Cithrel abriera sus ojos.

Aurora estuvo pensando en su entrenamiento y ciertamente lo necesitaba, pero ahora que ya estaba usando todas las herramientas disponibles decidió ir al extremo… Básicamente terminar su entrenamiento sin que pasara unas horas en la Tierra.

“Quizás sean meses o años. Desconozco cuál sería la dificultad de desencadenar una guerra solitaria contra toda una civilización invasora desconocida.”

Esta no era la primera vez que entrenaba por horas que se convertían en meses. Ella estaba acostumbrada y Aión era más que capaz de hacer tal acción y en cierta forma, pedirle ayuda también era una buena forma de tratar de acercarse a él de vuelta.

Volver a acercarse a Aión, entender a ese individuo más allá de lo que había hablado era importante al igual que terminar su entrenamiento… Todo eso sin retrasar su tiempo de regreso a la tierra.

Aurora vio la expresión sorprendida de Cithrel y los ojos abiertos y sonrió.

Si ya estaba pidiendo ayuda a todos sus conocidos era mejor que lo hiciera bien.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

¡Bienvenidos! Espero que hayan disfrutado el capítulo. Como pueden ver, la historia ya está encaminándose, pronto las cosas se aceleraran o al menos eso quiero. Para contarle un poco, planee la historia y luego de ir escribiendo, mi objetivo era hacer seis volúmenes para contar la historia -cerca de mil o mil doscientos capítulos- y luego de pensarlo, decidí optar por un enfoque más corto, terminara en este volumen y en unos 120 capítulos tal vez menos. Honestamente, cualquier escritor en mi punto ya hubiera abandonado la historia y más si escribe para convertirse en un escritor a tiempo completo. Sin embargo, de mi parte continuo escribiendo y lo hago porque lo disfruto y por qué quiero terminar la historia, incluso si es para mí mismo. Antes de abandonarla debido a que está siendo muy larga, preferí optar por terminarla, obvio no quiero que sea un final apresurado y trataré de terminar la historia acorde a lo que buscaba cuando empecé a escribirla, aun así abran cosas que se me escapen. Como tal, si quieren comentar un tema o trama que le gustaría que tenga un cierre, comentarlo o pueden unirse al Discord y hablarme ahí: discord.gg/WG8FX75

Reacciones del Capítulo (3)


Comentarios del capítulo: (1)


Muchas gracias por seguir escribiendo la historia y mucha suerte con tus proyectos a futuro

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