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TG - Capítulo 712
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Capítulo 712: El Fin 3.

Capítulo 712: El Fin 3.

La batalla en contra la Calamidad Oscura inició… Aurora observó cientos de miles de drones controlados por Liam volando por el cielo a la lejanía en donde se podía observar una extensa masa de oscuridad que gran parte de la vista.

Todo el mar negro fue tragado por Alice y ahora la oscuridad se estaba extendiendo llevando a que todos los rangos SS y rango SSS salieran a enfrentarse al enemigo… Enfrentarse a la ‘calamidad’ conocida como Alice.

Aurora que observaba esperando su momento, apretó su puño controlando su respiración. Todo sucedió demasiado rápido lo suficiente como para que ella ni siquiera pudiera adaptarse al cambio.

Los días desde que volvió a la Tierra pasaban en su mente llevando a que ella se sintiera tensa y nerviosa sin tiempo de ni siquiera llorar por aquellos que ya no estaban.

“GRAAAA!”

Un rugido extremadamente poderoso despertó a Aurora desde su ensueño y ella levantó la cabeza viendo como Amnestria avanzaba liderando a las bestias del bosque mágico que cubrieron esta zona de Rumania.

A lo lejos Aurora podía sentir las presencias de las otras bestias de rango SS que servían a la reina e incluso ver la destrucción que ellos causaban.

“Es hora. Abriremos un camino para ti.” Nicole con su traje de combate se acercó a ella con una expresión seria y observando la oscuridad que se defendía de los ataques, añadió. “Ten cuidado… Alice… No es la misma.”

Las últimas palabras fueron murmuradas como si la propia Nicole no se sintiera segura.

El plan era simple. A diferencia del plan original que la humanidad había planeado sobre eliminar la oscuridad que representaba Alice, su plan era encontrar el modo de que ella pudiera tener una forma de comunicarse con su amiga.

Aurora no sabía cómo se haría ni si funcionaria. En realidad, en este punto ella no podía pensar en otro plan, no había tiempo para hacerlo.

La peor situación era que las fuerzas aliadas lograran eliminar la oscuridad y posteriormente a Alice y si tal hecho sucedía... Aurora volvió a controlar su mente.

“Bien. Contare con ustedes.” Dijo Aurora y sin dudar, ella se elevó en el cielo con su espada en la mano.

Ella avanzó hacia la oscuridad mientras los drones a su alrededor la protegían, su dirección fue una zona donde la oscuridad avanzaba lentamente retrasada por los drones cuyos escudos surgían evitando que la oscuridad avanzara.

Esa zona estaba libre de otros atacantes así que cuando ella fue la primera en acercarse, la oscuridad le apunto y miles de lanzas llenaron su visión.

“…”

Aurora levantó su espada y el aura celeste la cubrió repeliendo las lanzas. El entrenamiento de Terra nova le permitió a ella dar forma a su escudo no como un domo, sino que como un triángulo que desviaba las lanzas de ese modo reduciendo la fuerza del golpe.

Por supuesto, Alice no realizaría únicamente este tipo de ataque, pero aquí la oscuridad parecía un ser vivo que buscaba devorar y atacar todos los seres vivos sin inteligencia suficiente como para atacar de mejor manera.

Antes de que Aurora pudiera cortar las lanzas de oscuridad, los drones manejados por Liam intervinieron cortándolos por ella permitiéndole el paso libre.

Aurora aprovechó ese momento para avanzar volando por el cielo tratando de adentrarse al Mar Negro.

Ella sentía que su hermana estaba en lo más profundo de esa oscuridad y si la oscuridad que la rodeaba estaba activa inconscientemente, si ella se acercaba, quizás su voz la alcanzaría… Tal era la lógica que Aurora estaba siguiendo.

Ella avanzó, esquivando las lanzas que cada vez se volvían más numerosas o los miles de tentáculos hasta el punto de que la oscuridad fue lo único que la rodeaba mientras ella estaba en el cielo.

“…”

La oscuridad como si sintiera que su cercanía era un peligro tembló y los tentáculos se convirtieron en criaturas que lentamente tomaron la forma humana.

Aurora se quedó tiesa unos segundos mirando como diez Clémentine eran formadas por masas de oscuridad. En el fondo de su mente, Aurora sentía que su hermana no podía hacer algo como esto o si lo hacía entonces era por medio de artefactos externos.

Alice podría crear criaturas con las formas de guerrero que tanto le gustaba hacer, pero con forma humana… Incluso si ella desconocía lo que su hermana era capaz, Aurora sentía que esto era algo irreal, algo sin sentido.

“Ve adelante. ¡Yo te cubro!” Nicole apareció de repente lanzando un puñetazo que extendió una onda expansiva.

A su lado, Aurora pudo ver varias personas que reconoció. Abdellah, el Coronel Makeba, el General McLean e incluso Zarquianos.

Aurora parpadeó ligeramente perdida al ver tantas personas dispuestas a ayudarla, pero en esta situación no tuvo tiempo para pensar en la extrañeza de que ellos aparecieran de repente.

Su mente estaba centrada en Alice y ella avanzó.

No lentamente como antes, sino que a una velocidad que antes no había revelado, su cuerpo desapareció y a pesar de que la oscuridad debajo de ella que cubría todo el mar negro trataba de detenerla, Aurora esquivó todo lo que pudo y lo que no esquivó lo corto.

Algunas veces la oscuridad trataba atraparla con cientos de tentáculos, que se enfrentaron a otra oscuridad… Amnestria la estaba protegiendo, quizás tratando repeliendo los ataques más problemáticos.

Aurora continuó avanzando y al ver la oscuridad atacarla con mayor énfasis, ella lo supo… Era algo instintivo, pero ella supo que su hermana estaba oculta ahí dentro y de alguna forma, algo o alguien la trataba de detener a ella para que no se acercara a su hermana.

La oscuridad era la habilidad de Alice, pero… No se sentía como Alice y Aurora conocía en perfección la habilidad de su hermana.

Tal realización hizo que ella avanzara hasta que toda la oscuridad que se extendía por el horizonte tembló y empezó a surgir, elevándose hacia el cielo como si un ser vivo gigante hubiera despertado.

“Aurora!” La voz preocupada de Amnestria sonó en su oído, pero Aurora huyó.

Ella balanceó su espada usando su aura blanca y roja, para luego cortar con su aura incolora y oscura y cuando un extenso espació quedo libre por su corte, ella se dejó caer.

Sus incesantes cortes y auras crearon una abertura en la oscuridad de una gran profundidad y Aurora dejó que la gravedad hiciera su trabajo.

Los tentáculos trataron de atraparla, pero ella no paro de mover su espada de aura. Sus cortes verdes eran más rápidos que los tentáculos, los cortes rojos podían cortarlo con facilidad, el corte incoloro creaba aberturas imposibles.

El aura blanca le daba un respiro cuando la oscuridad trataba de tragarla y el aura celeste la protegía de ser tragada por completo por la oscuridad.

Entre más profundo descendía más alta era la desesperación de esa oscuridad, entonces Aurora vio entre medio de los tentáculos, la oscuridad sin fin y los miles de lanzas, notó un tipo de oscuridad diferente.

Serena y en calma, pero esa oscuridad dio una sensación mayor de peligro. Más profunda y primitiva que aquella oscuridad que la trataba de devorar.

“Alice!”

Aurora gritó queriendo llamar la atención de Alice y antes de que pudiera caer, un brazo de oscuridad la atrapó de la cintura.

Esta oscuridad era mágica y provenía de Amnestria que sin que ella se diera cuenta, la había seguido a su espalda, protegiéndola de ataques cuya fuerza era similar a rangos SS. Cientos de ellos.

“¡Debemos irnos!” Dijo Amnestria gruñendo liberando un cañón de magia de oscuridad que libero un espacio para que ambas escaparan.

Aurora volvió su mirada a aquello que estaba sellado en lo profundo y…

“No! ¡Necesitamos volver! ¡Necesito volver!” Aurora gritó con cierta desesperación de su voz y aquella oscuridad en lo profundo reaccionó, extendiendo un tentáculo para tratar de atraparla, como si le quisiera dar la mano.

Sin embargo, Amnestria ya se había elevado en el cielo alejándose cada vez hasta que la oscuridad desapareció tragada por aquella oscuridad que buscaba devorarlo.

Aurora se giró a Amnestria, pero al ver que varias lanzas de oscuridad le atravesaban la pierna, ella contuvo lo que quería decir y la ayudó a escapar.

Volver a salir llevó más tiempo que ingresar, pero gracias a la cooperación de ambas pudieron salir y Aurora se dio cuenta de la razón por la cual se habían demorado más.

Esta vez la oscuridad ya había atravesado a la barrera que la había sellado y se había expandido en el cielo a una altura que únicamente rangos SS podrían soportar.

Ambas usaron un pergamino para moverse espacialmente y cuando los alrededores desaparecieron, Aurora apretó su puño al ver las heridas de Amnestria, quien la había protegido todo el tiempo.

“Ella está allí…” Tales palabras fueron lo único que Aurora pudo decir.

Amnestria la observó, sus orejas decaídas y sus ojos brillando en un color purpura único. La tigresa estaba en su forma de cinco metros de longitud y cuatro metros de altura. Era alta, pero sus ojos la observaban como si entendiera cada una de sus emociones.

“Lo siento.” Amnestria se disculpó bajando su cabeza y las orejas cayeron con ella. “Alice es… Es el depredador de cualquier mago de oscuridad. La magia de oscuridad alimenta su oscuridad permitiéndole crecer.”

La respuesta de Amnestria llevaba seriedad que ocultaba cierto temor, pero ella levantó sus ojos purpuras para mirarla y Aurora pudo sentir la solemnidad en esa mirada.

“Pero te ayudare…” Una respuesta corta y Aurora al ver la mirada sintió que la ayuda podría ser al costo de su vida.

Aurora respiró hondo y exhaló con mayor determinación.

Quizás su imprudencia le costara no solamente su vida, sino que de aquellos que la rodeaban.

El espacio a su alrededor tomó forma de repente alejándola de sus pensamientos y Aurora al aparecer vio cientos de personas heridas con partes de sus cuerpos faltantes rodeada de decenas de médicos y personal de salud que intentaban hacer lo mejor para ayudar a todos lo que regresaban.

Uno de los tantos puntos de retirada estaba completamente atestado de heridos y muertos… Cientos de cadáveres, cuyas heridas no pudieron ser tratadas estaban en el suelo todavía sangrando.

Aurora tragó entendiendo que el plan de las fuerzas aliadas fracasó incluso con los rangos SS y SSS participando todos a la vez.

Ella ni siquiera tuvo tiempo para pensar en el poderío de su hermana o su capacidad ya que se acercó a Nicole cuyo brazo ya no estaba.

La jovencita no lloraba, estaba tiesa mientras miraba en el suelo al Emperador Víctor y su secretaria… Ambos sin vida.

“Alice… No. Esa Oscuridad pudo escapar” Dijo Nicole y sin mirarla, anunció. “Mi maestro… Víctor y el Barbegazi trataron de detenerla, pero al final terminaron muriendo.”

¿Como? Tal duda llegó a la mente de Aurora y ella bajo la cabeza mirando al Emperador Víctor, uno de los rangos SSS más antiguos y poderosos de la tierra.

Un hombre que era amigo de su hermano y Aurora todavía recordaba aquella visión que tuvo con Aión, en donde Víctor se convirtió en un Semidiós, uno que podría enfrentarse a un Dragón en aquella línea paralela en la que sus padres murieron.

Ahora el cadáver estaba en el suelo y Aurora podía ver los cortes ligeros en el cuerpo del hombre y se dio cuenta… Quizás Alice los devoró desde el interior.

No todos tenían su aura blanca que le permitía defenderse de tales ataques y Alice era capaz de muchas cosas, adentrarse al cuerpo de sus enemigos y devorarlo desde el interior era algo que ella era capaz… Y también buena en la tarea.

“Han llegado informes de que la oscuridad se ha extendido. Paris, Londres, Nueva York y la Ciudad Atlántida ha sido devorada!”

Sin que ella tuviera tiempo para procesar lo que ocurría más noticias llegaban una peor que la otra.

Aurora únicamente se quedó quieta en el lugar y cerró sus ojos lentamente, entendiendo que la persona que amaba posiblemente ya no estaba.

Al igual que tantos otros. Sin embargo, esta vez su respiración fue más tranquila y su cuerpo tenso, lentamente se relajó hasta que su puño apretado se liberó.


Los meses pasaron y las noticias empeoraron. Naciones enteras cayeron ante la Calamidad conocida como Alice hasta que eventualmente la Oscuridad devoró gran parte del planeta excepto el Continente Africano.

Aurora durante ese tiempo hizo lo que pudo para ayudar a todos lo que lo necesitaban, pero ella lo sabía… El fin estaba cerca y ese fin podía ser el suyo o el de este mundo.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Lo siento por la tardanza! Aqui dejo el capitulo de la seman anterior.

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TG - Capítulo 713
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Capítulo 713: El Fin 4.

Capítulo 713: El Fin 4.

La batalla final estaba al frente de ellos. Rodeando a Zerzura, lo único que era visible era la oscuridad que había cubierto el cielo y el horizonte, no dejando que ninguna luz lo atravesara.

Aurora que observaba la oscuridad, se giró mirando a su lado viendo los últimos vestigios de la humanidad.

Nicole, hace tiempo ya no estaba al igual que muchos otros que murieron durante los años que la oscuridad se había extendido.

Desde que la Ciudad Atlántida fue atacada, la oscuridad devoró naciones enteras y lo único que ella pudo hacer fue ayudar, pero incluso la ayuda era simplemente un modo de retrasar la oscuridad.

Y ahora estaban aquí, el último bastión de la humanidad en la tierra.

Aurora volvió a mirar hacia adelante, no tratando de pensar en quienes la rodeaban, ni quienes eran… Hace tiempo había dejado de pensar en quienes la rodeaban y en quienes morían.

Por más cruel que sonara, Aurora sabía que no podía quedarse quieta, llorando por aquellos que ya no estaban, sino que debía concentrarse en la misión… Una misión que daría fin a este mundo o su vida.

“La Guardiana esta lista.” 

Aurora escuchó la única voz que la mantenía cuerda en este mundo que lentamente la llevaba a la locura.

Ella se giró observando a Amnestria, cuya apariencia física ya no era la misma. Amnestria en este punto era una felina delgada, con múltiples cicatrices por todo su cuerpo revelando las dificultades que habían sufrido durante todo este tiempo.

Aurora al observar a la tigresa cuyos ojos purpuras estaban fijos en ella, mantuvo controlada su respiración y se giró mirando el centro de la ciudad de Zerzura en el que se encontraba un gigantesco árbol.

La Guardiana del Séptimo Portal Abismal fue traída por Alice a este mundo, en una de las raras decisiones que tomaba su hermana.

Alice no tenía un objetivo en mente y en cierto modo esa Diosa fue una de las pocas personas que de algún modo conectó con Alice y ahora esa antigua Diosa estaba en Zerzura, preparada para ayudarla.

A pesar de que la antigua Guardiana ya no era una Diosa, Aurora que había conocido a los Semidioses, entendía que esa poderosa entidad tenía esa fuerza, una que era muy elevada y ahora les estaba apoyando.

Quizás lo ayuda ‘divina’ más cercana que tuvieron durante estos años… Aurora que pensó en las veces que rezó por ayuda incluso a su sistema o su cuñada y agitó la cabeza al darse cuenta de que sus pensamientos se estaban descontrolando.

Ella necesitaba mantenerse enfocada así que exhaló de vuelta y se giró a Amnestria.

“¿Tú estás lista?” Preguntó Aurora a Amnestria.

En este punto que ella había quedado sola mientras todos aquellos que conocían morían o ya no estaban, Aurora observó a Amnestria.

La tigresa de pelaje oscuro y ojos purpuras la observó y asintió entendiendo su decisión y revelando una determinación digna de la Reina del Bosque.

Digna de una de los rangos SSS más poderosos de la tierra, la Reina del Bosque Mágico, la Gobernante de las Bestias y una de los tantos individuos que estaban dispuestos a dar su vida para ayudarla… A pesar de que la muerte les esperaba.

“Ya viene…”

Aurora escuchó una voz y volvió a mirar al horizonte en la oscuridad, específicamente la barrera de la gran muralla que protegía Zerzura y que ahora detenía la oscuridad.

Ella volvió a exhalar alejando cualquier rastro de duda de su mente y desenfundó una de sus espadas y la elevó al cielo, extendiendo un pilar de su aura celeste.

Alrededor de la ciudad también pilares de color celeste surgieron cuando Aurora trató de usar su aura sobre un límite que jamás había intentado.

Controlar espadas que estaban a kilómetros de distancia era una tarea que no solamente requería tener una mente clara, sino que una fuerte voluntad y conciencia a la hora de controlar sus auras.

El sudor cayó por su mejilla y Aurora por primera vez en mucho tiempo se sintió agotada, pero a su alrededor los pilares empezaron a extenderse hasta que cubrieron el centro de la ciudad de Zerzura.

La Ciudad de Zerzura era enorme e incluso ella que era un rango SS no podía proteger toda la ciudad, así que en vez de proteger toda la ciudad Aurora se centró proteger el centro donde estaban los búnkeres con los refugiados.

Quizás una decisión estúpida debido a que ella necesitaba toda su fuerza para lo que estaba por hacer, pero… Al final de cuenta, una decisión que ella no pudo evitar tomar.

Incluso si moría, ella al menos quería tratar de proteger a otros, aunque sea por un par de minutos más.

Aurora bajó la espada sintiendo el cansancio y el sudor caer por sus mejillas, pero su mirada se quedó firme en la oscuridad y…

“Avancen.”

Su orden fue dada y ella fue la primera en obedecerla avanzando hacia la oscuridad que la rodeaba y que únicamente era detenida por la barrera de la gran muralla.

La barrera que protegió Zerzura por meses fue destruida y luego la oscuridad se abalanzó sobre ellos.

“AUgg…”

“Haa!”

Aurora escuchó los gritos de dolor a su espalda cuando un numero inimaginable de lanzas cayeron del cielo y ella simplemente continuó esquivando, sin parar de correr.

Cuando no pudo más ella balanceó su espada y sus cortes se extendieron por kilómetros destruyendo y abriendo caminos en la densa oscuridad que en este punto la rodeaba.

Entonces la tierra tembló y una gigantesca raíz surgió del suelo y Aurora saltó hacia la raíz afirmándose con su espada mientras atravesaba la densa oscuridad.

Su barrera celeste la protegió a ella y una parte de la gran raíz de la Guardiana, pero Aurora pudo ver como la oscuridad devoraba la raíz con una rapidez impresionante.

La Guardiana del Séptimo Portal Abismal había protegido un mundo entero con sus raíces y si bien en este punto era una Semidiosa, Aurora no tenía dudas de su poder.

Incluso así, frente a la oscuridad que devoraba todo a su paso, la Guardiana era simplemente alimento.

Aurora resistió el viaje y cuando la raíz ya no pudo moverse, ella avanzó usando sus auras para tratar de moverse en la oscuridad, buscando a su hermana que estaba en lo profundo.

En este punto no sabían para dónde dirigirse, simplemente se movían y por mas ilógico e imprudente que fuera el plan, Aurora continuó hasta que fueron rodeado sin permitirle avanzar.

La situación cada vez pasaba más rápido apenas dándole tiempo para pensar.

“Ya es hora…” Aurora se giró al escuchar la voz de Amnestria que al igual que muchas veces antes la protegía desde la espalda.

Aurora vio la determinación de la tigresa y ella asintió.

La barrera celeste que la rodeaba brilló impidiendo ver lo que sucedía en el interior, entonces de repente la oscuridad los tragó por completo.

“HGRAAAA!”

Un grito… No, un rugido humano se extendió haciendo temblar la oscuridad y el aura blanca volvió a surgir mucho más poderosa que antes.

En el centro, Aurora abrió los ojos mientras que entre su cabello un par de orejas del mismo color negro que su cabello se agitaba.

A su espalda, ella sentía algo esponjoso agitarse y fue fácil darse cuenta de que era probablemente su cola.

Quizás las únicas dos características que ella obtuvo de la fusión con Amnestria, al menos con respecto a lo físico.

“Alice…”

Aurora ignoró el cambio en su cuerpo y la rareza de que ella tomara dos rasgos físicos extraños de la fusión y simplemente volvió a moverse por la oscuridad.

Más rápida, más ágil y con una fuerza sin igual… La fusión de una bestia mágica de rango SSS con una humana de rango SS cuyo poder estaba entre lo más alto, tuvo un resultado devastador.

Aurora balanceó su espada cortando la oscuridad por más de diez kilómetros y luego balanceando las garras en su mano, cortes de espada con su aura se volvieron a la lanzar.

A su alrededor surgía la magia de oscuridad de la cual Amnestria era tan hábil repeliendo la oscuridad que trataba de tragarlos.

Dos mentes en una sola trabajando por un mismo objetivo, obteniendo las mejores capacidades de ambos lados en un único cuerpo… Tal era la fusión, que muy pocos domadores de bestias podían realizar.

Aurora con su nuevo poder avanzó por la oscuridad, durante horas, que luego se convirtieron en días… Días que ella ni siquiera pudo contar.

Amnestria era la Reina del Bosque y para conseguir tal título ella enfrentó muchos desafíos y tenía la habilidad al igual que la destreza para sobrevivir por días, pero lamentablemente no era capaz de compararse a lo que ella era capaz.

Aurora que había entrenado en Terra nova y tenía un cuerpo que era capaz de recuperarse extremadamente rápido y con una resistencia sin igual pudo sentir como Amnestria lentamente se agotaba.

No solamente era la energía mágica, sino que la fuerza mental… Aurora mientras cortaba todo a su paso, apretó con mayor fuerza la espada que sostenía.

“ALICE!”

Ella gritó y su voz cada vez más alta se volvió más desesperada.

Amnestria la había protegido durante años y ya no era la misma que antes, no después de haberse enfrentado a la oscuridad demasiadas veces.

También fue ella quien la protegía incluso ahora tomando la mayor carga posible.

“¡ALICE!”

Aurora volvió a gritar el nombre de su hermana esperando alguna clase de respuesta, pero la única respuesta que obtuvo fueron más y más ataques.

“Al…”

“Creo que hasta aquí llegue…” La voz de Amnestria sonó en sus alrededores y Aurora que sentía el cansancio de su amiga, trató de decir algo, pero no pudo.

La fusión terminó y Aurora vio como Amnestria volvía aparecer al frente de ella.

“Ve… Confió en ti, Aurora.” Amnestria se acercó a ella y paso su cabeza por su mejilla como cuando se convertía en la pequeña tigresa que buscaba cariño.

Solamente que esta vez, la sostuvo en una mano creada con magia de oscuridad y la lanzó en lo más profundo de la oscuridad alejándola lo más posible.

Aurora que voló destruyendo la oscuridad que la trataba de detener, se mordió los labios escuchando el rugido a su espalda de dolor.

“ALICE!!!”

Aun así, continuó la búsqueda sin mirar hacia atrás usando sus auras para protegerse y destruir la oscuridad que lo rodeaba.

Ella continuó perdiendo la noción del tiempo y la dirección hasta que eventualmente una lanza de oscuridad atravesó su barrera y su estómago.

“Ugg…”

Aurora liberó su aura blanca ya no solamente de su espada, sino que de su cuerpo destruyendo la oscuridad y luego creó un domo celeste a su alrededor para protegerse.

Observando la herida sangrante de su estómago, ella sintió el dolor y fue ese dolor lo que la hizo dudar de todo lo que la rodeaba.

Ella se preparó para ver el final del mundo o su final… Se lo decía cada vez que podía, por tal razón trató de ignorar a la gente que lo rodeaba y trató de no llorar la muerte de aquellos que la ayudaron.

Porque si este mundo terminaba entonces significaba que no era real. Durante todo este tiempo que llegó ella lo sintió, que esto no era real, que era una mentira, un engaño… Una ilusión.

Aun así, el dolor era real y si el dolor era real, quizás todos los demás lo era.

Quizás todos aquellos que murieron también eran reales.

“Alice… No puedo ganarte.” Murmuró Aurora viendo como la oscuridad buscaba atravesar su barrera.

Todo lo que la rodeaba era oscuridad, una oscuridad que no era familiar… Una oscuridad que quizás ella no conocía de su hermana.

Sin embargo, esta oscuridad provenía de Alice, Aurora lo entendió y como tal entendió que no podía ganar.

“Es… Es más fácil sobornarte Alice…” Murmuró Aurora soltando su espada mientras observaba la oscuridad.

A Alice no se le podía ganar. ¿Cómo se le ganaba a alguien que se fortalecía devorando a otros? ¿Que prácticamente podría recibir cualquier herida y curarse al instante? ¿Cómo se ganaba a alguien que podría devorar al mundo sin ni siquiera esforzarse?

Alice Campbell daba miedo… Incluso a Aurora, en lo más profundo de su mente sentía miedo, miedo de que su hermana causara problemas como lo que causó ahora misma.

Aurora observó la oscuridad y su barrera agrietarse y sacó una bolsa de papitas mientras su cuerpo temblaba ligeramente ante lo que ocurriría una vez que la barrera se rompiera.

“¿Qué tal si te detienes y te doy esto?” Preguntó Aurora con una risa tonta mientras las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.

Ella estaba agotada de todo… Simplemente exhausta de ver tantas personas que ella quiso proteger, morir y quería que todo terminara.

Ya sea si fuera real o no y por tal razón ella cerró los ojos tratando de contener las lágrimas y a pesar de que su cuerpo temblaba con miedo instintivo, deshizo su barrera que la protegía.

Aurora apretó sus dientes esperando que miles de lanza atravesaran su cuerpo y luego su carne siendo devorada, pero los segundos se convirtieron en minutos y nada sucedió.

Entonces sintió un suave tacto en su mano y luego el grujir de las bolsas de papitas y Aurora abrió sus ojos notando un tentáculo tomando la bolsa de papitas y ‘chequeando’ el interior para que todo estuviera bien.

“…”

Aurora sonrió y las lágrimas surgieron con mayor fuerza debido a que la oscuridad que la rodeaba era diferente. Esta oscuridad no la tragaba, queriendo devorarla, sino que la sostenía y entonces la oscuridad se alejó.

Al alejarse ella pudo ver el interior donde estaba, un espacio de oscuridad inmensurable y ella flotaba allí ‘viendo’ el interior. Por más extraño que fuera, tal era la oscuridad de Alice.

Un dominio de lo cual su hermana tenia control y en el cual podía ocultarse y ahora ella estaba aquí.

Aurora vio la bolsa de papitas y luego sintió que ambas flotaban en la oscuridad hasta que de un momento a otro una puerta se reveló y ella fue empujada al interior con la bolsa de sus manos.

La luz apareció, cegándola por segundos y Aurora parpadeó adaptándose a sus alrededores y a la sala que la rodeaba.

Aurora notó los libros en los estantes, vio el sofá en el medio de la sala y el escritorio en la esquina junto a la ventana abierta, entonces se giró lentamente al ver que alguien lo miraba sorprendida.

“Como estas…”

Aurora al ver a la persona cuya expresión llevaba sorpresa, corrió y la abrazó con todas sus fuerzas mientras las lágrimas empezaban a salir.

Su hermana nunca fue buena para el consuelo, pero con los años aprendió a ser la hermana mayor que toda hermana menor le gustaría tener y esta vez no fue diferente y la abrazó suavemente, acariciando su espalda y dándole palmaditas de manera tonta.

Aurora había sido abrazada de este modo innumerables de veces cuando sus pesadillas surgían por la noche y su hermana, siempre se quedaba con ella para cuidarla.

“Todo estará bien…” Le susurró Alice como tantas veces antes.

Aurora recordó lo que sucedió lo que su hermana hizo y se separó mirando a su hermana entre las lágrimas.

“No… No. Akira, Nicole, Érica, Clémentine, Andrés, Kairos…” Aurora repitió innumerables de nombres que ella recordaba que ya no estaban y al final al ver a su hermana, murmuró. “Tú lo asesinaste.”

Alice parpadeó sin entender luego frunció el ceño y al final inclinó sutilmente su cabeza.

“¿Por qué los asesinaría?” Respondió Alice y al verla frunció el ceño y su expresión se volvió seria. “Todos ellos están vivos.”

Aurora al escuchar tales palabras sintió alivio y las lágrimas volvieron a surgir, pero ella se controló mientras trataba de volver a tomar el control de sus emociones.

La mirada de Alice, se sentía seria y su expresión revelaba que ella no asesinaría a sus amigos.

Aun así…

“Tú ya me mentiste una vez…” Dijo Aurora y mirando a su hermana, cuestionó. “¿Has revelado la verdad de mi muerte?”

Tal pregunta obtuvo una respuesta que Aurora no esperaba… Sorpresa.

Alice abrió los ojos como si la hubieran atrapado haciendo algo mal, una reacción que había hecho muchas veces. Después de todo, su hermana podía ser una buena niña, excepto los momentos que se trataba de la comida.

Y hubo muchas veces que su hermana tomaba lo que no era suyo.

“Estoy haciendo lo que creo que es correcto.”

Sin embargo, a diferencia de esas veces que eran juegos infantiles, esta vez su hermana la miró a los ojos y su expresión fue solemne y determinada.

No contarle la verdad a las personas que debían saber la verdad era algo que su hermana profundamente creía como algo correcto.

Al ver tal determinación y decisión, Aurora de repente sintió que todo su alrededor se volvía borroso.

Sus recuerdos, lentamente se fueron mezclando y distorsionando, los años que pasado enfrentándose a la oscuridad luego de volver a Terra nova, se volvieron borrosos.

Sin embargo, a pesar de que los recuerdos se volvían borrosos, ella siguió sintiendo el dolor de la perdida… Justo como una pesadilla.

“…”

Ante tal idea, Aurora abrió sus ojos de repente y se levantó, ignorando las lágrimas que caían por sus ojos, su primera reacción fue analizar sus alrededores.

Ella ignoró la cama en la que se encontraba y se centró en la única persona que estaba a su lado, sentado en una silla leyendo un libro como si nada.

Su hermano, uno de los magos más notorios no solamente de la Tierra, sino que de Terra nova. Un individuo que era conocido por enfrentarse a dioses y asesinarlos.

Un individuo que también era conocido por su magia de ilusión, en este punto ese individuo que decía ser solo un clon del real, bajó el libro y la observó en calma.

El rostro del hombre era inexpresivo y lleno de calma, como si toda la ‘pesadilla’ que ella había sufrido no hubiera sucedido.

Como si él no la puso en una ilusión que se sintió como si fueran años de vida.

Aurora observó los ojos negros del hombre y abrió su boca.

“¿Desde cuándo?” Tal fue su mayor pregunta.

Ella creyó que con su entrenamiento y experiencia podría enfrentar al hombre. Confió en que sus auras la protegerían de la ilusión y creyó que podría ganarle.

Tal confianza fue lo que hizo que probablemente ella cayera en la ilusión… No, en este punto no sabía si fue su confianza, su debilidad o la fuerza de su oponente.

De igual forma, ella supo que había perdido, pero no entendía desde cuando perdió… Desde cuando ella fue atrapada en una ilusión.

“Desde el inicio.” Respondió su hermano con calma.

Ni siquiera había luchado… Tal realización llegó a la mente de Aurora.


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