El territorio del Rey Fantasma
En el instante en que apareció el rostro fantasmal, Zhao Kongcheng sintió que el mundo se volteaba. Una intensa sensación de vértigo lo invadió, y tuvo que concentrarse para estabilizarse. Frente a él, todo parecía un caleidoscopio giratorio, caótico y sin sentido.
—Maldición... Así que también puede usar su Zona Prohibida. Esto será problemático —murmuró Zhao, recordando las palabras de Wu Xiangnan antes de la pelea:
“La Secuencia de Zonas Prohibidas 176, [Territorio del Rey de la Mascara Fantasma], dentro de su rango, puede alterar la percepción de cualquier criatura que esté en su nivel o por debajo de él, invirtiendo el concepto de espacio. En este dominio, arriba y abajo, izquierda y derecha, y delante y detrás cambian según la voluntad del Rey. Aunque en cierta medida es posible resistir usando la conciencia y la experiencia, está claro que dentro de esta zona todas las habilidades ofensivas se ven afectadas, reduciendo drásticamente tu capacidad de combate. Por eso, aparte del capitán, ninguno de los demás debe enfrentarse al Rey directamente, o será un camino sin retorno."
La sensación de desconcierto era tan abrumadora como Wu Xiangnan había advertido. Zhao suspiró y cerró los ojos
—¿Así que el capitán enfrentó a este monstruo en su propio dominio y logró herirlo gravemente? ¡Ese tipo es un verdadero monstruo!
El rugido del Rey Máscara resonó desde todas direcciones, imposible de localizar. Mientras el suelo temblaba levemente, Zhao Kongcheng sintió que la criatura se acercaba rápidamente.
—¿De dónde vendrá?
En el mundo real, Zhao Kongcheng permanecía inmóvil sobre la grotesca máscara en el suelo, con los ojos cerrados y la espada en alto, como una estatua. No se daba cuenta de que el Rey Fantasma ya había llegado a su espalda, listo para atacar.
Con un rugido ensordecedor, el Rey se lanzó como un proyectil gigante, su enorme cuerpo partiendo la lluvia mientras sus garras afiladas se dirigían al cuello de Zhao Kongcheng.
Pero justo cuando el golpe estaba a punto de alcanzarlo, Zhao Kongcheng reaccionó como si tuviera ojos en la espalda. Giró rápidamente y esquivó el ataque. Acto seguido, su espada trazó un arco en la lluvia, apuntando directamente a la cabeza del monstruo.
Pero este lo bloqueó con sus manos, devolviendo el golpe y lanzándolo contra el suelo como un muñeco de trapo.
Zhao se levantó con dificultad, tosiendo sangre, pero sonriendo.
—¿Sorprendido? ¿Confundido? —se burló—. Tu Zona Prohibida es un desastre, pero hoy—señaló al cielo— Hoy está lloviendo.
—Puedes engañar mis sentidos, pero no puedes detener la lluvia. Las gotas que caen en mi piel me dan la orientación que necesito. Aunque intentes alterar mi percepción, puedo deducir la verdadera dirección a partir de la lluvia.
El Rey Máscara rugió furiosamente y se lanzó nuevamente al ataque, pero Zhao Kongcheng cerró los ojos, confiando en sus instintos para prever sus movimientos.
Aunque logró esquivar y contraatacar varias veces, el Rey finalmente lo superó, rompiéndole dos costillas y dejándolo debilitado. Mientras el monstruo se acercaba para dar el golpe final, una voz resonó en el caos:
—¡Zhao Kongcheng! ¡Zhao Kongcheng!
Zhao se tensó. Esa voz... ¿Era posible?
—Espera... —murmuró, con una mezcla de sorpresa y resignación.
Fuera del [Dominio del Espacio sin Restricciones], Lin Qiye estaba empapado, gritando a todo pulmón:
—¡Zhao Kongcheng! ¡Sé que estás aquí! ¡Deja de esconderte, déjame entrar!
Frustrado, se acercó a tres señales extrañas bajo la lluvia
—¿Cuándo pusieron esto aquí?
De repente, recordó algo y sonrió.
—Tu Zona Prohibida oculta el campo de batalla, ¿verdad? —gritó nuevamente
Tras un tenso silencio, una voz exasperada salió del interior del dominio
—¡¿Qué demonios haces aquí, dejando la cena con tu familia?! ¡Lárgate de aquí y déjame en paz!
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