Regreso a casa y el funeral
—Si no pudiste proteger a mi padre ¿Cómo me vas a proteger a mí? —le dijo Beatrice a Kevin.
—Es lo que él querría —le dijo Kevin triste.
—Vete. No necesito que me protejas. Me fallaste. No pudiste cuidar el que nos mantenía seguros.
—De verdad lo siento pero… —dijo Kevin pero ella lo interrumpió.
—Ahora estoy con Wade. Por lo menos con él no estaré en peligro. Los problemas te persiguen.
—¿Wade? ¿Por qué me culpa? Si quién no pudo protegerlo cuando estaba a su lado era él. Aunque en parte es cierto pero algo no está bien —pensó Kevin y le respondió—. Está bien —dijo Kevin dio media vuelta y se fue caminando. Seguido de eso le vino el pensamiento de lo que Caronte le hizo pero en ese momento Kevin despertó y estaba en la cama de un hospital.
—Así que todo fue un sueño. Parecía tan real —pensó Kevin y miró alrededor viendo equipos médicos, escuchando el pitido que indica los latidos de su corazón en un computador y varias ventosas con cables conectados en diferentes partes de su cuerpo. Se acordó del elemento y lo llamó—. Wy—. Esperó un momento y le volvió a hablar—. No responde. Debe ser porque aún estoy algo débil —pensó Kevin preocupado porque creía que no tenía las habilidades y entró un doctor con otra persona. Kevin se concentró para escuchar los pensamientos del doctor—. Gracias Zappa por ayudarme a regenerarme otra vez. Te veo formidable y ¿Esa forma?
—Este lugar es pequeño no cabría con mi forma habitual —le dijo Zappa con forma de caballero. Tenía sus armas guardadas en su espalda. Solo Kevin podía verlo.
—¿Y los genios como están? —le preguntó Kevin.
—Siguen protegidos de las influencias espirituales de Caronte.
—Gracias mi amigo querido. Mantente con ellos. Si hay algo que pueda hacer por ti solo dime.
—Fui creado para servir —le dijo Zappa y se desvaneció.
—Zappa eres genial —dijo Kevin.
Pasó un rato y los doctores chequeaban a Kevin.
—Este chico es especial, su recuperación es formidable. Ya se le puede dar el alta —pensó el doctor y Kevin lo entendió. Luego el doctor habló en su idioma iraquí.
—Después de varios chequeos te daremos el alta —dijo la persona que traducía lo que el doctor le decía.
—¡Qué interesante! Puedo entenderlos en los pensamientos pero no en el habla. Esto es muy útil —pensó Kevin dándose cuenta de que no había perdido las habilidades ni el elemento y luego habló—. Está bien. Ya quiero salir para saber de los demás.
Pasaron varias horas y le dieron el alta a Kevin. Cuando salió, lo estaba esperando Wade en la sala de espera.
—Kevin —le dijo Wade a penas lo vio—. ¿Cómo te sientes?
—Ya estoy al 100 —le respondió Kevin y vio algo de preocupación en la cara de Wade.
Wade le hizo seña a Kevin para ir caminando, se fueron y se subieron en un auto que Wade estaba manejando.
—¿Cuánto tiempo estuve en el hospital?
—3 días.
—Y por lo que me percato Linda volvió a desaparecer.
—Cuando desperté solo estábamos tú y yo. Se las arregló para inutilizar de alguna manera su dispositivo neuronal. Nos rescataron las fuerzas de Iraq y nos trajeron aquí para darnos atención médica. Dejémosla por el momento. Hay cosas de las que preocuparse como el entierro de Wayne. Como ya él te había liberado eres libre de escoger lo que quieres hacer —dijo Wade.
—Luego que enterremos a Wayne veré lo que voy a hacer y ¿Qué sucedió con la base?
—La recuperaron gracias a que eliminamos a todas las sombras pero perdieron a muchos. Nos van a ayudar con el entierro de todos los que perdimos pero el cuerpo de Wayne nos lo llevamos para enterrarlo en nuestro país.
—Y por lo que veo ahora tú debes asumir la responsabilidad de la ACM.
—No. Va a ser el general Ryan. Cuando lleguemos a Dallas nos reuniremos con él.
—Pensé que ibas a ser tú. Aunque puede ser mejor. Es menos responsabilidad para ti.
—Por esa parte sí.
—¿Cómo es él?
—Es más joven que Wayne. Tiene 40 años de edad. Es una persona sencilla, alegre y jocoso. No emana aire de superioridad ni de temor. Parece que no se toma las cosas en serio pero no es así. Muchos lo siguen porque él se encarga de casi todo además de que sabe mucho y trabaja en desarrollo de tecnología.
—¿Cómo puede una persona así ser general?
—Solo es temporal. Hasta que se encuentre un sustituto para Wayne. Él no es el indicado para este trabajo pero si lo eligieron fue por algo. Además una de las cosas que más le gusta es hablar de mujeres y beber.
—¿A quién no le gusta eso?
—Sí, pero él es de las pocas personas que son excesivos en eso jaja.
—Vaya un general pervertido y cambiando de tema ¿Ha habido indicios de Caronte?
—No. Parece que tendremos un descanso. Aun así no debemos descuidarnos ya que no sabemos dónde o cuándo va a actuar.
Cuando llegó el avión se reunieron con las fuerzas de Iraq quienes les despidieron junto con el cuerpo de Wayne. Todos saludaron militarmente hacia el avión que iba despegando. Había tristeza ya que habían perdido a una gran persona junto con muchos soldados que habían luchado sin contar los que habían sido mutados. Pero ayudaron en gran manera a deshacerse de las sombras y de Caronte temporalmente. Ya le habían avisado a la familia de Beatrice.
Cuando el avión estaba encima de Dallas, Kevin miraba por la ventanilla del avión su ciudad natal.
—¿Está todo bien? —le preguntó Wade.
—Es hermosa. Nunca la había visto desde lo alto —dijo Kevin y estaba nervioso porque vería a muchas personas conocidas incluyendo sus padres. Habían pasado varios meses desde que comenzó todo—. Creo que no voy a ir al entierro. No tengo el valor para mirar a la cara a Beatrice y su familia.
—No eres el único —le dijo Wade pensando lo mismo—. Pero yo no tengo elección. Tengo que asumir la responsabilidad de verlos, además de que estarán esperando cuando aterricemos.
Cuando aterrizó el avión, Kevin se percató que la familia de Wayne no estaba en la pista.
—Pensé que estarían esperando en la pista —dijo Kevin.
—Por medidas de seguridad están dentro en la sala de espera del aeropuerto —le dijo Wade.
Ryan los recibió. Es justo como lo describió Wade. Sacaron y bajaron con cuidado el ataúd del cuerpo de Wayne y lo montaron en un auto fúnebre especial. Todos saludaron mientras sucedía todo eso. Ryan se acercó a Kevin y a Wade y los saludó militarmente.
—General —dijo Wade.
—Señor —dijo Kevin.
—Por favor siéntanse en confianza y relájense. Esto es solo porque estamos en cuestión de trabajo. Kevin. Sube conmigo. Wade ve con la familia de Beatrice —dijo Ryan y le lanzó las llaves de un coche.
El auto de Ryan era un hiperauto modificado con un ligero aumento de tamaño manteniendo la aerodinámica, las 4 plazas y las dos puertas. La carrocería completamente blindada. Kevin subió al coche al lado de Ryan.
—¿Qué piensas de este coche? —le preguntó Ryan seriamente a Kevin.
Kevin pensó en lo que le había dicho Wade. Observó el auto en su interior. Es muy cómodo. El parabrisas delantero es digitalizado pues visualiza muchas cosas como el estado del auto. Fecha. Hora. Velocidad. GPS. Imágenes de 4 diferentes ángulos del exterior del auto en cada borde del parabrisas. En el panel delantero entre los asientos hay una luz que proyecta en el espacio libre una pantalla holográfica mediante la cual se controla todo el auto.
—¿Que está bueno para impresionar a las chicas? —le respondió Kevin en forma de pregunta.
—¿Qué dijiste? —le preguntó Ryan más serio—. Porque si crees que este auto es para un harem…estás en lo correcto jajaja. Me caíste bien nada más con ese comentario.
Kevin se sorprendió por la actitud jocosa de Ryan y casi sonríe.
—Observa esto —dijo Ryan. Extendió su mano izquierda y tocó algo en la pantalla holográfica y todos los cristales del auto de oscurecieron, entonces se encendieron luces de neón de color azul. El ambiente estaba romántico y el parabrisas delantero visualizaba muchas cosas excepto el exterior del auto.
—Esto está sensacional —dijo Kevin.
—Aún hay más —dijo Ryan y tomó unos lentes transparentes que estaban dentro del auto—. Con esto puedes ver el exterior del auto y conducir aunque no se vea hacia fuera por los cristales.
—Sin palabras.
—Solamente estoy tratando de estar lo más animado posible. Odio estar triste y que los demás lo estén también. Sé que es duro perder a alguien amado. Lo que queda es lo que tenemos. ¿Si tú fueras a morir te gustaría ver sufriendo a los demás por tu pérdida? Por supuesto que no. Ni yo tampoco lo querría. Además así es la vida. Te digo más. El trabajo para mí es secundario. Lo uso para que me ayude a disfrutar de la vida.
—¿Por qué me cuentas todo eso si acabas de conocerme?
—Sé en quién puedo confiar con sólo verlo. Me caes bien Kevin. Además…—hizo una pausa pensando—. Wayne me habló bien de ti.
—Ya podemos partir señor general —se escuchó la voz de Wade que le habló a Ryan.
—Andando —afirmó Ryan y partieron.
El auto echó a andar y partieron al final de una caravana con autos policías y militares para enterrar a Wayne. Habían recogido a su familia también en otros autos. Mientras iban de camino se iban quedando atrás poco a poco.
—¿No crees que nos estamos alejando? —le preguntó Kevin y Ryan detuvo el auto.
—Supongo que no quieres ir al entierro. Puedo verlo en tu cara. De todos modos le dijimos que no estarías con nosotros. Que te estarías ocupando de otros asuntos —dijo Ryan.
—Es que no me siento preparado para verlos.
—Especialmente a Beatrice ¿verdad? —dijo Ryan.
—Sí. No me va a perdonar por no haber protegido a su padre.
Ryan miró a Kevin medio sonriendo como diciendo que Kevin estaba equivocado.
—¿Qué sucede General? ¿Por qué se retrasa? —le habló Wade por un comunicador.
—Necesito que vengas a recogerme.
—Enseguida —respondió Wade sin cuestionar.
—Kevin en realidad este auto es para ti. Wayne lo compró y yo lo rediseñé. Además de que le hice unas mejoras.
—Pero…
—Es híbrido. Trabaja también con electricidad.
—Espera…
—Vamos a estar unos días aquí y regresaremos a la ACM. Visítanos cuando tengas tiempo. Tengo un favor que pedirte.
—Este…
—No te preocupes. Este auto no tiene una bomba ni nada por el estilo. Es un regalo. Necesitarás en qué moverte, cuídalo.
—Gracias. De nuevo. —le dijo Kevin.
—No. Gracias a ti —dijo Ryan y luego dijo dirigiéndose al auto—. Lynn
—¿Señor? —respondió el coche con voz sexy de mujer.
—¡Ehhhh! —exclamó Kevin—. ¿También puede hablar? Qué curioso
—Le puse el nombre de mi hija, lleva perdida hace un tiempo. Nunca le gustó lo militar aunque aprendió algo. Pero qué se va a hacer. La verdad es acerca de ella el favor que necesito. Quiero encontrarla y más en estos tiempos que parece apocalíptico. No quiero saber que desfalleció por ahí sin más sin haberla visto de nuevo.
—Cuente conmigo entonces —le dijo Kevin.
—Restablece todo el sistema. Saca a Kevin de aquí, pasa a su servicio y explícale todo tu protocolo —le dijo Ryan al auto.
—Entendido. Reiniciando sistema —dijo la voz femenina y los cristales del auto se volvieron a esclarecer.
—Esa voz de mujer sexy al igual que su nombre fueron idea mía. Visita a tu familia, amigos, consigue par de chicas y ten esto —Ryan le dio el reloj que tenía puesto, los lentes y la llave electrónica que son parte del auto. Abrió la puerta de su lado, se bajó, cerró la puerta y el auto quemó gomas dando media vuelta llevándose a Kevin.
—Activando sistema de información —dijo la voz del auto—. Estableciendo sincronización.
El Reloj de Kevin hizo un pitido, se conectó con el auto y Kevin se puso los lentes.
—Como ya sabes, mi nombre es Lynn. Soy una Entidad Virtual de Interfaz Humana con inteligencia artificial adaptativa.
—Suenas bastante humana —dijo Kevin.
—Poseo un sistema de aprendizaje inteligente —dijo ella y percibió los sentidos de Kevin—. Estás presentando aumento del ritmo cardíaco. Activando sistema de relajamiento.
El asiento de Kevin comenzaba a vibrar ligeramente y una música suave se escuchaba.
—¿Cómo lo supiste? Ah olvídalo, no me digas. Mejor sígueme explicando todo lo que tienes —dijo Kevin relajándose.
—Sí mi señor. Información general. Comunicación satelital. Sistema de control de salud. Sistema de aviso de tiempo y detección peligro. GPS. 25 % de blindaje. Armas.
—Espera —le detuvo Kevin—. ¿Qué tipo de armas?
—Ametralladoras. Cantidad 2. Cadencia de disparo 10/s. Munición total, 2000 proyectiles. Misiles guiados electrostáticamente, total 10. 2 disruptores eléctricos.
—¿Algo más?
—Tengo 2 modos de funcionamiento. Modo Estándar y Modo Híbrido. En modo estándar el auto operará con combustible tradicional. En modo híbrido trabajará solamente con electricidad.
—Ja. Quiero probar esto.
El auto se detuvo.
—Pase al asiento del piloto —dijo el auto.
—Bueno vamos allá —dijo Kevin. Se quitó el cinturón, dentro del auto se pasó para el otro asiento, se acomodó y agarró el timón. El cinturón abrazó a Kevin automáticamente—. Vaya, esto se siente súper. ¿Puedes volar?
—Estás pidiendo demasiado.
—Jajaa lo imaginaba. ¿Puedes cambiar la música...Lynn?
—¿De qué tipo?
—¿Cuál te gusta a ti? —le preguntó Kevin.
—La música clásica.
—Una interfaz con gustos. Esto de seguro es obra de Ryan —dijo Kevin—. Por favor ponla.
La música jazz se cambió por una música clásica.
—¿Cómo se maneja esto? —dijo Kevin y en la pantalla holográfica aparecieron dos funciones: Automático y Manual—. Ya veo
Kevin tocó la función automática y comenzó a manejar el auto sin tener que conectar las velocidades de forma manual.
—Lynn activa el modo híbrido.
—Sí mi señor. Activando pasando de modo estándar a modo híbrido.
Enseguida parte del timón y el interior del auto se iluminó y se hicieron funcionales las armas anteriormente mencionadas y el sonido del motor cambió de un rugido a un sonido fino. Buscó en el sistema de armas y aparecieron todas las habilidades que Kevin podía usar.
—Esperaba que fuera algo similar. Siento como me consume energía. Lynn vuelve al modo estándar —dijo Kevin, el auto retomó su modo normal y siguió preguntando—. ¿Cuál es tu velocidad máxima?
—260 millas por hora.
—¡Whoa. Eso es mucho! —dijo Kevin sorprendido—. Podemos correr en la Nascar con esto. Hay que correr eso más adelante —dijo Kevin y después de pensar un poco tomó una decisión—. En fin vayamos al funeral
Kevin se dirigió hacia el entierro y cuando llegó al cementerio observaba desde lejos recostado a un árbol. Estaban Beatrice, sus abuelos, madre y hermana (que había crecido un poco) todos juntos. Estaban vestidos de negro observando como el ataúd lo colocaban en un panteón especial. Estaban también Kristen, Lauren, Ralph y otros compañeros de clase de ella. Había muchas otras personas incluyendo oficiales militares y James también estaba allí.
—Ralph mi amigo loco —dijo Kevin con deseos de unirse al entierro pero no se atrevía.
—Es bonita —una voz femenina le habló a Kevin desde un ángulo que Kevin no veía. Cuando la miró se sorprendió.
—¡LINDA! —dijo Kevin en voz alta pero ella rápido se acercó a él y le puso un dedo en la boca de Kevin para que no se alterara y luego de tranquilizarse retiró el dedo de la boca de Kevin, este le preguntó—. ¿Qué haces aquí?
—¿No es obvio? Te estaba buscando.
Ella estaba con una ropa deportiva sexy que combinaba con su pelo azul que lo tenía recogido.
—Ya me estaba preguntando si te vería otra vez. Gracias por salvarme de Caronte y qué bueno que estás bien —le dijo Kevin.
—Yo también estaba preocupada por ti. Pensé que no te recuperarías completamente luego de haberte cocinado. —dijo ella graciosamente.
—Lo que te faltó comerme —le respondió Kevin de vuelta.
—Ja ja ya quisieras. Aunque lo haría pero te necesito con vida —dijo ella acercándose ligeramente a Kevin.
—Si sigues jugando con electricidad te puedes electrocutar —le dijo Kevin graciosamente y ella rió porque esa frase normalmente se usa con fuego—. Gracias por el beso. Un día te lo devolveré.
—Eso no fue un beso. Solo fue primeros auxilios.
—De todos modos se sintió muy bien. Bueno y cambiando de tema ¿Qué te sucedió? —preguntó Kevin cambiando de tema.
—Este no es el momento ni el lugar. Vayamos a otro sitio para explicarte con calma —dijo ella.
—¿No estás apurada? ¿O sí?
—Para nada.
—Quiero estar un rato más.
El entierro terminó con palabras de Ryan, familia de Wayne y finalmente disparos de balas salvas al aire. Entonces las personas empezaron a retirarse.
—Vamos —dijo Linda agarrando a Kevin y arrastrándolo hacia las personas.
—Espera Linda. No me siento preparado.
—No seas cobarde. ¿Acaso no has pensado que quizás no volverás a ver a tus amigos?
—Rayos tienes razón pero no sabría que decirles. ¿Y qué hay de ti? Me preocupa que te vean.
—Qué importa. Ya no pertenezco a la ACM. Soy alguien como tú. ¿Lo olvidaste?
—Vaya vaya qué sorpresa —dijo Wade cuando se acercaron.
Estaban Linda y Kevin frente a Beatrice, su familia y amistades, Lauren, Kristen y Ralph. El ambiente estaba tenso y silencioso, muchos se preguntaban quién era la chica del pelo azul que estaba con Kevin. Estaban sorprendidos de verlo.
—Bueno los dejo para que se pongan al día y es bueno verte Linda. —dijo Wade—. ¿Podemos hablar un momento? —ella asintió y fue con Wade dejando a Kevin solo con la familia de Beatrice y amistades.
Ralph fue el primero en acercarse a Kevin y abrazarlo.
—Eres el mejor Kevin. De dónde sacaste a esa belleza de pelo azul —le dijo Ralph susurrado refiriéndose a Linda.
—Es una larga historia y me alegra de verte amigo mío.
—A mi más pero —Ralph hizo una pausa y golpeó ligeramente a Kevin en un brazo—. Al menos pudiste haber llamado. No sabía si estabas vivo o no
—En realidad no lo estuve por algún tiempo —pensó Kevin.
—Y hasta te hiciste un tatuaje colorido —le dijo Ralph viendo el rayo en el cuello de Kevin.
—Ya tú ves. He cambiado un poco.
—¿Un poco? Yo diría que demasiado.
Ralph se apartó y Kevin se puso frente con frente a Beatrice, familia y amigas.
—Siento lo de tu padre. No pude protegerlo. Le fallé a él y a ustedes —dijo Kevin triste.
—Vamos chico ya pasó, no hay vuelta atrás. Ahora lo que queda es enfocarnos en lo que tenemos ahora —dijo el abuelo de Beatrice.
—Mi ángel. Papá se fue —dijo Larizza corriendo hacia Kevin y abrazándolo. Este le puso una mano en la cabeza. Como ella era un poco más alta ya le daba por los hombros a Kevin.
—Él no se fue porque sigue nuestros corazones.
—Lo sé pero aún así lo extraño.
—Has crecido en este poco tiempo. Estás preciosa.
—Gracias —dijo ella llorosa.
—Hola Kristen. Ha pasado un tiempo. ¿Cómo estás? ¿Y tu papá? —le preguntó Kevin.
—Estamos bien gracias —le respondió ella con pena apartando su mirada.
—Parece que está evitándome. Y no Kevin. No te acostumbres a ver los pensamientos de los demás. Seguramente es por la vergüenza que pasé cuando traté de sanarle la mano a su padre y en vez de mejorar empeoró —pensó Kevin y se dirigió a Lauren—. Lauren ¿Y tu criado?
—El viejo Clark está aprovechando la vida más que nunca. Tratando de hacer lo que no pudo pero es un poco tarde.
—Sí. Lo imagino.
—¿Beatrice? —le dijo Kevin dirigiéndose a ella pero la tristeza de ella no le permitió responder.
—Lo siento Kevin no me siento bien, no tengo mucho que decir.
—Entiendo. Aun así me alegra verlos. Espero verlos de nuevo cuando esto haya pasado —Larizza soltó a Kevin y este se volteó para irse pero alguien lo abrazó por la espalda. Kevin reconoció el olor y supo quién era.
—Es duro lo imagino un poco. Trata de ser fuerte —le dijo Kevin.
—Trato pero es difícil —dijo Beatrice sollozando.
—¿Me dejas voltearme? —le pidió Kevin.
—No quédate así —dijo ella y apoyó su frente en la espalda de Kevin. Este aprovechó para hacerla sentir mejor con la regeneración.
—Gracias —le agradeció Beatrice y luego le dijo—. Es linda tu novia.
—Solo somos amigos.
—Al final si pasan mucho tiempo juntos, se vuelven cercanos.
—Bueno y que hay de ti. ¿No me digas que no tienes novio?
—Está allí hablando con los generales. Míralo.
Kevin miró y vio a un hombre joven, apuesto vestido con traje fino.
—Mmm parece alguien importante. Me alegro por ti. En serio. Y combina contigo.
—Gracias.
—¿Está bien que nos vea así?
—No importa además me estás consolando ¿no? Y no puedo desaprovechar esta oportunidad de tenerte cerca.
En eso llega Linda y los ve abrazados. Kevin y Beatrice se separan.
—Tu amiga te espera. No le hagas esperar y gracias por venir —le dijo Beatrice.
—No tranquilo, Kevin nos vemos luego tengo algunas cosas que hacer —dijo Linda.
—Está bien Linda. Cuídate y no te pierdas.
—Tú tampoco —dijo ella y se retiró.
—Por lo que veo debes estar súper ocupado —le dijo Ralph acercándose a Kevin nuevamente.
—Si mi amigo. Han pasado muchas cosas. Después que vea a mi familia, te veré para beber un poco ¿Te parece bien? —le dijo Kevin tirándole un brazo a Ralph.
—No tienes que preguntarme. Solo avísame y Kevin, tus padres se van a alegrar mucho de verte.
—Sí. Después del entierro iré a verlos. Espero estar al menos 2 o 3 días por aquí. ¿Oye quieres irte conmigo?
—Me gustaría pero ando en mi auto. Cambié el cachivache que tenía.
—¿Dónde está? Quiero verlo —insistió Kevin.
—Ves aquel mercedes blanco —dijo Ralph señalando.
—Si lo veo. Jaja mejoraste bastante.
—Sí. Trabajé mucho en las vacaciones y con el ahorro que tenía completé un dinero y me lo compré.
—Pensé que estarías buscando chicas.
—Me estaba preparando para esto primero.
—Perfecto mi amigo. Voy a ver a mis padres. Te aviso. Mantente no hagas planes —le dijo Kevin.
—Cuenta conmigo. Pero no te vayas aún. Quiero ver el auto en el que andas porque con esa pinta de Don Juán que traes debe ser un súper auto —dijo Ralph ya que notó que Kevin estaba más esbelto y con ropa lo más parecido a un agente especial.
Llegaron a un lugar apartado de las personas. Ralph vio el auto.
—¿Pero qué cosa es eso? —dijo Ralph conmocionado por la belleza de auto.
—Es un hiperauto modificado.
—Ese es un auto que cuesta casi 2 millones —dijo Ralph sorprendido.
—Ahora cuesta 50 millones.
—Kevin esto es demasiado. Creo que no te conozco. Hace unos meses eras un estudiante universitario. Ahora pareces un agente especial y por lo que veo ya no necesitas de los estudios.
—Ahora estoy enfocado en otra cosa. He estado trabajando con la ACM.
—Jaja me cuesta asimilar esto. Es que no pareces el Kevin que conozco.
—¿Recuerdas lo que me dijiste? Que no importa lo que pase. Que seguirás siendo mi amigo.
—Claro que lo recuerdo.
—Espera Ralph. Quizás me pueda ir contigo —le dijo Kevin y llamó a Linda por el móvil.
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—Hola Kevin. ¿Qué sucede?
—Si quieres puedes usar el auto que me dieron para que lo uses. Me dijiste que tenías cosas que hacer. Te puede ser útil.
—Vaya que gentil. No es menos cierto lo que dices ¿Pero y tú?
—Estaré bien. Mi amigo me va a llevar a casa y mi papá tiene auto también. Y así no destaco tanto en la calle.
—Está bien. Te veo en un momento.
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Al cabo de un momento Linda llegó al encuentro de Kevin y Ralph.
—Toma —le dijo Kevin a Linda dándole la llave del auto.
—Gracias —le dijo ella y sus manos se acariciaron un momento.
—Cualquier cosa me llamas. Voy a estar unos días con mi familia.
—No te pierdas —le dijo ella.
—¿Lo dice quien más se pierde más? —le dijo Kevin.
Linda se subió al hiperauto y se fue. Kevin se fue con Ralph que lo llevó a su casa. Sus padres lo recibieron por todo lo alto y compartió con ellos.
Al día siguente. Kevin pensaba en su cuarto en el recibimiento que le dieron sus padres. Todo lo que conversó con ellos. Habían sido secuestrados por los DOGMAS cuando Kevin había muerto y después capturado por ellos. Luego de que los derrotaran, la ACM los había ayudado. Ellos habían pasado también por mucho. Preocupados por Kevin todo el tiempo sin saber si estaría vivo o no su único hijo. Kevin les había explicado casi todo. Excepto la parte de que había muerto. Ellos sabían que Kevin ya tiene un propósito que cumplir y que no estaría con ellos todo el tiempo. En ese pensamiento Claire toca la puerta del cuarto de Kevin para avisarle que el desayuno estaba listo.
—Voy mamá —dijo Kevin—. Recuerdo que aquí en mi cuarto comenzó todo en aquel supuesto sueño.
Kevin desayunó. Su mamá lo trataba como el hijo perdido. Su papá se había ido a trabajar.
Esa misma noche Kevin se encontró con Ralph en un bar. Ralph fue en su coche y Kevin en el de su padre. Fue vestido normal y conversaban mientras tomaban bebidas para relajarse y compartir.
—Oye Kevin ¿Así que eres como un súper héroe o algo así?
—Vamos sabes que no me gusta alardear acerca de eso y habla bajo —dijo Kevin.
Entonces se acerca una mesera muy atractiva que acababa de llegar tarde a trabajar y le tocó atenderlos. Les coloca en la mesa dos martinis pero antes se acomodó el pelo.
—Gracias preciosa —le dijo Ralph con mirada presumida—. Ni te imaginas lo privilegiado me siento ante tanta belleza.
A Kevin se le ocurre escuchar los pensamientos de ella.
—Es un placer atenderlos y mi deber es que se sientan bien —dijo la chica que se retiró después de pensar—. No es fácil lo que uno tiene que hacer para fingir que te alegra tratar con todo tipo de personas a pesar de los problemas que tengo.
—Esa chica está que arde. Kevin. ¿La viste?
—No. No la vi…Claro que la vi. No estoy ciego jajaja.
—Si pudiera conquistarla. Kevin. Kevin. ¿Dónde está tu mente? —dijo Ralph.
Kevin pensaba un momento hasta que se decidió.
—Voy a contarte algo ¿ok?
—Está bien. Sabes que puedes contar conmigo.
—Primero muérete antes de contarlo.
—Lo que sea por mi amigo. Me muero de curiosidad.
—Está bien. Aquí voy —dijo Kevin y luego le dijo con tono bajo—. Puedo ver los pensamientos de las personas.
—Kevin…estás seguro de lo que dices —le dijo Ralph incrédulo.
—Shhhh habla bajo. Adelante. Pruébame.
—A ver ¿En qué estoy pensando?
—Buff. En un caballo.
—Demasiado fácil —dijo Ralph—. Eso pudiste haberlo adivinado ya que te lo digo a cada rato.
—Otra cosa Ralph —dijo Kevin con pereza.
—A ver voy a pensar en un número entre 1 y 1 millón.
—Adelante.
—Ya lo tengo dime cuál es.
—345987
—Ooohhhh. Eso estuvo fuerte. Aún no te creo puede ser coincidencia Voy a pensar en otro..ya. Dimelo.
—678
—No puede ser —dijo Ralph asombrado—. ¿A ver y en qué estoy pensando ahora?
—Que no hay chica que se te resista —dijo Kevin y luego agregó— Si. Propio de ti y ¿Qué tal si te ayudo con la mesera?
—Eres increíble Kevin jajaja. Ojalá yo pudiera hacer eso también. ¿No puedes prestarme ese poder?
—Me temo que no.
—Bueno dale vamos a caerle. Estoy emocionado.
—La llamamos. Hablas con ella y te digo lo que piensa. Por supuesto luego de que hayas hablado con ella.
—Ya está mi hermano. No hay nada que perder —le dijo Ralph emocionado.
—Lo que sé por el momento es que ella tiene problemas. Está fingiendo estar alegre para atender a las personas.
—Ese es un buen punto. Voy a llamarla. ¡SEÑORITA! —dijo Ralph levantando una mano y al cabo de un momento ella se acerca con una sonrisa.
—¡Otra vez este tipo, que cara de perdedor autosuficiente tiene. Me caen mal los de su tipo! —pensó ella y luego dijo—. ¿Necesitan algo?
Kevin se estaba divirtiendo y estaba atento a lo que ella pensaba pero sin mirarla.
—Solo quería confirmar si realmente estás bien porque tengo la impresión de que estás fingiendo solo para atender a las personas —le dijo Ralph.
—¿Ehh? ¿Y cómo sabe cómo me siento? Bueno quizás no lo estoy disimulando bien. Creo que estaba sacando una mala conclusión de él. Parece que es una persona observadora y hasta el momento él es el único que se ha percatado de mi situación —pensó ella y luego le dijo—. No tengo por qué rendirle cuentas a un desconocido y si no desean nada me retiro.
—Dos martinis más por favor y gracias —dijo Ralph y ella se retiró entonces se dirigió a Kevin—. Desembucha.
—Estuviste bien. Por lo menos cambió su manera de pensar hacia ti de un perdedor autosuficiente a una persona observadora.
—Ño. ¿Esa es la impresión que doy?
—Eso parece pero lo que importa es que está mejorando su opinión acerca de ti.
Pasó un rato más y la volvió a llamar.
—Déjame adivinar. ¿Dos Martini más? —dijo ella.
—Soy Ralph y estoy interesado en conocerte. ¿Podemos hablar cuando termines de trabajar? Y sí por favor dos Martini más.
Ella se retiró sin decir nada y enseguida Ralph miró a Kevin para que le dijera.
—Por primera vez ella no pensó en nada, vamos a esperar que ella venga.
Llegó la chica y puso en la mesa los 2 martinis.
—¿Lo pensaste? —le preguntó Ralph.
—No tengo nada que pensar —dijo la chica.
—No soy mala persona. Mírame. Debes de haberlo notado. Sé que eres una chica inteligente y a lo mejor te puedo ayudar.
—Sí. Sí. Me darías 10 mil dólares para pagar la medicina de mi padre sin querer nada a cambio. Además tengo que seguir trabajando luego de esto no tendría tiempo para él a no ser que me diera una buena oferta. Rayos no tengo opción que hacer esto para tener lo más rápido posible el dinero —pensó ella y luego le dijo—. Olvídalo. Cada quién resuelve sus problemas.
—Pero una ayuda no está de más —le dijo Ralph.
Ella no dijo nada y se retiró.
—Ja —rió Kevin.
—Dale dime. No me hagas esperar más.
Kevin le explicó la situación de ella.
—¡Rayos! —exclamó Ralph—. Es mucho dinero. ¿Y si es una farsa lo que piensa?
—Es poco probable. Generalmente el pensamiento es lo verdadero. La acción se presta más fácil para mentir que el pensamiento —le dijo Kevin.
—Si pudiera le diera el dinero que necesita.
—Avanza —le dijo Kevin dándole a su amigo 10 mil dólares en efectivo en billetes grandes.
—¡Kevin! Es mucho dinero. No puedo aceptarlo. Sería un desperdicio —le dijo Ralph. Pero Kevin en su móvil le enseñó los números que tenía en su cuenta bancaria—. Oye Kevin con esa cantidad de dinero pasaría un buen tiempo todos los días en un burdel. Una chica diferente cada día.
—Eres un caso. Bueno para no desviarnos. Eso no es nada, además ayudarte es más importante. Somos amigos. ¿Para qué estamos? —le dijo Kevin.
—Me vas a hacer llorar —le dijo Ralph.
—Déjate de dramas. Yo sé que tú harías lo mismo por mí.
—No sigas Kevin —le dijo Ralph nostálgico.
—Hoy es por ti y mañana si tiene que ser por ti otra vez que así sea.
—Ralph estaba sin palabras y chocaron sus puños. Siguieron compartiendo hasta que cerraron el bar y siguieron a la chica que se iba a encontrar con otro hombre fuera del bar que le iba a pagar por estar con él. La chica estaba fingiendo tener buena cara por lo que estaba haciendo.
—Ve Ralph antes de que se vayan. Si te metes en lío ten esto —le dijo Kevin y lo tocó. Ralph sintió un ligero calambre.
—¿Ehh? ¿Qué me hicicte?
—Mejoré tus reflejos. No te puede ganar si peleas contra él y este es el número de su cuenta. Si se pone fea la cosa yo intervengo.
—Eres sorprendente Kevin. Si yo fuera mujer me casaría contigo jajaja. Vamos a casarnos Kevin.
—No pierdas tiempo que te la van a quitar y apúrate jajaja —le dijo Kevin empujándolo ligeramente y Ralph fue al encuentro.
—Ya veo por qué no quisiste encontrarte conmigo —le dijo Ralph a la chica que estaba con el hombre.
—Oye ¿No ves que ella está conmigo ahora? Piérdete —dijo el hombre.
Ella miró a Ralph sintiéndose algo avergonzada pero mantuvo la compostura. Entonces Ralph tomó la mano de la chica y le dio los 10 mil dólares en efectivo —le dijo Ralph y se iba caminando.
—Qué tonto soy. Le doy el dinero y la dejo con ese hombre que no sé si la va a tratar bien. Bueno ya tiene el dinero y con ese hombre puede conseguir más.
—¡Espera! —ella no aguantó y lo detuvo llamándolo con tono de arrepentimiento.
—¿Eh? —se detuvo Ralph.
—¿Por qué? … ¿Por qué lo hiciste? … ¿Desde cuándo sabes que me hacía falta esta cantidad de dinero?
—Desde que el dinero se ha convertido en la raíz de la mayoría de los problemas, nunca está de más y la otra razón debería ser obvia —le dijo Ralph dejándole claro su interés por ella.
—No me ignores —le dijo el hombre a la chica y la fue a sujetar pero ella le dio un golpe bajo.
La chica se alejó del hombre pero Ralph se acercó a este que fue a agredirla con un arma pero con los reflejos mejorados lo enfrentó fácilmente interceptando el arma y los golpes de su oponente hasta que lo desmayó derrotándolo. Kevin se mantuvo atento escondido.
—Simplemente siéntete agradecida —le dijo Ralph.
—Es que no es suficiente con solo estarlo —le dijo ella—. Siento que tengo que hacer algo para compensártelo.
—Si sientes que tienes hacer algo a cambio es porque no lo merecías pero de todos modos ya está hecho.
Ralph se acercó a ella y tomó le tomó una mano, acercó su cara para besar la mano de ella pero no llegó a tocarla y le dijo: —Entonces permite que te lleve segura hasta tu casa al menos.
—Pero antes me gustaría ir a comprar unas medicinas para mi padre, contigo por supuesto.
—Perfecto —le dijo Ralph y se fueron.
“Gracias mi hermano. Te debo una grande” —le dijo Ralph en un mensaje a Kevin por el móvil.
“Avanza y déjate de sentimentalismos” —le respondió Kevin.
Esa noche que luego se convirtió en varias para Ralph.
Kevin subió a su auto y partió a su casa.
Al día siguiente cerca de las 8 PM Kevin llegó en su auto donde se había visto con Beatrice la última vez. El lugar estaba intacto. La carretera por el borde de una pequeña montaña hacía una curva y en la misma curva un espacio abierto suficiente para parquear autos al borde de un barranco con un cerco de hormigón de 1.50 m. En ese espacio hay algunos bancos para sentarse y unos postes con una ligera iluminación blanca. Al frente estaba la nocturna Dallas con una vista es espléndida. Y por detrás la montaña pedregosa que se eleva unos 150 m a lo largo de la carretera. Se escuchaba el sonido de una brisa ligera, insectos y algunas aves nocturnas que pasaban por ahí.
Estaba Kevin pensando mientras se apoyaba en el cerco, pero solo pasaron unos minutos para que una luz de un auto que se detuvo llamara su atención alumbrando a Kevin por detrás. Beatrice se bajó del auto apagó las luces, cerró la puerta. Ambos caminaron a encontrarse frente a frente y se abrazaron.
—Te extrañé Linda. Rayos quise decir…Beatrice. Lo siento —dijo Kevin equivocándose de nombre.
—Vaya entonces así es como se llama ella. ¿Acaso la esperas aquí también? —le dijo ella despegándose de Kevin.
—¿A qué hombre se le ocurre quedar con dos mujeres en el mismo lugar? —le preguntó Kevin.
—Los hay pero no creo que sea en tu caso. Lo siento —dijo ella con celos.
—¿Está todo bien? —le preguntó Kevin sin saber que decirle.
—No del todo. Mi papá está muerto, mi familia triste. Ahora mismo eres de las pocas razones en las que encuentro consuelo —le dijo ella pegándose a Kevin de nuevo—. Aunque no es igual que antes.
—Es porque no estoy usando la inducción de sentidos y la regeneración —pensó Kevin y le dijo—. Me preocupa que te metas en problemas por esta escapada.
—¿Ya quieres que me vaya?
—No. Solo es… —le dijo Kevin pero ella lo interrumpió poniéndole un dedo en los labios de Kevin y retirándolo.
—Está bien no tienes que explicarme —le dijo ella—. No sabes lo que significa para mí haberte conocido.
—Esto parece una despedida.
—Por si acaso. Estoy conforme con ello y no me arrepiento pero me frustra un poco no haber podido estar contigo —le dijo ella poniendo la boca de puchero. Kevin simplemente bajó un poco su mirada—. Antes era yo, ahora eres tú quién me pareces inalcanzable.
—No seas tonta. Verás que soy solo Kevin si me quitas todo esto.
—Esto —le dijo ella tocándole la ropa.
—No. Me refería a lo que soy jaja.
—Tu mirada no es la misma de antes —le dijo ella—. Parece una mirada de amigo.
—Un poco.
—No tienes que decírmelo. Puedo verlo —le dijo ella—. Igualmente me alegra y no me arrepiento haberte conocido.
—Yo tampoco. Eres la primera chica que me regaló mi primer beso. Me hiciste sentir enamorado. Gracias.
—Y mírate, diste un gran cambio que no pasa desapercibido —le dijo ella animando la conversación—. Nunca se me olvidó lo que te había dicho acerca de que me gustaría verte como te vieron mi familia cuando los salvaste.
—Está bien. Era una promesa que te había hecho —le dijo Kevin tomándole las manos—. Sujétate, vamos a tener una mejor vista de la ciudad.
Ambos se cubrieron con un campo de fuerza sutil que Kevin creó.
—¿Qué es esto? —preguntó ella curiosa.
—Fue lo que los salvó.
Y usando la levitación magnética se elevaban poco a poco. Beatrice al ver como subían, se asustó un poco.
—No te preocupes confía en mí —le dijo Kevin.
—Está bien —le dijo ella tratando de calmarse. Se elevaron a unos pocos kilómetros en el aire. Todo estaba oscuro en el aire excepto la enorme ciudad que estaba debajo de ellos. Y el brillo que de ellos emanaba por el campo de fuerza.
—No me sueltes —le dijo ella—. Me da la impresión de que nos podríamos caer.
—Podríamos ir hasta el espacio pero es peligroso.
—Aquí está bien —dijo ella. Estaban casi a 3 kilómetros de altura. Las nubes bajas estaban a su nivel.
—Trata de de relajarte y disfruta de la vista.
—¿Y el lugar donde estábamos? Lo perdí de vista.
—Está allí —le dijo Kevin apuntándole con una mano la dirección.
—¿Los autos están seguros?
—Te preocupas demasiado —le dijo Kevin abrazándola— ¿Quieres intentar volar tu sola?
—No. No me sueltes —le dijo ella con miedo a atreverse luego de pensarlo se decidió—. Está bien confío en ti. Además este momento es único.
—Cierra los ojos y suéltame despacio —le dijo Kevin y así ella lo hizo.
Cuando los abrió se alteró un poco pero Kevin le hizo señas con las manos para que se calmara.
—Respira despacio ahora usa tu mente para moverte y ven a mí.
—Está bien —así ella lo hizo y se acercó a Kevin abrazándolo.
—Lo malo es que no quieras dejar esto luego jaja.
—Otra vez —le dijo ella y se separó de Kevin y volvió a él otra vez—. No desactives esto.
Beatrice y Kevin se desplazaron en el aire un rato. Ella le cogió el gusto como una niña pequeña. Entonces volvieron despacio donde estaban sus autos.
—Gracias Kevin. Nunca te olvidaré —le dijo ella con una sonrisa tierna y se fue en su auto.
—Una menos —se dijo Kevin en voz alta, subió a su auto y partió.
Al día siguiente Kevin pensaba en la cama.
—Todavía tengo que ver a Kristen y Lauren, voy a tratar de verlas el mismo día —dijo Kevin. Se levantó, hizo sus cosas y fue a casa de Kristen vestido con ropa informal.
Quién lo recibió fue el padre de ella.
—Te recuerdo —le dijo el padre de Kristen dándole la mano—. Lo que me hiciste terminó siendo realidad. Cuando llegamos al hospital mi mano estaba casi sanada completamente. Por favor pasa y toma algo.
—Sí gracias. La verdad no sabía que tu mano se había puesto bien —dijo Kevin y pensaba que no había funcionado cuando le intentó sanar la mano cortada.
Conversaban un rato y en eso llega Kristen que había salido de compras.
—Hola Kristen —le dijo Kevin.
—¡Kevin! —dijo ella avergonzada asomándose en la puerta y con la misma la cerró quedándose fuera.
—Se siente avergonzada por cómo te tratamos aquel día y yo también.
—No es nada. Más avergonzado me siento yo por haberles hecho perder el tiempo ese día —dijo Kevin y pensó—. Lo imaginaba.
—Nos estamos disculpando demasiado. Por mí estamos bien.
—Yo también.
—Creo que vamos a tener que salir a buscar a Kristen —le dijo el padre de ella graciosamente.
—Yo voy —le dijo Kevin y salió tras ella alcanzándola fuera de la puerta de la casa. Se había sentado en un banco bajo un árbol que estaba frente a la casa de ella. Estaba pensativa mirando a lo lejos y Kevin se sentó a lado de ella.
—Lo siento. No sabes cómo me he sentido todo este tiempo por haberte tratado tan mal aquel día —dijo ella.
—Pero con razón. En fin. Si te cuesta perdonarte piensa que siempre se puede comenzar de nuevo —diciendo esto Kevin él le tomó una mano.
—¡Kevin! —le dijo ella con una sonrisa. Se recuperó y le habló—. Te estás haciendo famoso, estás rodeado de chicas lindas. Realmente extraño al Kevin de antes.
—Era algo casi inevitable —le dijo Kevin con tono de tristeza y mientras estaban tomados de la mano Kevin usa la inducción de sentidos y no hubo ningún cambio en el aspecto de Kristen dejando sorprendido Kevin.
—Lo sé y a pesar de todo eso seguramente has pasado por mucho. Ver morir al padre de Beatriz. Pudo haberte sucedido a ti —diciendo esto Kristen apretó la mano de Kevin—. Quiero pedirte algo.
—Dime —le respondió Kevin.
—Quiero que te cuides mucho.
—Es una promesa entonces pero tú debes hacer lo mismo —le dijo él y ambos enlazaron sus dedos meñiques. Más que perder el dedo pequeño es una cuestión de vida o muerte —le dijo Kevin y ella lo jaló, lo acostó en su regazo y le acarició el pelo. Kevin miraba hacia la calle.
—Cuídate mucho Kevin. De verdad —le dijo ella besándole la frente.
Kevin se levantó del regazo de Kristen. Se puso de pie para irse.
—Tú también —le dijo Kevin lanzándole un beso, se subió al auto y partió mientras ella miraba desde el banco como se iba.
—De no ser por lo que estoy envuelto la elegiría a ella. Podría apostar que eres tú quién me querría realmente sin importar lo que sea. Esa chica es sincera, frágil, amable. No desprende aires de superioridad. Afortunado quien se haga compañero de ella —dijo Kevin pensando en Kristen ya que se percató de que era la única chica con la que no había funcionado la inducción de sentidos. Entonces se dirigió a la mansión de Lauren.
Cuando Kevin llegó en vez de sonar el claxon hizo un rugido con el motor del auto de su padre. El guardia le avisó a Lauren que estaba dentro y lo dejaron pasar.
—Lauren —la llamó Kevin por su nombre cuando la vio.
—Kevin —Lauren hizo lo mismo y se abrazaron de alegría—. A penas pudimos hablar en el entierro del padre de Beatrice. Debió ser difícil.
—Si —le respondió Kevin—.Pasamos por mucho pero seguimos en una pieza.
Lauren lo invitó a pasar y le dieron de comer.
—Si no fuera por ti, ese día yo habría terminado mal. Gracias de nuevo ¿Y el viejo Clark?
—Clark —Lauren lo llamó y él vino—. Mira quién está aquí.
—Jajajaj mi salvador —le dijo Clark a Kevin.
—Mi amigo Clark. ¿Cómo está esa vista? —lo saludó Kevin poniéndose se pie.
—Mejor que nunca, ni siquiera necesito lentes.
—¡Qué bueno! Pero de todos modos no te hacía tanta falta yo creo que tú veías mejor que yo jjajaja.
—Reconozco que antes me percataba de cosas que ahora que recuperé la vista ya no puedo notar pero no hay nada como poder ver. Me siento muy agradecido contigo.
Kevin se sentó y hablaba con Lauren. Clark continuó con lo suyo y se quedaron ello solos en la sala.
—¿Y esa chica que estaba contigo quién era? Parecen cercanos ustedes.
—Somos compañeros. Me ayudó mucho.
—Te estás haciendo famoso.
—Anda vamos tú también eres hermosa de seguro tienes cientos de pretendientes para escoger.
—Sí pero no muchos me llaman la atención lo suficiente. Incluso ya tengo novio pero solo es por fachada. A diferencia de alguien que me prometió terminar un trabajo inconcluso cuando volviéramos a vernos.
—Rayos pensé que se le había olvidado, voy a tener que escapar de ella otra vez. No sabía que estar rodeado de chicas sería tan problemático y yo que antes envidiaba eso —pensó Kevin y luego le habló haciéndose en desentendido—. Sí. ¿Quién habrá sido ese irresponsable?
—Lo tengo frente a mí. No te hagas.
—¿No podemos cambiar de tema?
—No
—¿Podemos hablar en otro lugar?
—En mi cuarto.
—Lauren creo que estamos mejor como amigos. La amistad dura más —le dijo Kevin y luego pensó para sí mismo—. Quién se iba a imaginar que yo tendría que decirle eso a alguna chica cuando las pocas veces que me interesé antes en una chica, ellas terminaban diciéndome eso jajaja.
—Es por ella ¿verdad? La chica hermosa de pelo azul que anda contigo —le dijo ella, Kevin no dijo nada y ella dijo con envidia—. Qué suerte tiene.
—Cuídate mucho y gracias por todo, de verdad pero tengo que irme —le dijo Kevin dándole un beso en la frente para irse pero ella a la fuerza se lo llevó a su cuarto—. No, no te vas todavía. ¿Y qué es eso de amigos? Ven aquí.
—No Lauren espera —dijo Kevin mientras era arrastrado y pensó—. Ni siquiera asimiló el rechazo. ¡Qué fuerte es!
Al cabo de un momento Kevin se iba de la casa con mucho apuro limpiándose el carmín de su boca y cara. La había desmayado en el cuarto de ella antes de escapar. No pudo evitar algunos contactos de ella a la fuerza. Cuando ella despertó golpeó la cama de la frustración.
—No hay nada más peligroso que una mujer desenfrenada. Casi me viola —se dijo Kevin riéndose consigo mismo.
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