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Capítulo 7
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Quiero Vivir

-—¿Wang Shao? 

Exclamaron Li Yifei y los otros tres al escuchar esa voz familiar, gritando al unísono.

Se miraron entre sí y comenzaron a correr hacia el oscuro callejón por donde se había ido Wang Shao. Lin Qiye se quedó solo en su lugar, frunciendo el ceño al observar el oscuro camino, luciendo un poco serio. No sabía qué estaba sucediendo, pero tenía una mala sensación en su corazón.

Fuera de la vieja ciudad, asesinos en serie, hedor inquietante, gritos…

Algo en verdad estaba mal.

Se quedó dudando en su lugar por un momento, y tras una lucha psicológica, suspiró con impotencia, finalmente, recogió su bastón y se lanzó hacia el callejón.

En una situación normal, Lin Qiye jamás se habría entrometido, sino que comenzaría a correr en la dirección opuesta, ¡Cuánto más lejos, mejor!

Pero, si ellos estaban gritando, entonces no podía ser algo bueno.

No era una persona curiosa, ni tenía un sentido heroico que lo impulsara a investigar. Además, no le gustaba hacer favores: no quería involucrarse en robos, asesinatos o cualquier otra escena del crimen. 

No tenía una curiosidad desenfrenada por saber qué había pasado; tampoco era una persona compasiva que quisiera actuar como un héroe. Más importante aún, no sabía pelear y temía por su vida ¿Qué pasaría si él terminaba muerto ahí afuera?

Pero esta situación era diferente.

Aunque a Lin Qiye no le gustaba admitirlo, la angustia de Wang Shao le concernía. Si no hubieran tomado la iniciativa de llevarlo a casa, tal vez Wang Shao habría regresado por otro camino, o se habría ido unos minutos antes y no habría tenido que enfrentar esta situación.

No le gusta ser entrometido, pero tampoco le gusta sentirse en deuda.

De cualquier manera, al menos iría a ver qué estaba sucediendo, como un acto de cortesía, y correría si había algún peligro.

Lin Qiye avanzó con el bastón en la mano, pero su velocidad no era lenta en absoluto, y cuanto más se acercaba al lugar de donde provenían los gritos, el hedor, se hacía mucho más fuerte.

—¡Aaaah!!

Un segundo grito llegó desde la esquina, solo que esta vez era la voz de una mujer.

—¡Jiang Qian!

Lin Qiye se detuvo de golpe en la esquina del callejón, su campo de percepción había detectado las figuras de sus amigos. Jiang Qian estaba caída en el suelo, con la boca abierta, mirando aterrorizada hacia adelante, temblando por completo. Delante de ella, Liu Yuan y Li Yifei estaban como estatuas de piedra, congelados en su lugar, con los ojos fijos en algo, también temblando.

Más allá, Lin Qiye no podía sentir nada. No podía abrir los ojos, no podía ver el mundo con su propia visión, y su rango de percepción era de solo diez metros, así que estaba en una situación extremadamente incómoda.

¿De qué estaban tan asustados Jiang Qian y los otros tres?

Aunque no podía ver, su oído era muy sensible, y podía escuchar claramente el sonido de algo masticando no muy lejos. Era como si alguien estuviera mordisqueando algo, de una manera muy salvaje y placentera.

—¿Qué está pasando? —preguntó Lin Qiye en voz baja.

Jiang Qian parecía sorprendida por la aparición de Lin Qiye, agarrando su ropa con nerviosismo, sus dientes temblando.

—¡El monstruo… el monstruo le está comiendo la cara a Wang Shao!

El rostro de Lin Qiye cambió de inmediato

—¡Corre! —Lin Qiye y Li Yifei gritaron al mismo tiempo.

Apenas salió esa palabra, Liu Yuan, como un perro salvaje loco, dio la vuelta y salió corriendo, mientras tropezaba con Lin Qiye, rápidamente se levantó, y siguió corriendo desesperado por escapar.

—El monstruo… Ayuda! ¡Ayuda!! ¡Monstruo! —gritaba fuertemente mientras corría.

Lin Qiye fue tomado por sorpresa por el golpe de él y tropezó, pero rápidamente estabilizó su cuerpo. En la distancia, un ruido sordo llegó con fuerza corriendo hacia su dirección.

Las pupilas de Jiang Qian se contrajeron de repente y, sin saber de dónde sacó la fuerza, se levantó del suelo como un rayo y salió corriendo, gritando.

En cuanto a Li Yifei… Corrió tan pronto como gritó la palabra "corre", y su velocidad era más rápida que la de Liu Yuan, que había empujado a Lin Qiye. Si no hubiera sido por Liu Yuan, que lo golpeó y lo hizo tropezar, ya habría corrido un buen tramo. Pero esa pequeña demora hizo que cayera al final, como Jiang Qian.

En ese momento, parecía que todos habían olvidado la identidad de Lin Qiye como "discapacitado", y sus compañeros, que acababan de prometer llevarlo a casa, lo habían dejado completamente atrás sin pensarlo dos veces.

Lin Qiye sonrió con desdén en su interior. Pero ahora no tenía tiempo para preocuparse por esas cosas, porque después de haber corrido unos pasos, algo llegó dentro de los diez metros de su percepción mental.

Era como una persona, pero no se parecía a una.

Se parecía a un humano porque tenía extremidades, y no parecía humano porque se movía como una hiena, corriendo en cuatro patas, y su cuerpo era tan grande como un oso pardo.

Lo más aterrador era que en su cabeza había un rostro demoniaco.

Pálido, retorcida.

La larga lengua roja y puntiaguda se extendía medio metro desde su boca y se movía con flexibilidad.

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El rostro de Lin Qiye se tornó sombrío.

Su velocidad era tan rápida que, en unos pocos pasos, voló desde diez metros de distancia hasta el rango de su percepción, ¡y seguía acercándose a él a una velocidad aterradora!

Lin Qiye creía que incluso si el campeón mundial de sprint estuviera presente, definitivamente no podría correr más rápido que eso. Lin Qiye calculó la distancia desde allí hasta la salida del callejón, y su corazón se hundió.

Con la diferencia de velocidad entre ambos, no podría salir del callejón sin ser alcanzado.

¿Qué más podría hacer?

La mente de Lin Qiye giraba rápidamente, percibiendo todos los objetos cercanos, y buscaba algo para bloquear al monstruo que lo seguía. De repente, su mirada se posó en la mochila detrás de Jiang Qian.

—¡Lánzala! ¡Detenlo! —gritó Lin Qiye.

Jiang Qian, que se encontraba al lado de Lin Qiye, se sobresaltó, sus ojos destellaron con una fría luz, gritó y tiró su mochila…

Hacia Lin Qiye.

¡Las pupilas de Lin Qiye se contrajeron de inmediato!

Nunca pensó que Jiang Qian realmente lanzaría hacia él la mochila. Cuando Lin Qiye reaccionó, ya había caído pesadamente sobre su pecho. A través de su percepción espiritual, Lin Qiye podía ver claramente la expresión de Jiang Qian.

Ella lucía pálida, como un conejo asustado, su rostro lleno de terror, pero sus ojos nunca habían sido tan crueles.

“¿Eres Lin Qiye? Tu lugar ya está listo, allí…”

“Lin Qiye, soy la delegada de la clase, Jiang Qian. Si necesitas algo, puedes contar conmigo…”

“Pero lo que más nos impactó fue tu tía, que vino un día con una canasta de huevos hervidos, los repartía a cada uno de nosotros pidiéndonos que te cuidáramos.”

“Le prometimos a tu tía que cuidaríamos de ti, y lo haremos…”

“……”

La monitora tímida y amable parecía haberse convertido en un demonio histérico en ese momento.

Ella solo miraba a Lin Qiye, sus ojos reflejaban culpa, locura y crueldad.

Sí, soy la monitora;

Dije que te ayudaría;

Prometí a tu tía que cuidaría de ti;

Puedo enseñarte a hacer pruebas, llevarte a casa, ayudarte con las comidas… ¡Todo eso está bien!

Pero ahora…

Quiero vivir.

Entonces,

Por favor, ve al infierno.

En ese momento, el tiempo pareció detenerse. Lin Qiye miró los ojos de Jiang Qian, sus ojos eran tan fríos y profundos como la noche.

Dejar caer una mochila no detendría a un monstruo más que unos segundos, pero dejar caer a una persona… Tendrías una mejor oportunidad de sobrevivir.

Esa era la elección de Jiang Qian.

La mochila no era pesada, la energía cinética no era grande, pero el golpe desprevenido hizo que el cuerpo de Lin Qiye se tambaleara.

Detrás de él, el monstruo que se acercaba rápidamente se lanzó hacia Lin Qiye.

En un instante, Lin Qiye sonrió. Se rio fríamente.

Su espalda tenía una visión especial, anticipando la trayectoria del monstruo. Se agachó y evitó con precisión el ataque de la criatura.

Al mismo tiempo, el bastón que había estado sosteniendo en su mano se barrió hacia adelante como un rayo, y la punta del bastón golpeó el tobillo de Jiang Qian.

Jiang Qian gritó, y todo su cuerpo perdió el centro de gravedad, cayendo al suelo.

Una sombra pesada y oscura cayó sobre ella…

El siguiente momento, la noche se tiñó de rojo con sangre.


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