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TG - Capítulo 722
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Capítulo 722: Realización.

Capítulo 722: Realización.

Elderia, se preguntó por milésima vez que era lo que estaba haciendo en este momento. Le había preguntado a aquella Gran Maestra que la ayudara y le enseñara y ahora…

“Haaa…”

“GRAAA!”

Ahora se encontraba en medio de un campo de batalla con humanos enfrentándose a criaturas altas y musculosas de piel verde cuyas hachas cortaban a cualquier humano por la mitad.

El olor a sangre, los gritos de guerra y el desenfrenó de la batalla era real a pesar de que hace unos minutos ella estuvo en medio de una cueva, ahora se encontraba aquí.

“HAAA!” Elderia no dudo, a pesar de que se cuestionaba lo que hacía, ella se enfocó y se lanzó al frente de batalla y murió cuando un hacha le cortó el estómago.

Al volver abrir sus ojos se encontraba otra vez en la fila, en otra parte del campo de batalla mientras miles de hechizos estaban lloviendo del cielo.

Ella levantó su espada y… Murió con una flecha en su cráneo.

Luego apareció en otro parte del campo de batalla, tan solo para volver a morir y la situación se repitió una y otra vez, obligando a que ella tuviera que adaptarse al enorme campo de batalla.

Cuando pudo sobrevivir por diez minutos, enormes criaturas verdes cayeron del cielo y ella volvió a morir al ser cortada por la mitad.

Ella sintió el dolor y casi se sentía real, lo suficiente como para que sus instintos estuvieran alertos y ella sintiera miedo al ser cortada, pero no tanto como para que enloqueciera.

De tal modo, ella siguió luchando una y otra vez. El escenario cambió de un campo de batalla, a una escaramuza entre humanos, un duelo de torneo, una batalla acuática y una batalla área.

A pesar de que pasaba de cuerpo a cuerpo, ella empezó a sudar y un dolor punzante empezó a surgir en su cabeza hasta que eventualmente abrió los ojos, pero esta vez en la cueva donde su cuerpo real se encontraba.

“Todavía estoy afinando el hechizo me disculpo si fue demasiado carga para ti.”

Un hombre de cabello negro que llevaba una elegante túnica de mago le habló dándole una ligera sonrisa que parecía llena de calma.

Sin embargo, Elderia no se dejó engañar por la sonrisa, no cuando los ojos marrones del hombre revelaban una frialdad que incluso ella podía sentir.

Una indiferencia lo suficiente profunda como para que ella tuviera miedo. Karl era un hombre sumamente peligroso, sus instintos le advertían de no hacerlo enojar.

“Estoy bien, Señor.” Respondió ella con respeto.

Respetaba a la joven mujer que enfrentó a esa grotesca criatura, pero ahora se dio cuenta de que ambos hermanos eran extremadamente anormales. No solamente en fuerza, sino que también en actitud.

Aurora decidió ayudarla de inmediato sin conocerla a pesar de que probablemente sabía que ella ocultaba parte de la verdad y seguía cautelosa… A sus ojos tal actitud únicamente podía ser considerada como anormal.

Ella se giró para mirar a Aurora Campbell, la mujer que la estaba ayudando. Ella también estaba acostada en una silla y por como su cuerpo reaccionaba con espasmos, probablemente se encontraba en una batalla aterradora.

“¿A quién se enfrenta?” Preguntó Elderia sin ocultar la curiosidad que estaba sintiendo.

En vez de responder, Karl chasqueó sus dedos y al frente de ella apareció una imagen que la dejó con la boca abierta.

Aurora no se enfrentaba a un campo de batalla sin fin o a múltiples enemigos. No, lo que ella se estaba enfrentando era una colosal criatura tan enorme que la joven mujer parecía pequeña en comparación.

“Eso es…”

“Un Dragón. Específicamente uno Mitológico. Ella es bastante dedicada.”

La última parte fue dada con una ligera sonrisa que alejó la frialdad con la cual la miraba a ella y Elderia tragó al ver como las llamas de esa enorme criatura rojiza prácticamente derretía la barrera celeste y luego la carne de Aurora.

A pesar del dolor en la expresión, la joven se mantuvo firme y apenas al fuego desapareció ella volvió a atacar sin ni siquiera curarse.

Incluso si era una ilusión el dolor era real y las veces que Elderia luchó siempre moría con rapidez, pero Aurora… Ella estaba viva luego de tal lucha.

“Volveré a entrar.” Dijo Elderia con determinación.

No sabía cuál era la razón por la cual Aurora la ayudaba, pero tuvo algo en claro…  No podía desaprovechar esta oportunidad ni tampoco decepcionar a la Gran Maestra.

No era porque temía que la rechazara o no la aceptara como discípulo, Aurora no parecía querer tomar discípulos y Elderia entendía que no tenía el talento para ser discípulo de tal persona.

“Bien. Primero necesito que pongas energía mágica a este pergamino.” Dijo Karl en calma.

Elderia tomó el pergamino y siguió la orden, entonces cuando el pergamino ardió ella sintió una oleada de energía entrando en su cuerpo y se abrió sus ojos.

“Acabo de subir varios niveles.” Murmuró sorprendida.

Ella estuvo estancada en su nivel durante mucho tiempo, un suceso normal conocido como el Muro, pero ahora acababa de subir rápidamente de nivel superando aquel muro que la detuvo e incluso yendo más allá.

¿Cuantas criaturas necesitaba asesinar para subir de nivel tan rápidamente? Ella miró al hombre teniendo curiosidad.

“No necesitas saber lo que sucedió. Simplemente piensa como si tu hechizo terminara la vida de varias criaturas.” Respondió el hombre y moviendo su dedo, una luz verde la cubrió. “Empezaras de vuelta, enfrentamientos básicos para adaptarte a tu subida de nivel y luego cuando te canses y salgas repetiremos todo de nuevo.”

Elderia parpadeó sorprendida y…

“Si…” Respondió sin tratar de pensar demasiado.

¿Qué clase de individuo podía hacer que ella subiera de nivel rápidamente y a la vez entrenara? Ella no quiso pensar demasiado y se centró en su tarea, volverse más fuerte.

Solamente si era más fuerte podía enfrentar al Reino Beldaría que tanto daño ha causado.


Aurora no se inmutó al ver que meteoritos ardientes estaban cayendo del cielo. Tal hechizo prohibido que podría destruir ciudades enteras fue realizado para distraerla.

Entre los meteoritos cayendo, moviéndose por el cielo abierto, se encontraba un Dragón Rojo de rango Mitológico, que se estaba moviendo a una velocidad extrema.

Aurora todavía podía seguirle el rastro mientras esquivaba los meteoritos, pero podía sentir la energía mágica rodeando a esa poderosa criatura. No, no solamente era energía mágica.

Era un calor extraño que se extendía por todas partes y que superaba el calor de los meteoritos. Un calor natural y potenciado lo suficiente como para que ella sudara completamente y su barrera se quemara.

El calor era sofocante, lo suficiente como para que ella le costara respirar, aunque estuviera dentro de su barrera, una barrera creada con aura celeste y aura oscura, que trataba de evitar el calor.

Ella utilizó su aura oscura, queriendo borrar el calor. Su aura oscura que podía borrar sus emociones, eliminar la magia e incluso conceptos intangibles, no pudo eliminar el calor.

Un calor que provenía de algo más allá que ‘energía mágica’, mas superior, un calor Divino. A tal poderío desconocido ella se enfrentaba.

El dragón que tanto estuvo moviéndose lanzó su aliento, un poderoso aliento de fuego que derritió los meteoritos, quemó el espacio mismo y luego apuntó a ella sin dejarle escapar.

Aurora tomó su espada y mientras veía el aliento de fuego acercarse, la balanceó con todas sus fuerzas.

“¡HAAA!”

Ella no supo que aura utilizó. ¿Fue su aura incolora, su aura roja o su aura oscura? Su corte se extendió dividiendo sutilmente el aliento antes de ser tragado al igual que ella.

“Mierda.”

Aurora despertó maldiciendo en voz alta debido al dolor que había sentido. Un dolor tanto físico, mental e incluso espiritual, ella sentía todo su cuerpo doliendo como si el ataque divino hubiera sido real.

“La divinidad no es algo que se pueda repeler.” Murmuró Aurora en calma, mirando a su hermano que se acercaba pasándole una toalla.

“No, no lo es. Por tal necesitas algo que sea su igual para contrarrestar la divinidad.” Respondió Karl y en calma, añadió. “Ya lo tienes.”

Su hermano revelaba una sonrisa que no ocultaba su diversión al igual que una ligera pizca de orgullo.

Aurora supo a lo que él se refería. Su corte, aunque por unos segundos, pudo dividir el aliento de un Dragón Mitológico considerado como un Semidiós.

“No es suficiente.”

Su respuesta llevó a que su hermano agitara la cabeza y suspiró sin responder. Ella estaba en lo cierto, para sobrevivir a un Semidiós o a la Divinidad de esos seres, un pequeño corte no era suficiente.

“Aunque es el camino correcto.” Añadió Aurora y en calma al levantarse, murmuró. “Necesito más experiencia para enfrentarme a la divinidad. Si un Semidiós aparece en la Tierra, ningún rango SSS podría enfrentarlo. Ahora entiendo la diferencia.”

La Divinidad era superior a cualquier energía o incluso aura. Como tal un Semidiós era más poderoso que un rango SSS y más si este último no tenía nada para causar daño.

Ahora ella entendía porque un Semidiós era tan poderoso, la divinidad era una energía superior a otras que afectaba más allá del plano en el que actuaba.

Como el fuego de Dragón, no solamente quemaba su cuerpo, sino que incluso afectó su mente y espíritu, llevando a que ella fuera debilitada en múltiples maneras. 

¿Qué más podían hacer otras Divinidades? Existiendo tantas divinidades de todo tipo era probable que cada una tuviera su característica.

Aurora miró a su hermano que parecía querer decir algo, dudando de si decirlo o no.

“Pero tienes razón. Ya tengo lo que necesito para enfrentar la Divinidad.” Dijo Aurora y dándose cuenta de que su hermano sonreía de inmediato, ella simplemente agitó la cabeza.

Ella era un rango SS, pero su aura… Su aura era mucho más de lo que el aura de un espadachín de rango SS normal.

Un aura versátil que podía afectar lo físico, mental e incluso espiritual. Tal realización no llegó de sorpresa, ella lo venía pensando y entendiendo, solamente que ahora que enfrentaba seres que usaban la divinidad sin contenerse podía entenderlo.

“Todavía necesito alcanzar el rango SSS para ver cuales son los limites de mi aura.” Dijo Aurora y poniendo una expresión seria, preguntó. “¿Entonces encontraste información de este mundo?”

Karl puso una expresión seria y chasqueó sus dedos revelando una imagen ilusoria al frente de ella.

Aurora leyó el informe, vio imágenes y con cada segundo que pasaba su expresión se volvía cada vez más solemne y sus ojos más fríos.

Ella al final de ver las escenas, tomó su espada y la puso en su cintura, equipándose su armadura.

“Deja un clon para cuidarla. Iré al Reino de Beldaría.” Dijo Aurora en calma.

“¿Que harás?”

Escuchando la pregunta de su hermano, ella no cambió su expresión.

“Lo decidiré en el camino.”

Su respuesta fue corta y simple, pero contundente.


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TG - Capítulo 723
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Capítulo 723: Un mundo lleno de horrores.

Capítulo 723: Un mundo lleno de horrores.

El Reino de Beldaría era el último reino en donde los humanos sobrevivían de las ‘Criaturas del Abismo’. Unas tierras de sobrevivientes ante una fuerza invasora considerada como imparable.

La historia conocida hablaba de como el Primer Guardián logró proteger este Reino deteniendo las criaturas del Abismo, protegiendo estas tierras entre las Montañas Interminables que le brindaba protección natural frente a las fuerzas invasores.

O eso es lo que decía la historia de este reino. Una historia que no se trasmitía en escuelas, universidades o academias, que pasaba de boca en boca, de generación en generación y que era conocido por la plebe.

Sin embargo, los nobles y aquellos de alta alcurnia sabían la razón por la cual este reino sobrevivió.

“Las Montañas Interminables no son nuestras defensas son las cercas del reino… Un muro que mantiene a su gente dentro.”

Aurora que estaba caminando por la capital del Reino de Beldaría, vio en su visión a su lado unos videos de todo tipo y en uno de ellos, un grupo de nobles hablando entre ellos.

Ella estaba en la capital de este reino. Valdis, una ciudad con miles de personas centrada alrededor de un gigantesco palacio con enormes torres blancas y numerosos balcones. Ella estaba caminando por la muralla interna viendo los edificios altos, aristócratas caminando por las calles y aquellos más acaudalados disfrutar de la ciudad.

Ella antes pasó por la muralla exterior, aquella donde se encontraba los plebeyos y también por la zona exterior de la muralla que era conocida por sus barrios bajos. Esta última, un área limpia y cuidada que no tenía diferencia con la zona interna.

Una ciudad maravillosa a la vista, quizás no tan grande y majestuosa o mágica como la capital del Imperio Falion o como las ciudades de la Tierra, aun así, ‘prospera’ a la vista.

Y que ocultaba múltiples horrores.

“¡Que empiece la noche!” En su oído sonó una voz y ella se detuvo mirando una grabación.

Múltiples hombres y mujeres, ancianos y jóvenes rodeaban una arena viendo una batalla a muerte entre dos mujeres. Desde ancianos, jóvenes o niños, una arena donde no importaba el sexo o la edad, sino que la sangre.

Aurora observó no una arena, sino que más de veinte videos de arenas por todo el reino y cada una de ellas disfrutada tanto por gente de alta alcurnia como personas normales.

Sin embargo, esos videos e imágenes que provenían tanto de recuerdos como de videos recientes no terminaron.

Tales grabaciones de batallas a muerte era menores comparadas a todos los horrores que ella estaba viendo. Especialmente de los aristócratas y aquellos más acaudalados, ellos que tenían su vida resuelta disfrutaban todo tipo de espectáculo.

En un mundo donde la esclavitud continuaba, uno donde la vida de los plebeyos era insignificante y un mundo donde los humanos eran nada más que animales de granja, este tipo de sucesos era normal.

Y eso era, la Montaña Interminable no era una zona segura. No, aquellos que invadieron este mundo dejaron al Reino Beldaría rodeado de estas montañas y sin ser atacado, no porque querían que los humanos sobrevivieran, sino que porque no querían eliminarlos.

Después de todo, no se mataba a todos los animales de granja… Cualquier granjero lo sabía.

Se los dejaba crecer y se los continuaba ‘esquilando’ dejando que crecieran como cualquier granja.

“…”

Aurora observó los videos de como las aldeas que supuestamente fueron saqueadas por criaturas del abismo eran atacadas por soldados. Soldados de nobles que tomaban a los aldeanos, los esclavizaban y luego lo llevaban al exterior de donde eran entregados a las ‘criaturas del abismo’… A los gobernantes de este mundo.

El Reino de Beldaría sobrevivió durante cientos de años sacrificando y entregando a su propia gente. La Ciudad Valdis, no tenía vagabundos ni barrios bajos porque aquellos que no podían cuidar de sí mismo eran entregados a los gobernantes de este mundo.

Aquellos con ‘suerte’ eran tomados por los nobles. Individuos que se habían asimilado tanto a la locura de este mundo, que usaban a la misma gente que gobernaban como ganado. Desde esclavos que luchaban a muerte por entretenimiento o hasta prostitución y todo tipo de horrores.

Los Señores de la Guerra y todo lo que sucedía en África cuando ella fue a ese continente ni siquiera se comparaba a los horrores de este mundo. En la Tierra la mayoría mantenía cierto sentido de moralidad y gran parte del mundo su humanidad, con ciertas áreas abandonadas donde aquellos más siniestros disfrutaban de sus oscuros deseos, pero aquí… Aquí los humanos se volvían monstruos iguales a los mismos que los gobernaba.

“¿Cómo está la situación?” Aurora ignoró la mirada de aquellos que lo rodeaban y se dirigió al palacio, directamente a la entrada de ese gran lugar.

Su pregunta fue en voz baja, pero suficiente para que sea escuchada por la persona que le trajo esta información.

“Todavía sigo trabajando. Empecé a trabajar cuando mis clones se iban enterando. Mis clones actualmente están dando cobijo y protegiendo a aquellos que han sido rescatados.” La voz de su hermano fue tranquila a pesar de que las grabaciones eran atroces.

Aurora vio varios clones de su hermano entrar a esas arenas y la multitud se congelaba mientras que él liberaba y rescataba aquellos atrapados. Desde los esclavos en la arena, las minas, las plantaciones, los prostíbulos y los campos de concentración que eran preparados para entregar a los capturados a las ‘criaturas del abismo’.

Los clones de su hermano se demoraron más tiempo al entregar esta información, pero no significó que él esperó por su decisión. Sus clones intervinieron desde el inicio llevando a que la entrega de información se convirtiera en segunda prioridad.

¿Karl lo hizo por ella o estaba en su personalidad? A Aurora no le importaba la razón y tampoco quería saberla y no cuando él la estaba ayudando.

Aurora caminó y notó a la distancia la muralla interna, la entrada con sus grandes puertas altamente decorada y luego la enorme estatua de diez metros que se encontraba en la plaza al frente de la entrada.

La estatua era del actual Guardián de Beldaría, Zeron. Un hombre que no tenía ni malos o buenos rumores entre los plebeyos, pero que era el actual gobernante de este reino y que disfrutaba los beneficios que provenían de convertirse en el Guardián.

“Este mundo es un desastre.” Murmuró Aurora mirando la estatua y al lado de su visión apareció la historia del hombre.

Zeron, hijo del anterior Guardián, como cualquiera en este mundo luchó contra criaturas para subir de nivel, pero la manera que él se convirtió en un rango SSS fue matando a cientos de miles, sino es que millones de personas durante cientos de años.

En un universo donde matar a otro ser vivo te fortalecía, individuos como él no eran extraños. Quizás un humano de bajo nivel no diera tanta experiencia, pero cientos, miles o millones… Cuando la vida humana se acumulaba cualquiera podía volverse fuerte.

“¿Que harás?” Preguntó su hermano.

Aurora no podía verlo, solamente escuchaba la voz. Él estaba tranquilo, aunque ella podía escuchar cierta expectativa en su voz.

¿Qué haría? Este mundo era un desastre, desde los nobles, los gobernantes y cuando los gobernantes y aquellos que estaban en la parte superior de la sociedad era un desastre, aquellos de abajo también.

Soldados que seguían ordenes sin cuestionar, raptaban y entregaban inocentes. Decir que ellos seguían ordenes, sería un engaño y más cuando muchos de ellos también cometían actos atroces.

Ellos no eran los únicos. Aventureros, magos, comerciantes o eruditos cada uno formaba parte de un horror que este mundo consideraba natural. Un horror que nacía desde la más alta escala de aquellos que gobernaban este mundo y que bajaba hasta las personas que estaban en el fondo.

Y eran esos que estaban en el fondo. Personas inocentes que trataban de vivir su día a día, trabajaban y sobrevivían que sufrían al final.

Aunque a veces incluso ellos se veían involucrados en este círculo de horror… Adaptándose incluso a lo peor que podía ofrecer esta sociedad.

¿Entonces que podía hacer ella? Aurora esta vez no se engañó. No, no podía engañarse.

Ella era un rango SS, uno que podría ser extremadamente letal. Hermana de uno de los hombres más poderosos que Terra Nova conoció y cuñada de una Primordial.

Tuvo un sistema que era un Primordial, maestros que probablemente eran existencias divinas, una amiga que era emperatriz de un poderoso imperio.

Un novio… Una hermana… Aurora ni siquiera siguió pensando, no ella ya tenía en claro lo que iba hacer.

También tenía claro porque Jezabel la trajo a este mundo. Un mundo que era un desastre y que tenía todo lo que ella repudiaba.

“…”

Aurora movió su mano a su espada lentamente desenfundándola. Sintió el agarre, su respiración mientras exhalaba y luego sintió sus emociones queriendo brotar y ella lo dejó.

Su concepto de luchadora se alimentó de sus emociones y su espada de su intención y su voluntad. Una voluntad que dio forma a su aura que solidifico en una espada de color rojo escarlata.

“Aquellos que gobiernan este mundo sabrán lo que has hecho.” La voz de su hermano sonó en su oído y luego cuando ella ni siquiera dudó, añadió. “Lucha lejos. Me encargaré de darnos tiempo. Lo mejor sería que los gobernantes de este mundo no se den cuenta lo que sucede hasta que sea demasiado tarde.”

Su hermano la apoyó y ella con su aura roja y color verde rodeando su espada lanzó un corte, liberando un corte que tenía un tinte amarillento.

Su fuerza de luchadora alimentado por las emociones que ella no ocultó potenció aún más su corte llevando a que tuviera veinte centímetros de grosor.

El corte dividió la estatua del Guardián Zeron por la mitad, pero no a las personas que estaban en su camino, sino que paso sobre ellos cortando el suelo, la muralla interna y luego la barrera del palacio y su muralla.

Y siguió, por el interior del palacio, dividiendo muebles, pero no humanos. No, ni siquiera cortó una mosca o insecto, su corte siguió su voluntad y se extendió.

Desde metros hasta kilómetros. Aurora sintió el corte, sintió su voluntad tomando forma en este mundo guiado por su sola intención.

El corte se detuvo a quince kilómetros luego de haber partido el enorme palacio por la mitad, un corte tan perfecto que ninguna estructura se cayó. 

“…”

El silencio se extendió por varios segundos. Aurora sintió la mirada, el miedo de los guardias que la rodeaban y luego escuchó los gritos, la alarma y entonces vino un aura.

Un aura de rango SSS. No era el aura más poderosa que Aurora había sentido y hasta se podría decir que era débil, pero para las personas en este mundo fue como si un Dios hubiera descendido.

Aquellos que rodeaban el palacio cayeron de rodilla cuando desde el palacio rompiendo el techo se elevó un hombre alto.

A diferencia de la estatua donde estaba delgado con una armadura, el hombre que salió era un hombre alto y lo suficiente gordo como para pensar que tenía graves problemas de salud.

“¿QUIEN SE ATREVE A ATACARME?”

La voz del hombre se extendió por la ciudad junto a su aura y Aurora liberó su propia aura sin dudar. Un aura cortante que daba la impresión de poder cortar todo lo que se interpusiera en su camino y lo hacía.

Ella lo sabía, su habilidad con la espada avanzó tanto que con un movimiento podía cortar lo que quisiera hasta el límite que su consciencia permitía. Un límite que en este punto superaba los diez kilómetros.

Aurora no hablo. No, ella conocía los actos del hombre que estaba al frente de ella.

Este mundo donde los más débiles seguían las acciones de aquellos que estaban en la cima, Zeron el Guardián de Beldaría estaba en la cima de los humanos. Un eslabón medio en el panorama general de este mundo, pero que innumerables nobles imitaban.

Para cambiar este mundo, esos individuos que estaban en lo alto necesitaban ser derribados y remplazados.

Ella al igual que imponía su voluntad en este mundo por medio de su espada iba a imponer su propia sociedad por medio de la fuerza. Iba a cambiar el mundo a su voluntad.


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