Provocacion descarada.
Xu Zhen vio entre la multitud a Xu Lian y llamó su atención para que viniera junto a él y su padre.
Xu Lian escuchó a Xu Zhen y se acercó a ellos, pero cuando estaba por abandonar la plaza, uno de los cultivadores de túnicas carmesíes intentó acercarse; pero retrocedió después de que Xu Lie fijara su mirada en él. Parecía que nadie entre los cultivadores recién llegados quería un enfrentamiento con Xu Lie, al menos por ahora.
Xu Lian llegó con ellos y saludó a ambos. Xu Lie sonrió y asintió con la cabeza. Xu Lian era una amiga de la hermana de Xu Zhen desde que él tenía memoria; incluso algunas veces pasó algunos días en su casa. Era una amiga de la familia de Xu Zhen.
“Xu Lian, ¿qué tienes pensado hacer?”, dijo Xu Zhen, algo preocupado.
“Pelearé, ganaré para salvar mi vida y después de eso volveré a pelear por la vida de mi papá”, dijo determinada.
Cuando bajaron al herido Xu Namg, Xu Lian apretó los puños y caminó hacia la arena marcial, pero antes de que pudiera dar varios pasos... Xu Zhen puso su mano en su hombro, impidiéndole seguir caminando.
“Tengo una idea, quédate junto a mi padre, yo iré primero”.
Cuando Xu Lie escuchó a su hijo, sus ojos se abrieron con sorpresa e ira. “¡Absolutamente no!” dijo con autoridad. “¡Te quedas aquí!”
Xu Zhen titubeó un segundo, antes de suspirar e inclinarse frente a su padre.
“Por favor... tengo confianza”, dijo determinado.
Xu Lie miró a su hijo y su mirada se llenó de una emoción compleja. Pareció recordar algo de hace tiempo.
“¿Qué tanta confianza tienes?”
“Absoluta”
Xu Lie suspiró “Hijo... en cuanto sienta que las cosas se te van de las manos... te sacaré de aquí”.
“Sí, padre”, dijo Xu Zhen, levantando su cabeza, antes de caminar hacia la arena marcial. Sus manos temblaban ligeramente y sentía su corazón acelerado... En realidad, le había mentido a su padre, no tenía tanta confianza, solo tenía una idea improvisada, pero estaba seguro de que podría funcionar.
Su mirada estaba llena de determinación y su respiración era controlada mientras caminaba a la arena marcial.
La familia Xu contuvo el aliento; todo el mundo sabía que Xu Zhen era el mejor de la generación menor de la familia Xu. Sin duda los puso tensos mirarlo ir a pelear.
Xu Zhen saltó a la arena marcial y señaló al joven frente a todos. "Sube aquí", dijo con seguridad en su voz.
El joven suspiró y sonrió con confianza. “Si sobrevives a tres intercambios, te daré la victoria”, Xu Zhen rechazó la oferta con confianza en su voz “Que sean cinco y, si gano, lo que quiero es que respondas una de mis preguntas”.
La mirada del joven se llenó de interés. “¿Qué pregunta?”, “Te diré después de que pasen los cinco intercambios”, respondió Xu Zhen.
El joven saltó a la arena marcial “No sé si tendrás la oportunidad”.
“Ya veremos”, Xu Zhen dando un paso atrás y levantando sus brazos; su guardia de combate.
Un murmullo recorrió la plaza; nadie tenía idea de qué diablos Xu Zhen preguntaría. Y así, con toda la plaza conteniendo el aliento, el duelo entre el orgullo de la familia Xu... y el joven de túnica carmesí y manos vendadas, comenzó.
El joven fue el primero en avanzar. Lanzó un puñetazo al rostro de Xu Zhen. Este esquivo apenas, sintiendo el viento del golpe rozarle la oreja. Y respondió con un puñetazo curvo que el otro apenas evitó, retrocediendo un paso al mismo tiempo que una patada se alzó hacia las costillas de Xu Zhen. Este uso su codo para bloquear la patada y justo antes de que el joven pudiera recuperar su equilibrio... ¡Le dio un cabezazo directo!
El joven se vio obligado a retroceder y Xu Zhen se burló: “Queda un intercambio, haz lo mejor que puedas”.
El joven suspiró: “Realmente no quiero responder tu pregunta, así que…” Levantó su palma, apuntando a Xu Zhen. “Solo muere”, dijo antes de que de su palma surgiera una bola de fuego del tamaño de una cabeza, que se lanzó rápidamente hacia Xu Zhen.
Xu Zhen sintió un temblor recorrer su nuca, una sensación que había sentido antes: muerte inminente. Rápidamente, tomó un paso lateral y esquivó esa bola de fuego, que continuó volando detrás de él, antes de chocar con el suelo y dejar un cráter del tamaño de una habitación; incluso hubo un desafortunado que murió por eso, sin siquiera tener tiempo a gritar o moverse.
El joven chasqueó su lengua con desgana. “No esperé que pudieras esquivarlo”, dijo con un suspiro amargo. “Pero como dice mi padre: un trato es un trato. ¿Qué quieres preguntar?”.
Xu Zhen tardó un momento antes de responder; seguía impresionado por aquella técnica marcial.
“Pareces tener un alto estatus ante tus compañeros. Asumo que tienes un padre poderoso; seguramente, si se los pidieras, se irían”.
El joven se quedó incrédulo “¿Es esa tu pregunta?”.
“Solo estoy divagando un poco…”, dijo Xu Zhen, negando con la cabeza. “Quiero apostar contigo, tengamos un duelo; si gano, te vas tú y todos los demás que vienen contigo; si ganas, nos exterminas”.
El joven pareció divertirse por tal oferta “No tengo nada que ganar, incluso si no participo en el duelo, exterminaré a tu familia”.
Xu Zhen sonrió: “Sé que no hay ganancia, pero mi pregunta es... ¿Aceptas o vas a huir como un perro?”
Obligado a responder, el joven se llenó de incredulidad antes de empezar a reír “Verdaderamente el orgullo es un idioma universal”. El joven sabía que no había beneficios, solo posibles pérdidas, pero él ya dijo que respondería a la pregunta de Xu Zhen y por supuesto que no diría que huiría como un perro.
“Acepto el duelo”. El joven aceptó fácilmente porque, en primer lugar, estaba seguro de su victoria; en el intercambio anterior no peleó con todo.
Xu Zhen sonrió al escuchar que el joven aceptaba el duelo. La provocación era demasiado descarada, pero de alguna manera funcionó.
No estaba realmente confiado en ganar... pero tenía que intentarlo.
(Si vamos a salir vivos de esto... mi padre tendría que usar algo que le cueste caro.)
Xu Zhen no era un experto en cultivo, pero entendía lo suficiente. Era obvio que su padre no era rival para esos dos hombres de mediana edad que acompañaban al joven. Si estaba tan seguro de poder sacarlo de allí con vida, entonces solo había una posibilidad: debía aumentar su poder de forma abrumadora en poco tiempo.
Y en el mundo de la cultivación... eso simplemente no existía. No sin pagar un precio.
Y para obtener tanto poder, el precio debía ser... devastador.
Esta fue la principal razón por la que Xu Zhen le mintió a su padre para venir a tener un duelo con el joven frente a él; aunque también lo hizo por los demás miembros de la familia Xu, incluida Xu Lian.
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